¿Alguna vez has repasado una conversación y te has dado cuenta de que no has dicho lo que querías decir porque te has expresado mal? Si es así, no te preocupes, es más habitual de lo que parece. Incluso hay quien llega a sentir vergüenza al visualizar la escena ya vivida. Sin embargo, dicho sentimiento es más negativo que positivo, porque nos impide saber cómo hablar mejor.
Lo mejor que puedes hacer cuando te encuentras en una situación así es repasar tus errores y preguntarte cómo superar tu dificultad. Buscar soluciones siempre es mejor que culparte de los mismos. Sigue con nosotros y te daremos algunos consejos para afrontar una situación comunicativa y demostrar tu inteligencia.
Cómo hablar mejor para demostrar tu inteligencia
Vigila tu postura: manténte recto pero relajado
La comunicación no verbal es tan importante como las palabras que decimos. Por ello, es fundamental que cuides tu postura. Cuando estás erguido muestras interés en el mensaje de la otra persona y,por otro lado, transmites seguridad. Esto es importante porque tus interlocutores se darán cuenta de que tus opiniones y observaciones son fruto de la reflexión y no de una ocurrencia momentánea.
No bajes la cara
Si te preguntas cómo hablar mejor, presta mucha atención a este aspecto.
Mira a los ojos de tu interlocutor, de lo contrario, este puede pensar que estás mintiendo o que no estás convencido de lo que dices. Ambas circunstancias perjudican la percepción que estos tienen de ti y, en consecuencia, tenderán a cuestionar más todo aquello que dices.
Utiliza el volumen de voz adecuado
Hazte oír pero no grites. Usar un volumen muy bajo tiene el mismo efecto que desviar la mirada. Pensarán que te falta firmeza y si careces de ella, supondrán, es porque no basas tus afirmaciones en argumentos sólidos y reflexionados.
Por otra parte, elevar la voz demasiado te hará parecer dictatorial y agresivo. Tendrán la sensación de que intentas imponer tus impresiones por encima de cualquier cosa, de manera que el resto de participantes se sentirán avasallados e ignorados.
Usa ritmos distintos
¿Te acuerdas de ese profesor que sabía mucho pero con el que era imposible no dormirse? Para que alguien se concentre en tu mensaje, tienes que usar diferentes tonos y ritmos. Estos sirven para destacar lo que consideras más importante y pasar por alto lo que es menos.
Presta atención a tus oyentes
De la misma manera que tu lenguaje corporal cuenta, el de la persona que te escucha también. Sus expresiones y gestos dicen mucho de lo que piensan al oírte.
Por eso, son una fuente de información inestimable. Úsala a tu favor, es decir, si notas cierta falta de interés, hazle preguntas y déjale hablar. Recuerda que los oyentes son tan importantes como tú en cualquier charla, por lo que estar atento a ellos es esencial para aprender cómo hablar mejor.
Seduce con palabras que todo el mundo entienda
No caigas en lo común. Nadie quiere escuchar el mismo argumento de siempre. Aporta algo distinto a tus argumentos. La mejor estrategia para lograrlo es pensar en la seducción. Cuando quieres atraer alguien hacia a ti, procuras llamar su atención y para ello, tiene que entenderte.
Puede que al principio encuentres complicado seguir estas pautas, al mismo tiempo que sigues el hilo de la conversación. Como sucede con todo lo importante, es una cuestión de tiempo y de entrenamiento. Puedes comenzar practicando alguno para incorporar poco a poco el resto, ¿nos contarás tus avances y las diferencias que encuentras a partir de incorporarlas en tu vida?
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