Ya os hablamos de los primeros test de embarazo de los que tenemos constancia y que han aparecido en los papiros del antiguo Egipto. Ahora os hablamos de otros tests de embarazo que ha habido a lo largo de la historia super curiosos.

Señales de embarazo en algunas otras civilizaciones

  • En Babilonia si la mujer caminaba lento estaba embarazada…
  • En El Imperio Romano si la mujer estaba como atolondrada, es que estaba embarazada…

Las pruebas de embarazo en la Antigua Grecia

El test de la hidromiel

Según Hipócrates, el padre de la medicina para saber si una mujer estaba encinta se le daba una mezcla con 1 parte de miel y 10 de agua antes de dormir…

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Si estaba embarazada le produciría un cólico y si no estaba embarazada, lo que tendría sería un agradable descanso.

Los vellos de la piel se erizan tras el coito

Según el médico griego Sorano de Éfeso, si a una mujer se le erizaban los vellos de la piel tras el coito y con una sensación de que se cierra el orificio cervical, es que está embarazada.

El test de los ojos según Jacques Guillaumeau

Según este médico del s. XVI autor de un influyente Tratado de oftalmología se podía detectar si una mujer estaba embarazada a través de sus pupilas. Según dijo, cuando está encinta a la futura madre se le ponen las pupilas pequeñas, los párpados caídos y pequeñas venitas en las esquinas de los ojos.

El test de la satisfacción sexual de Nicolas Culpeper

Según el médico inglés Nicolás Culpeper si una mujer se sentía especialmente satisfecha después del coito, es que se había quedado embarazada.

La prueba del cerrojo

Consistía en poner un cerrojo en un recipiente con la orina.

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Tras 4 horas se retiraba la orina y si el cerrojo había dejado alguna marca en el recipiente estaba embarazada.

El tono azulado

El médico americano Lee Chadwick anunció un descubrimiento en la Sociedad Americana de ginecología en 1886. Entre las 6 y 8 semanas de embarazo el cuello uterino, los labios y la vagina se vuelven azules debido al flujo sanguíneo.

La prueba de las ratas en la década de 1920

En la década de los años 20 científicos alemanes inyectaban orina a las ratas hembras 2 veces al día durante 3 días seguidos. A las 100 horas se sacrificaba a las ratas y se les miraba los ovarios. Si estaban engrosados había un 80% de posibilidades de embarazo.

La prueba de la rana

Quizás muchas mujeres se acuerden aún de esta prueba ya que se usó muchísimo en los años 60 del s.XX. Consiste en inyectarle a una rana o sapo hembra la orina de la mujer. La orina de una mujer embarazada contiene la hormona GCH que estimula la ovulación de la rana. Si la rana desovaba en las siguientes 24 horas la mujer estaba embarazada.

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