El astronauta de la Catedral de Salamanca es uno de los elementos escultóricos más fotografiados de la ciudad. Su misteriosa imagen despierta la curiosidad de los turistas y en los últimos años su fotografía ha recorrido Internet en foros y blogs como prueba de la posible existencia de viajeros en el tiempo e ilustrando debates sobre si era una imagen real o una imagen manipulada. Pero, ¿qué hay de cierto en esta teoría? ¿Cuál es la verdadera historia del misterioso astronauta? ¿Estamos realmente ante un viajero en el tiempo?

CATEDRAL NUEVA SALAMANCA

El fenómeno de esculturas anacrónicas esculpidas en catedrales, iglesias y monasterios no es un algo nuevo y son numerosos los casos extendidos por España y otros lugares del mundo. Así, se pueden encontrar casos tan asombrosos como el Darth Vader esculpido entre las gárgolas de las torres de la Catedral Nacional de Washington, los boxeadores del Monasterio de Santa María de Sandoval, en Villaverde de Sandoval (León) o el fotógrafo de la Catedral de Palencia, entre otras muchas. Todas despiertan la curiosidad de los turistas y ya forman parte de la historia constructiva de los edificios, siendo uno de los elementos más buscados por las cámaras y protagonistas de entretenidos y sorprendentes “tours de gárgolas”.

El astronauta de la Catedral de Salamanca

La ciudad de Salamanca alberga un rico patrimonio artístico e histórico que tiene en su Universidad y en sus Catedrales, la vieja y la nueva, tres de los elementos arquitectónicos más destacables de la ciudad. La Catedral Nueva fue construida entre los siglo XVII y XVIII para sustituir a la Catedral Vieja, antigua seo románica contruida en el siglo XII. La nueva construcción fue levantada en estilo gótico tardío, siendo una de las últimas catedrales españolas construidas siguiendo los cánones de este estilo. A lo largo de la historia sufrió varias episodios curiosos que aún pueden rastrearse en su fachada. Así, pueden apreciarse las grietas producidas por efecto del terremoto de Lisboa de 1755 en algunas paredes y vidrieras y, en su fachada norte, en la que se ubica la Portada de Ramos, la pequeña figura de un astronauta labrada en piedra. Ésta no es la fachada principal, pero sí el punto desde el que se obtienen las mejores perspectivas de todo el conjunto al estar abierta a la amplia plaza de Anaya. El astronauta está esculpido como flotando en el espacio y ataviado con botas espaciales, traje presurizado, escafandra, guantes y soga de seguridad.

¿Un viajero en el tiempo?

En los últimos años la fotografía del misterioso astronauta ha sido viral en Internet, siendo considerada por algunos como una prueba de la existencia de viajeros en el tiempo. El debate abierto en Internet tuvo también un grupo de escépticos que consideraban que la fotografía estaba trucada. Pero lo cierto es que no hay ningún trucaje y la escultura del astronauta existe realmente. Entonces, ¿cuál es el misterio del astronauta? ¿Qué historia se esconde tras esta escultura? ¿Cuál es su significado?

El misterio del astronauta de la Catedral de Salamanca

El astronauta no es un viajero del tiempo ni ningún anacronismo, pero sí es fruto de una antigua costumbre de los canteros. Ya en el medievo, éstos tenían por costumbre tallar figuras de la época en la que se llevaban a cabo las restauraciones de catedrales e iglesias, normalmente en el exterior del edificio. En este caso, la figura del astronauta fue elegida por el cantero Miguel Romero como símbolo del siglo XX. La restauración fue llevada a cabo en el año 1992 con motivo de la exposición de las Edades del Hombre. Junto al astronauta también se esculpió la figura de un dragón comiendo un helado de tres bolas, un lince, un toro y un cangrejo de río, entre otras figuras.

DRAGON CON HELADO

Como nota triste comentar que la escultura ha sufrido dos ataques vandálicos en los 23 años que lleva esculpida en la fachada de la Catedral.

Como véis, todo tiene una explicación más lógica, no por ello menos interesante, pero la pregunta es obligada, ¿creéis en la existencia de viajeros en el tiempo?

Imagen: Hector Blanco de Frutos , Marshall Henrie, Appolonia1