Las rivalidades entre superpotencias del mundo no son algo nuevo. A lo largo de la historia de la humanidad han existido numerosos ejemplos de cómo dos países con poderío militar, político y económico, rivalizan entre si: Roma y Cartago, o Estados Unidos y la Unión Soviética, son un par de casos emblemáticos. Pero, si viajamos unos siglos atrás, encontramos rivalidades que resultan mucho más épicas que las contemporáneas. En la Antigua Grecia fue reconocido el enfrentamiento entre las dos grandes potencias de la época: Esparta y Atenas. Los guerreros espartanos fueron épicos por sus cualidades indiscutibles para la batalla; los atenienses, por su parte, destacaron en las ciencias sociales, los procesos políticos y las artes.
Ambos pueblos tuvieron en común el territorio que los vio nacer. La inmensidad de Grecia atraviesa siglos de historia y llega hasta nuestros días. Entre los datos más curiosos de Grecia, que la hacen uno de los países con más valor histórico, cultural y turístico del mundo, está el hecho de que en su territorio cuenta con nada menos que ¡18 monumentos declarados patrimonio de la humanidad! Acompáñanos en Supercurioso a conocer las dos dos ciudades-estado más importantes de toda Grecia, y los motivos por los cuales su rivalidad se transformó en leyenda.
Esparta y Atenas: rivalidad en la Antigua Grecia
La Antigua Grecia estaba compuesta por ciudades-estado o «polis» con una autonomía total. A través de las polis se desarrolló la civilización griega. Controlaron un territorio que debía ser autosuficiente y no estar sometido a ningún poder externo. Aunque se creaban alianzas entre las diferentes polis, la independencia era básica. Debido al sentimiento de pertenencia a una de estas ciudades-estado que tenían los habitantes de la Antigua Grecia, el peor castigo para un ciudadano griego era el destierro.
Esparta y Atenas llegaron a la cumbre del poder de las polis griegas por caminos muy diferentes. Atenas fue pionera del arte y la cultura, mientras que Esparta convirtió a sus ciudadanos en los guerreros más fuertes de toda Grecia. Incluso, el grupo élite del ejército, los 300 espartanos, pasó a la historia como el grupo de hombres más combativo y con mejores condiciones para la guerra, en toda la historia antigua. Las características de Esparta y Atenas eran marcadamente diferentes.
1. Características de Esparta y Atenas
Las características de Esparta y Atenas las planteaban como dos universos independientes. Aunque ambas formaron parte de la Antigua Grecia, la autonomía con la que se manejaban hizo que priorizaran aspectos muy distintos para su desarrollo. Los valores, estilo de vida y cultura de cada una eran tan distintos que difícilmente podían converger.
Atenas, por su parte, con una historia de más de tres mil años, nació junto al desarrollo de la navegación marítima del puerto de El Pireo. Es reconocida universalmente como la cuna de la Democracia. También fue un importante centro cultural en el que vivieron los más grandes artistas, escritores y filósofos de la antigüedad. Actualmente hay un montón de atractivos que ver en Atenas. Su valor cultural e histórico la hacen un cotizado destino turístico.
Esparta ató su desarrollo al estudio y perfeccionamiento del arte de la guerra. La férrea disciplina y un estricto código de honor eran inculcados a los niños, casi desde su nacimiento. Los nombres espartanos que pasaron a la historia, fueron los de grandes guerreros como el rey Leónidas o el rey Menelao. Otra de las curiosidades de los espartanos, era la considerable libertad y poder que alcanzaban las mujeres en esta sociedad, muy superior a otras regiones en la misma época.
2. Principales diferencias entre Esparta y Atenas
Tal como el agua y el aceite, Esparta y Atenas avanzaron en su desarrollo, convirtiéndose en los más grandes focos de poder de la Antigua Grecia, por motivos muy distintos. Las principales diferencias entre Esparta y Atenas, se movían en torno al concepto de guerra y desarrollo humanístico. Para Esparta, lo primero fue siempre la razón de ser, mientras Atenas se enfocó en lo segundo. Descubramos más diferencias entre estas dos ciudades – estado.
