Son numerosas las obras de arte que han desaparecido. Unas fueron víctimas de la intransigencia, otras de desgracias como incendios, terremotos o inundaciones y un número indeterminado se esfumaron tras un robo. De vez en cuando, sorprendentemente, aparece alguna de esas obras de arte que se creía perdida. El caso de la obra de arte perdida y recuperada gracias a la película Stuart Little, ocurrió hace unos años, pero es tan curiosa que nos ha parecido interesante compartirla.

La obra de arte recuperada gracias a la película Stuart Little

Las navidades de 2009 un historiador del arte llamado Gergely Barki, que trabajaba como investigador en la Galería Nacional de Hungría, se encontraba en el salón de su casa viendo la televisión con su hija pequeña, Lola. La película que ambos estaban visionando era «Stuart Little». Repentinamente el padre se levantó emocionado y, tal como explicó él mismo, de poco deja caer a su hija al suelo. Había descubierto algo en la película: el cuadro que colgaba encima de la chimenea del hogar de la familia Little, era una obra de arte que había desaparecido hacía más de 80 años.

La obra de arte perdida y recuperada gracias a la película Stuart Little

La obra se llamaba «Mujer dormida con jarrón negro» y Barki la conocía únicamente por el folleto en blanco y negro que había visto de una exposición en Budapest de 1928. Su autor, Róbert Berény, fue un artista húngaro vanguardista que estudió en París e introdujo en su país el expresionismo y el cubismo. La obra en cuestión se daba por perdida, pues tras su exhibición el año 1928 no se había vuelto a saber nada más de ella.

La obra de arte perdida y recuperada gracias a la película Stuart Little

Barki se puso en contacto con  Columbia Pictures y Sony Pictures, productores del film, para poner en su conocimiento lo que creía haber descubierto y averiguar la historia de la pintura y como llegó a aparecer en la película. Tardaron más de 2 años en averiguarlo, pero finalmente lo pusieron en contacto con la diseñadora de los decorados de la película. Ésta le explicó que había adquirido la obra en una tienda de antigüedades en Pasadena, California, por 500 dólares ya que le había parecido perfecta para la decoración del salón de la familia Little. Una vez acabado el rodaje, cogió la obra y la colgó en una pared de su propia vivienda. La decoradora vendió el cuadro a un coleccionista particular que más tarde lo devolvió a Hungría donde fue subastado y vendido por 229.500 Euros en 2014.

El investigador Gergely Barki cree que muy posiblemente el cuadro fue adquirido por un húngaro de origen judío en la exposición de 1928 y que éste debió huir de Hungría en los años de la Segunda Guerra Mundial y al llegar a EE.UU. se vio obligado a venderlo.

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