Vas a comer algo cuando, de repente, ves que la fecha de caducidad y… ha pasado algún tiempo desde entonces. ¿Comes o cocinas ese alimento igual o prefieres tirarlo por miedo a enfermar? Las fechas de caducidad nos indican el día hasta que el producto cuenta con el 100% de su calidad original, pero esto no en todos los casos significa que ya no puedas consumirlo dos o tres días después de pasada la fecha, si aún son comestibles. ¡Conoce un poco más sobre el tema!

Fechas de caducidad de los alimentos: ¿cuándo son correctas y cuándo no tanto?

¿Sabes cómo se ponen las fechas de caducidad de los alimentos? Se hace poniéndolos a prueba, para ver cómo cambian bajo diferentes condiciones; luz, oxígeno y temperatura a través del tiempo.

El día que marca la fecha de caducidad no es una simple fecha puesta con propósitos de mercadotecnia, pero tampoco dignifica que ya no puedas comer de ningún modo el alimento, sólo indica que la calidad no es la más óptima, según las estimaciones pertinentes.

Normalmente nuestros sentidos nos ayudan a saber si un alimento está en buen o mal estado; veamos cuándo no es recomendable consumir algunos alimentos:

Pan

Es algo de bastante lógica, pero cuando al pan le salen pequeñas manchas de moho, incluso si es solo en algunas partes no se debe consumir. El pan es poroso y el moho se puede esparcir rápidamente a través de la barra, lo que hace que puede contener pequeñas cantidades de moho, que posiblemente no son muy visibles.

Si han pasado varios días y el pan no está mohoso, pero esta duro, puede ser usado en otras preparaciones.

Lácteos

Con la leche y el queso es difícil equivocarse; prácticamente se sabe de inmediato si están vencidos por el sabor y el aroma, que se ve afectado por las bacterias que empiezan a aparecer cuando pasa demasiado tiempo.

Huevos

¿Cómo saber si un huevo no esa fresco? Mételo en un recipiente con agua, si flota es porque no debe ser consumido; no está fresco, si se hunde, ¡adelante, puedes comerlo!

Esto se da porque a medida que pasa el tiempo, el huevo, por ser poroso, acumula aire en el interior, razón  por la cual va a flotar en el agua. ¡Mejor prevenir que curar!

Carne cruda

Si la carne tiene un olor demasiado fuerte, esto significa que las bacterias están creciendo y debes tirarla de inmediato. También hazlo si esta babosa o dura, o si su textura normal ha cambiado. Por lo general se recomienda comerla hasta tres días después de ser comprada.

Vegetales

Si los vegetales empiezan a ponerse amarillos u opacos, ya no están frescos. Su textura también cambia y ya no son tan nutritivos.

Puedes quitar las partes amarillas si no son demasiadas y usar el resto, pero ten en cuenta que no va a ser igual de buena para tu salud.

Fruta

Con la fruta es más fácil saber cuándo se ha echado a perder; cuando está descolorida, huele mal, esta arrugada o seca, es el momento de apartarla de tu menú.

Las manchas marronosas en la cascara indican la pérdida de vitaminas. ¡No esperes demasiado a comerlas después de comprarlas!

Aceite de oliva

Un buen aceite de oliva debe oler a oliva; un aroma suave y aromático. Si el aceite ya no tiene ese característico y agradable olor y, al contrario, se vuelve distinto y más fuerte… claramente no debería ser consumido.

¿Sigues al pie de la letra las fechas de caducidad de los alimentos? Ya sabes que puedes consumirlos si aun están en buenas condiciones, solo ten cuidado y tiralos si notas algo extraño.

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