Ares, el dios griego de la guerra o Marte, como lo llamaron los romanos, es uno de los 12 dioses del Olimpo. Brutal y violento no buscaba la estrategia y la mediación en las contiendas como su hermanastra Atenea, sino que disfrutaba con el tumulto y la destrucción. Los griegos no lo apreciaban demasiado ya que pensaban que estaba detrás de las plagas y las epidemias. Sanguinario y salvaje no era merecedor de confianza, ya que cambiaba de bando según le complacía en cada momento. Incluso sus propios padres lo odiaban. Acompáñanos a conocer 4 Mitos de Ares curiosos. Antiguas historias del dios griego de la guerra.
Historias del dios griego de la guerra
Ares, el dios griego de la guerra, se distinguía de los demás por unos atributos característicos. Entre estos, los más destacados son la cuadriga tirada por 4 sementales inmortales y que guiaba con bridas de oro, los pájaros que lo acompañaban y cuyas plumas lanzaban como si fueran dardos y la armadura y la lanza que llevaba en la batalla. Son muchas las historias mitológicas que giran entorno al dios griego de la guerra. Hemos escogido de los mitos de Ares más representativos. ¡Esperamos que os gusten!
4 Mitos de Ares
Ares era hijo de Zeus y Hera y uno de los 12 dioses del Panteón Olímpico.
Mito de Ares y Afrodita
Afrodita, la diosa más bella del Olimpo, fue casada por Zeus con el más feo, malhumorado y deforme de los dioses: Hefesto, el dios de la fragua, la forja y los volcanes. Ella no estaba conforme con su suerte y tomó como amante a Ares, el dios griego de la guerra.
El mito de Ares y Afrodita cuenta que en una de las ocasiones en que yacían juntos, Helios pudo observar a la infiel pareja y corrió a avisar a Hefesto de la traición de su esposa. Éste, que era un genial artesano de objetos mágicos, creó una red de oro y metales que cuando caía encima de alguien era imposible desprenderse de ella. Esperó a que la pareja estuviera en el lecho y les tiró la malla por encima, quedando ambos atrapados sin poder moverse. Hefesto fue a avisar a los otros olímpicos para que se burlasen de los prisioneros, sin embargo la opinión de la mayoría fue que gustosos cambiarían su lugar por el de Ares, tumbado a la vera de la hermosa Afrodita. Hefesto no consiguió su venganza y tiempo después decidió liberarlos a cambio de la promesa de que no continuaría su romance. Ni Ares ni Afrodita cumplieron, y una vez liberados huyeron a Tracia, tierra natal de Ares.
Mito de Ares y el canto de los gallos al amanecer
El dios que se chivó a Hefesto de la infidelidad de su esposa Afrodita fue Helios y el mito del canto de los gallos que veremos a continuación tiene que ver con la participación de esta divinidad en ese asunto amoroso.
Ares mantenía relaciones ilícitas con Afrodita en la propia casa de ésta con Hefesto. Como temían que el dios de la fragua pudiera aparecer en cualquier momento, Ares dejaba apostado a la puerta a un joven soldado llamado Alectryon que debía avisarlos si aparecía el esposo. Un día Alectryon se quedó dormido y Helios, el dios del sol, fue testigo de la infidelidad y alertó a Hefesto, con las consecuencias que ya sabemos. Ares, furioso con el joven por haberse dormido lo convirtió en un gallo y desde entonces los gallos cantan al amanecer tan pronto como ven el primer rayo de sol.
Mito de Ares y Adonis
Los amores de Ares y Afrodita no duraron mucho tiempo, como es habitual en el Olimpo. Afrodita quedó prendada de un príncipe chipriota llamado Adonis. Adonis era un joven de gran belleza fruto de la relación incestuosa del rey de Chipre con su hija debido a una maldición que les había echado la propia diosa envidiosa de la belleza de la princesa. Así se incia el mito de Ares y Adonis.
Afrodita se enamoró posteriormente del joven Adonis y mantenía relaciones con él a espaldas de su esposo Hefesto y su amante Ares. Cuando el dios griego de la guerra se enteró del asunto, movido por los celos, decidió acabar con Adonis. Éste era muy aficionado a la caza y a pesar de las advertencias de Afrodita, actuaba de forma temeraria en muchas ocasiones. Un día salió a cazar y vio frente a sí un enorme jabalí que no era otro que el propio Ares. El animal atacó al joven con sus colmillos venenosos clavándoselos en la pierna. A los gritos de Adonis, Afrodita bajó del Olimpo, pero solo llegó a tiempo de sostenerlo en sus brazos y convertir en flores rojas la sangre derramada.
Mito de Ares y el primer juicio por asesinato de la historia
El cuarto de los mitos de Ares lo hace protagonista del que se considera es el primer juicio de la historia por asesinato.
Las violaciones estaban a la orden del día en el Olimpo a juzgar por los mitos. Medusa y Atenea, como tantas otras, sufrieron los ataques de sus congéneres. Sin embargo, los dioses, aunque actuaban de esta manera, no toleraban que a su descendencia les pasase lo mismo. Ares violó a Agraulo, una princesa ateniense, con la que tuvo una hija, Alcipe. Cuando se hizo mayor, un hijo de Poseidón llamado Halirrotio intentó violarla. Ades, furioso, mató al joven.
Poseidón, indignado, exigió a Zeus que Ares recibiera un castigo ejemplar. Zeus decidió someterlo a juicio y sus jueces fueron los otros dioses del Olimpo. Ares fue llevado al Monte Aerópago para el juicio. Lo otros olímpicos lo absolvieron tras una votación. Se considera que este fue el primer juicio por asesinato de la historia. El monte donde dice la tradición que se llevó a cabo el juicio se conoce como «la Colina de Ares» y está situado al oeste de la Acrópolis de Atenas.
¿Conocías estas historias del dios griego de la guerra? ¿Sabes algunos mitos de Ares diferentes? ¡Compártelos con nosotros!