El hombre tiene en su naturaleza la infinita e imperecedera necesidad de creer. Sea en un Dios, en varios, o en cualquier formato de fe, es parte de la esencia del hombre a lo largo de los siglos, el hecho de poseer y defender una fe o creencia. En este sentido, la mitología ha servido para dotarnos de las más ricas leyendas y de las más profundas creencias. Cuando hablamos de la mitología nórdica, una de las más legendarias en la historia de la humanidad, se nos vienen a la mente nombres como el del gran Odín o de su hijo predilecto, Thor. Pero en esta oportunidad hemos querido profundizar en quién fue Freya en la mitología nórdica. Y es que la diosa Freya es definitivamente, uno de sus más increíbles personajes. ¡Acompáñanos a descubrir quién fue esta diosa en este nuevo artículo de Supercurioso!

Freya, la diosa de la mitología nórdica 

Los pueblos nórdicos, escandinavos y germanos, fueron el génesis de una mitología llena de singulares leyendas, que han permanecido hasta nuestros tiempos, siendo protagonistas de una infinidad de estudios, libros y películas. La diosa Freya forma parte del grupo de los Dioses Vikingos, siendo así uno de los personajes femeninos más destacados. Con una hermosura inigualable, que dejaba sin habla a cualquiera, Freya es la deidad del amor y de la lujuria, aunque también tuvo bajo su dominio otras responsabilidades.

1.¿Quién fue Freya, la diosa de la belleza y la guerra?

Quién fue Freya, la diosa nórdica de la belleza y la guerra

Los Vanir y los Æsirson son los dos grandes grupos de dioses en la mitología nórdica que se enfrentaron en una cruenta guerra, que terminaría con la unificación de ambos bandos. Freya en la mitología nórdica, pertenecía al grupo de los Vanir, y fue junto a Frigg, una de las esposas de Odín.

Freya era de las deidades femenina más venerada; seductora y con una belleza muy superior al promedio. Esta diosa reinaba en el amor, en la sexualidad y en la fertilidad. Era invocada para asistir partos, proveer amores felices y para velar por las buenas estaciones. Por otra parte, su fuerte carácter y su tremenda capacidad de liderazgo, le confirió también el poder de ser la diosa de la guerra.

Era ella quien tenía parte del dominio de las Valkirias, entidades femeninas que estaba a su servicio y al de Odín. Ellas eran las encargadas de rescatar a los más heroicos guerreros caídos en batalla. En la mitología nórdica, Freya tenía el derecho de reclamar a la mitad de los soldados muertos, pues la otra mitad correspondía a Odín. Luego de que le fuesen otorgados, los recibía en el Fólkvang, el lugar que había destinado para agasajarlos. Se cuenta que los caídos que pertenecían a la diosa Freya, eran aquellos que luchaban a la defensiva, protegiendo a las familias y bienes, mientras que las almas que quedaban bajo el cuidado de Odín, eran las que luchaban en la ofensiva, y dejaban su vida en el campo de batalla.

También se cuenta, entre las leyendas sobre el Fólkvang de Freya, que no sólo recibía a los soldados muertos, sino también a las doncellas que se inmolaban tras la trágica muerte de sus amados. Este espacio se convertía, entonces, en un lugar para el reencuentro de los amantes, después de la muerte. Esta creencia ha contribuido a fortalecer la idea de que la diosa daba al amor una importancia fundamental. Es por esto que empezó a protagonizar las oraciones de los amantes, quienes la invocaban a través de rezos y cánticos, pidiéndole amor, sexualidad y fertilidad plena.

Quizás el valor del amor que Freya en la mitología nórdica defendía a capa y espada era producto de sus propios dolores. Esta hermosa mujer de cabello dorado y ojos azules, voluptuosa y sensual, considerada la deidad del sexo y la lujuria, contaba con el absoluto deseo de dioses, humanos y de las más variadas criaturas. Pero su propio esposo, el dios Od, osaba abandonarla por largas temporadas. La diosa en aquellos momentos lloraba amargamente, pero al tener un carácter independiente, seductor y fuerte, no se limitaba en la búsqueda de amantes que le hicieran compañía. Entre ellos, su favorito era Frey, su propio hermano.

2. ¿Cuál es el significado del nombre Freya?

Cuando hablamos de quién fue Freya en la mitología nórdica, lo primero que se tiene en cuenta es su dominio sobre el amor, la sexualidad y la guerra. Su nombre quiere decir «mujer, ama y señora», siendo reconocida como una de las más veneradas deidades vikingas. Sin embargo, esta no fue la única identificación que se usó para nombrar a la diosa. La mitología no ahorró en creatividad para dotar a esta deidad de un sinnúmero de nombres.

Por ejemplo, se cuenta que cuando la diosa Freya salía a recorrer los recónditos caminos del mundo, en búsqueda de su esposo, en cada nuevo lugar que pisaba era llamada de una forma diferente por sus habitantes. Entre los nombres más conocidos con los que se le identificó, estuvieron Hörn, que significa lino, Gefn, la generosa, Sýr, que quiere decir, la del cerdo, Mardöl, resplandeciente en el mar, Thrungva, la de los brotes, y también Vanadís, la Señora de los Vanes.

