La imagen que ilustra el artículo muestra una pared de la cueva de Gargas, en Francia, donde también se puede apreciar, además del tamaño de las manos, las duras condiciones de la vida prehistórica, pues a varias de ellas les falta alguna falange.

Los estudios e investigaciones arqueológicas están dando qué hablar. Las nuevas tecnologías ayudan a develar y descifrar misterios prehistóricos, y cada vez más tenemos datos que nos dicen quiénes hemos sido, adónde hemos viajado y quiénes hemos pintado…

La mujer como madre del arte

Aunque el homo sapiens posee una antigüedad que ronda los 200.000 años, sus primeras manifestaciones artísticas conocidas, que podrían considerarse como tales, tienen apenas unos 40.000, y consisten en siluetas de manos impresas en paredes de cavernas y lugares más o menos aislados.

manos de neandertales

Estas representaciones de manos, que hacen pensar en niños expresándose y divirtiéndose en guarderías y preescolares, se encuentran en todos los continentes ocupados por el ser humano (menos la Antártida) y su antigüedad oscila entre los 12.000 y los 40.000 años, encontrándose las cuevas más antiguas en España y Francia.

Gruta de Pech Merle, en Francia
Gruta de Pech Merle, en Francia

La novedad entre tantas fechas prehistóricas consiste en que un investigador afirma que al menos un 60% de esas impresiones de manos que se encuentran en los sitios arqueológicos más antiguos fueron hechas por mujeres.

Cueva de Santa Cruz, Argentina
Cueva de Santa Cruz, Argentina

El estudio que descubrió este hecho fue realizado por el arqueólogo Dean Snow, de la Universidad de Pensilvania y la noticia, que ya ha generado un debate en la comunidad científica, fue adelantada por la revista National Geographic.

El tamaño sí importa, para determinar el género

La técnica para pintar las manos en las paredes era bastante sencilla: se tomaban los pigmentos en la boca, se colocaba la mano en la pared y luego se soplaban los pigmentos sobre ella. También podían haber utilizado huesos huecos para ayudar en el proceso de asperjar el tinte.

Snow pudo determinar que las manos eran femeninas apoyándose en el conocimiento anatómico de fósiles humanos de la última glaciación (hace 40.000 años) y realizando mediciones de la longitud de los dedos –comparando el tamaño del índice con el meñique y el anular–…

Cueva de El Castillo, en Cantabria, España
Cueva de El Castillo, en Cantabria, España

… y aunque estimó que el porcentaje era de un 60% perteneciente a mujeres esta cifra podría estar en realidad por un 75%, y obliga a preguntarse cuál fue la participación femenina en la creación de los primeros dibujos de animales y representaciones humanas presentes en estas cavernas.

¿Ama de las cavernas?

Las manos impresas en las paredes de cavernas de España y Francia, como las de El Castillo, Maltravieso, Gargas, Tibirán y Pech Merle, entre otras, están demasiado lejos en el tiempo como para que podamos entender si su sentido era religioso, mágico, o simplemente un intento por dejar constancia de nuestro paso por el mundo y por la vida (“yo estuve aquí”), pero de confirmarse la tesis de Snow obligará a arqueólogos e historiadores a replantear la posición e importancia de las mujeres en las sociedades prehistóricas.

¿No te parecen hermosas esas pinturas? Coméntalo en la página, y lee la cueva de las manos en la Patagonia, de la que te hemos mostrado una imagen. Y también, para seguir con el tema de las primeras mujeres, el artículo sobre Enheduanna, la primera autora conocida de la historia.

Imágenes: Wikipedia