¿Una de las primeras estrategias de marketing?, ¿una desaparición real?, ¿qué ocurrió realmente con el cargamento de los 3000 ositos de peluche Steiff embarcados desde Alemania a Estados Unidos?. Por curioso y extraño que pueda parecer, éste es uno de los grandes misterios de la historia del juguete. Los protagonistas son los 3000 ositos de peluche Steiff creados por Richard Steiff en el año 1902 y son conocidos como los 55PB, una sigla en la que quedaba reflejado el tamaño del juguete, el material, peluche; y su condición de movible o móvil, beweglich en alemán.

Los tiernos juguetes de Margarete Steiff

A finales del siglo XIX los niños y niñas recibían como regalo juguetes de madera, hojalata o madera, materiales duros, poco prácticos para convertirse en compañeros de sueños o de aventuras. En esos años, la costurera alemana Margarete Steiff diseñó un pequeño elefantito de fieltro que consiguió enamorar a grandes y pequeños por su suavidad y manejabilidad.

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Los animalitos de fieltro y peluche fueron los primeros juguetes suaves.

Este juguete de fieltro fue un auténtico éxito de ventas y en 1885, seis años después, Margarete había fabricado unos 5000 elefantes y creado otros modelos de animalitos de fieltro. Animada por las peticiones, Margarete dio un paso más y se decidió a crear el primer osito de peluche. En 1902, su sobrino Richard Steiff diseñó el 55PB, decidiéndose a presentarlo en la Feria del juguete de Leipzig en 1903.

El primer osito de peluche Steiff

El 55PB fue el primer osito con brazos y piernas movibles fabricado con peluche. Margarete no estaba muy convencida, pero Richard se animó a llevarlos a la Feria de Leipzig de la primavera de 1903 y, si bien no tuvieron el éxito ni la acogida esperada, si que recibieron un interesante pedido por parte de Hermann Berg, un comerciante de Nueva York.

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Reproducción de un osito 55PB en el Museo Steiff, Alemania.

Tal fue su entusiasmo por el juguete, que Berg encargó el nada desdeñable número de 3000 ositos de peluche. Un pedido para el que se tuvo que construir una nueva fábrica y elaborar gran número de plantillas.

¿3000 ositos perdidos en el mar?

El pedido fue realizado y enviado, existen pruebas documentales de ello, pero los ositos nunca llegaron a su destino. Según refiere uno de los estudiosos sobre los ositos Steiff, la historia de que se perdieron en el mar no fue sino una táctica de marketing ideada en los años 50 como una historia sugerente y una forma de generar una leyenda muy especial en torno a estos primeros ositos de peluche. La duda surge entonces, si fueron empaquetados y enviados a Estados Unidos, ¿qué ocurrió realmente con los 55PB? Si llegaron a su destino, ¿por qué no ha aparecido ningún ejemplar? Una de las teorías más creíbles es la que apunta a que los ositos probablemente no soportaron el viaje y llegaron en mal estado, posiblemente rotos debido a que el sistema de engarce de las piezas era frágil y se rompía con mucha facilidad.

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Los ositos de peluche son un juguete que inspira ternura.

En el Museo Steiff se exhiben réplicas del 55 PB y pueden comprarse por Internet, pero lo realmente sorprendente sería encontrar uno superviviente de este grupo de 3000 ositos viajeros. ¿Habrá en algún trastero algún pequeño osito Steiff de 1903 esperando a ser encontrado? ¿Os imagináis el precio que podrían llegar a alcanzar en las subastas?

Imágenes: MatthiasKabelCC0 Public Domain