«Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza», una frase bíblica que parece haber marcado intensamente al legendario artista del renacimiento Miguel Ángel, incluso de maneras que -hasta la fecha- muchos ni se habían dado cuenta. Estudios recientes revelan lo que ocultó en la representación de Dios, en una de sus más famosas obras: ‘La Separación de la Luz y las Tinieblas’.

El cerebro oculto en la representación de Dios de Miguel Ángel

Miguel Angel Buonarroti es probablemente una de las figuras renacentistas más populares de nuestra historia, un hombre realmente extraordinario, fue un arquitecto, escultor y pintor, un artista completo. Además de esto, también fue un devoto amante de la anatomía humana, llegó a ser conocido por diseccionar cientos de cadáveres a lo largo de su vida, con el fin de estudiarlos. Es por eso que es tan increíblemente extraño mirar en uno de sus paneles de la Capilla Sixtina su rara representación del ‘cuello de Dios’.

En la pintura se ve una representación de Dios desde abajo, este se encuentra mirando hacia arriba, lo que expone su cuello y barba de manera incómoda, a simple vista cualquiera diría que algo no termina de estar «bien». Y es que la forma en que la luz y las sombras caen sobre el cuello no concuerda con la ilustración –algo que no es normal en las obras del artista- lo cual llevó a dos investigadores, un neurocirujano y un ilustrador médico a tratar de entender el asunto.

El cerebro que Miguel Ángel ocultó en su representación de Dios
Cerebro oculto en el cuello de Dios

Por medio de recursos y análisis digitales, compararon las sombras que se muestran en el cuello de Dios con modelos de diferentes secciones del cerebro y ¡en efecto! Eran una pareja casi perfecta.

Y es que esta no es la primera vez que Buonarroti ‘ocultaba’ referencias al cerebro humano, pues en el pasado un ginecólogo llamado Frank Lynn Meshberger, también encontró una pista en La Creación de Adán, esta vez está en el velo detrás de Dios, el cual tiene la silueta exacta de un cerebro. Obra que también es parte de ‘La Separación de la Luz y las Tinieblas’ en la Capilla Sixtina.

El cerebro que Miguel Ángel ocultó en su representación de Dios
La Creación de Adán y el cerebro oculto en el velo

Es entonces claro que el artista tenía un motivo definido relacionado con el cerebro –el órgano humano más eminente– y la divinidad. Y por consiguiente, la relación entre esos dos, lo cual nos lleva casi directamente a la Biblia, y a como ahí Dios quería que el humano fuera su representante en la tierra, haciendo del hombre un ser inminentemente espiritual, capaz de conectarse con la divinidad de manera intima.

Una particularidad que hace al hombre totalmente diferente del resto de la creación, hecho que definitivamente impactó a Miguel Ángel de manera profunda, pues el ‘arte bíblico’ comprende la mayoría de sus obras. ¿Quién sabe qué más secretos dentro de su colección, además del descubierto en su representación de Dios, espera por ser descubierto?

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Imágenes: wikipedia, 20minutos.