En la aspirina tenemos una cura para muchos síntomas. Calmante para el dolor, prevención de infarto y prevención contra el cáncer, todo en una sola pastilla. Se podría pensar que quien inventó esta sustancia era un genio, pero la verdad es que los seres humanos han estado utilizando su equivalente natural durante miles de años. Descubre la historia de la aspirina.

La historia de la aspirina. El origen del «milagro» médico

La palabra «aspirina» viene de Spiraea, un género biológico de arbustos que incluye fuentes naturales del ingrediente clave del medicamento: ácido salicílico. Este ácido, parecido a lo que está en la aspirina moderna, se puede encontrar en jazmín, frijoles, guisantes, trébol y ciertas hierbas y árboles.

Los antiguos egipcios usaron la corteza del sauce como un remedio para dolores y otras aflicciones, explica Diarmuid Jeffreys, autor de «Aspirina: La historia notable de un medicamento maravilloso». No sabían que lo que reducía la temperatura corporal y la inflamación era el ácido salicílico.

Hipócrates, el médico griego que vivió entre los años 460 y 377 a. C., escribió que las hojas de sauce y la corteza aliviaban el dolor y las fiebres.

Mural del siglo XII en el que aparecen representados Galeno e Hipócrates, historia de la aspirina
Mural del siglo XII en el que aparecen representados Galeno e Hipócrates

No fue hasta miles de años más tarde que la gente comenzó a aislar los ingredientes clave de la aspirina. Un clérigo del siglo XVIII, Edward Stone, redescubrió la aspirina cuando escribió un informe sobre cómo una preparación de corteza de sauce en polvo parecía beneficiar a 50 pacientes. En el siglo XIX, investigadores de toda Europa exploraron el ácido salicílico.

El farmacéutico francés Henri Leroux lo aisló en 1829. Hermann Kolbe descubrió ácido salicílico sintético en 1874, pero cuando se administraba a menudo en grandes dosis, los pacientes experimentaban náuseas y vómitos, y algunos incluso entraron en coma. Se necesitó un regulador para aliviar los efectos de este ácido sobre el estómago.

El paso definitivo en la historia de la aspirina, que la hizo nacer como la conocemos, sucedió a finales de la década de 1890 en forma de ácido acetilsalicílico cuando el químico Felix Hoffmann en Bayer, en Alemania, lo usó para aliviar el reumatismo de su padre, según un cronograma de Bayer. A partir de 1899, Bayer distribuyó un polvo con este ingrediente a los médicos para dar a los pacientes. El medicamento se convirtió en un éxito y, en 1915, se vendió como pastillas de venta libre.

La historia de la aspirina, la sustancia que revolucionó la medicina

Un paciente que no debería haber estado tomando aspirina fue el joven Alexei Nicholaevich Romanov de Rusia, que tenía hemofilia. La aspirina hacía empeorar el sangrado en este trastorno, pero los doctores imperiales probablemente le dieron al niño esta nueva maravilla sin saberlo, dijo Jeffreys.

Alexei, hijo del último zar, probablemente mejoró porque el místico Rasputín le dijo a la madre del niño que dejara los tratamientos modernos y en su lugar confiaran en la curación espiritual. La influencia de Rasputín en la familia Romanov pudo haber contribuido al levantamiento contra ellos, haciendo de la aspirina un posible factor en su asesinato y al final de la Rusia zarista.

historia de la aspirina, Rasputin
Grigori Rasputín

Los usos de la aspirina para los pacientes cardíacos salieron a la luz en 1948, cuando el médico californiano Lawrence Craven recomendó una aspirina al día para reducir el riesgo de ataque cardíaco, basándose en lo que había observado en los pacientes.

El Premio Nobel de Medicina en 1982 fue otorgado a los investigadores que demostraron la razón: inhibe la producción de hormonas llamadas prostoglandinas. Prostoglandinas son responsables de la formación de coágulos que conduce a ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, y la aspirina impide que la coagulación suceda.

¿Qué te parece la historia de la aspirina? ¿Sabías que procedía de la siempre tan impresionante naturaleza?