La sexualidad ha sido un tema central en la vida humana desde tiempos inmemorables, pero la manera en que la consideramos hoy en día, no es igual a la forma en la que era vista en la Antigüedad. Muchos factores influyen en cómo trataban la sexualidad entonces, desde el contexto cultural e histórico hasta el económico. Entérate de cómo abordaban las civilizaciones de antaño este aspecto de la vida.
Las inusuales maneras en que los humanos veían la sexualidad en la Antigüedad
Una de las civilizaciones antiguas más famosas y que continúa teniendo gran influencia en la vida moderna, es la griega. Sin embargo, en cuestiones de sexualidad, las creencias de los antiguos griegos serían consideradas muy sorprendentes hoy.
Según los historiadores, los antiguos griegos no tenían concepto de homosexualidad y, en cierto modo, es verdad. Era perfectamente normal que un hombre griego en la antigüedad tomara a un joven, prácticamente un niño, como amante, y algunos incluso han dicho que el amor entre hombres y discípulos era la piedra angular del funcionamiento de la cultura griega.
Los griegos aceptaban completamente que dos hombres estuviesen enamorados, siempre y cuando uno de ellos fuera muy joven. Sin embargo, si dos hombres adultos estaban en una relación, era visto por los griegos como algo extraño. Una de las partes de la relación, creían, tenía que asumir el papel de una «mujer», y cualquier hombre de más de 17 años que estuviera dispuesto a asumir un «papel de asiento trasero» o secundario, se consideraba insólito. Aunque no conllevaría a una condena de muerte, simplemente provocaría un escándalo.
Otra civilización con puntos de vista sobre la sexualidad bastante similares, aunque más estrictos que los griegos, fue la romana.
En la antigua Roma se consideraba aceptable que los hombres tuvieran relaciones con niños esclavos o con prostitutos adolescentes, pero cualquier hombre adulto que estuviera dispuesto a estar en la posición de «receptor» era considerado afeminado o incluso patológicamente enfermo.
Aunque esto suene incoherente, la actitud de los romanos hacia las lesbianas era aún más extraña. Muchos romanos no creían que las lesbianas existieran. El poeta Ovidio llamó al lesbianismo «un deseo que nadie conoce», pensando que «entre todos los animales, ninguna mujer es poseída por el deseo a la mujer».
Al afrontar la realidad de que las lesbianas sí existían, se sintieron asqueados. Los escritores romanos -que, por supuesto, eran hombres- dijeron que las lesbianas iban «contra la naturaleza» y «abusaban de sus poderes sexuales«. Incluso se dijo, ojo al dato, que ser lesbiana era tan perverso como tener relaciones sexuales con un animal muerto.
Por otro lado, la milenaria cultura china parece que era la más cercana a un paraíso de liberación íntima, dentro de la sexualidad en la Antigüedad. En la China antigua, los emperadores tenían concubinos y prostitutos masculinos, que eran valorados por su apariencia.
Sin embargo, nadie pensaba que estas relaciones fueran extrañas. Hay una historia sobre el Emperador Ai y su amante Dong Xian, en la que Dong Xian se quedó dormido sobre la manga del emperador. No queriendo despertar a su amante, el emperador se cortó la manga y se escabulló. Los miembros de la corte, conmovidos por la historia, mostraron su apoyo cortando sus mangas también.
No obstante, aunque podían tener concubinos, estas eran pasiones fugaces y casi nunca compañeros de vida. Por lo general, ambos hombres tenían esposas e hijos. Estos hombres podían tener aventuras, pero en su cultura tenían el deber de procrear.
¿Qué te parece? ¿Habías visto la sexualidad en la Antigüedad desde estos ángulos?
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