- Atenas era una democracia y Esparta una oligarquía. Asimismo, mientras los primeros descendían de los jónicos, los segundos descendían de los dorios.
- Atenas basaba su economía en el comercio y la agricultura. Esparta no comerciaba. Sus relaciones con los otros estados se reducían a proporcionar un ejército y asistencia cuando se lo solicitaran.
- Atenas era una potencia marítima y tenía pocos soldados ya que el servicio militar no era obligatorio para sus ciudadanos. Esparta era la mayor fuerza militar de Grecia ya que los espartanos estaban obligados a cumplir un duro entrenamiento militar desde la infancia.
- Las niñas atenienses no recibían prácticamente ninguna educación mientras que las espartanas sí, gozando además de muchos más derechos, libertades, e incluso poder político y económico.
- Esparta se enorgullecía de no tener murallas. Atenas protegía su ciudad y sus templos con muros.
- En Atenas se hicieron prioridad las artes, la literatura y la arquitectura, construyendo templos y estatuas. El estilo de vida rígido de los espartanos dejó poco tiempo para desarrollar este tipo de intereses.
- Atenas era protegida por Atenea, una de los principales diosas de la mitología griega, mientras que Esparta, aunque tenía templos dedicados a esa diosa y veneraba a Heracles y otros héroes de la Guerra de Troya como si fueran dioses, tenía en el centro de la ciudad un gran templo dedicado a Ares, el dios de la guerra.
3. La guerra entre Esparta y Atenas
La guerra entre Esparta y Atenas que desató una rivalidad insondable entre estas dos ciudades de la Antigua Grecia, fue la Guerra del Peloponeso. Las ciudades fronterizas también se vieron afectadas por el conflicto, y muchas de ellas fueron obligadas a tomar partido. Las aliadas de Esparta formaron la Liga del Peloponeso, y las de Atenas, se erigieron en la Liga de Delos. La guerra ocurrió entre los años 431 y 404 a.C. extendiéndose por 27 años.
Pasó a la historia que el motivo que incendió el afán de guerra entre ambas ciudades fue el control político y económico del país. Se cuenta que Esparta, bélica por naturaleza, temía que los atenienses se hicieran más poderosos, al ver que la mayor parte de Hellas (Grecia) se encontraba bajo el control de Atenas. La Guerra del Peloponeso se desarrolló en tres fases divididas por períodos de paz pactada. Estos períodos fueron los siguientes:
- La Guerra Arquidámica fue el primer período, en el que el dominio marítimo de Atenas se opuso a la clara ventaja militar de Esparta. Esta etapa culminó con la Paz de Nicias.
- La paz se rompió y hubo nuevos combates en el Peloponeso, que desencadenaron la segunda etapa de la guerra, que terminó en un desastre para Atenas, con la pérdida de gran parte de su ejército.
- La tercera fase fue conocida como la Guerra de Decelia. En ella, Esparta se alió con los persas y los sátrapas de Asia Menor, incitando a revueltas en las ciudades afines a Atenas. El resultado fue la destrucción de la flota ateniense y la rendición de la polis.
La guerra acabó en el año 404 a.C. con la derrota de Atenas. Sin embargo, la visión del mundo ateniense se impuso y extendió por el mundo entero. Esparta, devastada también por los efectos del conflicto, vio pasar rápidamente su época dorada. Estas dos ciudades-estado fueron la cuna de la civilización actual. Grecia es una perla de la historia y cultura universal, que marcó un hito en el desarrollo social que hoy conocemos. Si te interesa el tema, descubre los mejores lugares qué ver en Grecia, y aventúrate a dar un paseo por la historia, desde sus cimientos.