Los términos Gersimi, que significa joya, y Menglödh, que quiere decir alegre con su collar, también fueron expresiones que se usaron para llamar a Freya en la mitología nórdica. En virtud de ser la señora de las Valquirias y recolectora de los espíritus guerreros, también se le conoció como Eigandi valfalls, que significa poseedora de los caídos en batalla o Valfreyja que es señora de los caídos en batalla.

3. La verdadera historia de la diosa Freya

Freya. Diosa de la belleza y la guerra en la mitología nórdica

El origen de Freya en la mitología nórdica lo hayamos en la propia guerra de bandos entre los dioses vikingos. Se cuenta que la gran guerra entre los Vanir y los Æsir fue originada por Gullveig, una misteriosa diosa o gigante que fue maltratada por los Æsir y, posteriormente, fue arrojada a la hoguera. Este fue el desencadenante de una guerra de bandos que duró hasta que logró hacerse un tratado de paz.

El acuerdo implicaba un intercambio de rehenes. Se ordenó entonces el traslado del dios Njord desde el Vanaheim, hogar de los Vanir, a Asgard, hogar de los Æsirsir. Allí fue donde Njord, al ser autorizado a desposar a su hermana, Nerthus, engendró a dos hermosos y muy poderosos hijos gemelos: Frey y Freya. Estos llegarían incluso a enlazarse en la sexualidad, como amantes, al igual que lo hicieran sus padres.

Importantes referentes literarios de la mitología nórdica hablan sobre la diosa Freya, como es el caso del Gylfaginning, que en idioma nórdico antiguo quiere decir La visión o alucinación de Gylfi. En este compilado que constituye la primera sección del libro Edda menor, manual de poética y mitología se refieren a Freya como «…la diosa de más renombre; tiene en el cielo una morada llamada Fólkvangr, y siempre que cabalga a las contiendas, tiene una mitad de los muertos, y Odín la otra mitad…»

4. ¿Cuáles son los poderes de Freya?

los gatos de freya

Freya en la mitología nórdica era una de las deidades más poderosas y sus influencias abarcaban las más diversas áreas. La fertilidad y la abundancia de las cosechas eran parte de sus poderes. Para dar buenos frutos, controlaba la naturaleza y los relámpagos, y con ellos apresuraba la maduración de las cosechas.

En el campo del amor, la diosa Freya gustaba de ser honrada con canciones y rezos. Escuchaba atenta las peticiones de los amantes, y les concedía el buen amor y sexualidad. Ella misma, cuando sufría las largas ausencias de su marido, Od, lloraba lágrimas rojas que antes de tocar el suelo se transformaban en oro. Es por esto que los poetas escaldos llaman al metal dorado, las lágrimas de Freya.

Freya en la mitología nórdica, también era poseedora de un collar de oro, llamado Brisingamen, que representa el sol. Con él, la diosa era dueña del paso del día a la noche. Se sumaba a sus extravagantes pertenencias, una enorme y suntuosa capa, hecha con plumas de halcón, y que recibía el nombre de Valshamr. Con ella sobre sus hombros, Freya tenía el poder de transformarse en cualquier tipo de ave, y así surcar los cielos a su antojo.

Y aunque la facultad de volar estaba al total alcance de sus poderes, la diosa prefería desplazarse al mejor estilo de los guerreros. Los gatos del carro de Freya eran los encargados de tirar de su carruaje, con la velocidad digna de una diosa de la guerra. Sus nombres eran Trjegul y Bygul, dos Norsk skogkatt de pelaje azul y blanco, pecho ancho, patas largas, abundante pelaje y un carácter valiente y leal.

La pasión que Freyra en la mitología nórdica demuestra por los animales, no sólo alcanza a sus legendarios gatos. También poseía un jabalí de nombre Hildisvini, que significa cerdo de batalla. Era sobre su lomo que la diosa Freya se lanzaba a la batalla. Consideraba a este animal su talismán protector durante las guerras.

Y como el último, pero no menos importante, de sus poderes, se sabe que la diosa Freya en la mitología nórdica era diestra en el manejo de la magia seid, un cúmulo de hechizos y encantamientos relacionados con el otro mundo. Con este poder, Freya podía despertar a  los muertos para obtener conocimientos ocultos o averiguar el porvenir. En el arte de su práctica fue maestra de Odín.

5. Las hijas de Freya en la mitología nórdica

Las hijas de la diosa

Entre las leyendas vikingas, la de la diosa Freya marca la mitología. Su incomparable belleza no fue suficiente para hacerla dichosa en el amor, pues su matrimonio con Od le trajo incontables lágrimas. Sin embargo, el erotismo y sensualidad que la caracterizaban, nunca se atenuó. A diferencia de otros dioses, que pasan a la historia por ser los padres o madres de otros con mayor renombre, en el caso de Freya, es ella quien condensa todas sus glorias.

Sin embargo, se sabe que, al ser la diosa de la fertilidad, engendró dos hijas. Sus nombres eran Hnoss y Gersemi. La primera fue una diosa perteneciente a los Æsir del panteón nórdico, y heredó de su madre el simbolismo de la lujuria, el deseo y lo hermoso. Gersemi, por su parte, no parece haber tenido ninguna actividad divina, sin embargo se le consideraba una representación de la belleza y del amor fraternal. En resumen, su descendencia siguió la esencia de Freya, una deidad de fortaleza y hermosura insuperables. Si te interesa el tema mitológico, no dejes de leer estas geniales frases de la mitología griega, otra de las más importantes del mundo. Anímate a navegar por los caminos de este interesante universo.