Para todos aquellos que aún no lo conocen o quizás lo han oído pero no tienen muy claro qué es lo que ha sucedido, el pasado 25 de abril (2015) tuvo lugar en Nepal un seísmo de magnitud 7.8 u 8.1 M que devastó el país y por el que actualmente se están dispersando numerosas ayudas internacionales para poder acelerar la recuperación de las innumerables pérdidas que se han producido y para ayudar a todas las personas que ahora mismo se han quedado sin hogar, sin trabajo, sin familia y sin alimento.
Un desastre de gran magnitud
El terremoto de Nepal tuvo su foco a 15 kilómetros de profundidad y su epicentro se ubicó a 81 kilómetros al noroeste de Katmandú. Hasta el momento, el número de víctimas que ha sido registrado está por encima de 7.000 y las pérdidas de tipo cultural, material y de otros tipos es incalculable. Todo esto ha dado como resultado una grave crisis humanitaria que se traduce en 9.5 millones de personas con necesidad de asistencia, o lo que es lo mismo, un cuarto de la población de Nepal.
El terrible terremoto al que se le calculó un 7.9 de magnitud en la escala Ritcher ha tenido, además, consecuencias en el resto del mundo, en concreto en la atmósfera. Las ondas que fueron creadas por el terremoto penetraron en la atmósfera superior de la Tierra y perturbaron la distribución de los electrones de la ionosfera y de la termosfera, que es la zona de la tierra que se mantiene de forma permanente ionizada por la fotoionización de la radiación procedente del Sol.
Los datos fueron controlados por software de la NASA
Las perturbaciones se detectaron por sistemas GPS y fueron controladas por software de la NASA. Los datos que se obtuvieron desde los observatorios y departamentos de investigación indican que después del terremoto pasaron 21 minutos hasta que la perturbación provocada por el mismo llegó a la estación de GPS que se encuentra a unos 640 kilómetros del epicentro en el Tibet.
Este descubrimiento podrá permitir a los científicos generar futuros sistemas de alerta para poder actuar anticipadamente ante cualquier peligro grave relacionado con una erupción volcánica o un tsunami y que no pueda ser controlado por el ser humano. Las investigaciones podrían generar soluciones que podrían salvar la vida de miles de personas en el futuro y evitar las terribles cifras de víctimas que se han obtenido como resultado de este terrible terremoto en Nepal.