Uno de los factores fundamentales para todos los seres humanos, después de resolver las necesidades más elementales como comida y vivienda, es el de las relaciones humanas; y es ése uno de los sentidos de la célebre frase de Aristóteles que nos definía como “animales políticos”, es decir, animales que necesitan vivir en sociedad.
Por ello es tan importante mantener y mejorar tus relaciones sociales, algo que no siempre es fácil de lograr, especialmente si no conoces esta sencilla regla de la que te hablaremos a continuación.
Este factor es el Nº 1 al intentar mantener y mejorar tus relaciones sociales
Emma Seppälä es Directora Científica de Investigación y Educación para la Compasión y el Altruismo de la Universidad de Stanford, y autora de varios libros sobre relaciones humanas y los elementos que favorecen u obstaculizan estas interacciones.
Por ejemplo, en cuanto a las relaciones más básicas –y a la vez complejas– entre los humanos, como son las existentes entre hombres y mujeres, Seppälä no concuerda con las tendencias psicológicas y sociológicas que enfatizan las diferencias entre ambos sexos –»los hombres son de Marte y las mujeres de Venus»–, cuando son más las semejanzas, e incluso es común que en cada ser humano estén presentes características de ambos sexos; y cree que hay problemas más graves en la interacción humana que las diferencias de género, como pueden ser la soledad creciente de los individuos urbanos y las dificultades para relacionarse con otros, sin importar el sexo.
Ella cree que el factor Nº 1 para mantener y mejorar tus relaciones sociales consiste en aprender a amarse a sí mismo, a ser amable consigo mismo y a practicar la autocompasión.
Emma Seppälä es autora de The Hapiness Track (El surco de la felicidad: cómo aplicar la ciencia de la felicidad a toda velocidad), y utiliza el término autocompasión de un modo distinto al que estamos acostumbrados: no se trata de lamentarse continuamente por nuestros errores y fracasos, o por lo mal que pueda irnos, sino aprender a perdonarnos y a no ser duros con nosotros mismos cuando algo no sale como esperamos. Formamos parte de una sociedad que promueve la culpa y un sentido autocrítico tan fuerte que puede llegar a afectar la autoestima.
Y el punto vendría a ser éste: si no aprendemos a amarnos y perdonarnos es muy probable que otros tampoco lo hagan. El amor, como muchas otras cosas, empieza por casa.
Se atribuye a Aristóteles también otra frase sobre los humanos que pretendían vivir fuera de las relaciones sociales, y es que éstos sólo podían ser dos cosas: dioses o monstruos, y la idea de mejorar tus relaciones es no caer en ninguno de esos extremos, y sólo ser humanos en busca de un mejor desarrollo personal.
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