Sin derecho a circular libremente por estar impedidos de tramitar una visa, pasaporte o la documentación requerida para gozar de los beneficios que otorga tener una ciudadanía, como contar con asistencia médica, seguros, educación o abrir una cuenta bancaria, son algunas de las penurias que atraviesan las personas sin ninguna nacionalidad.  Conoce estas historias reveladoras que retratan la pesadilla de pertenecer a ningún lugar.

La pesadilla de no tener ninguna nacionalidad

Frederick Ngubane

Frederick Ngubane se convirtió en un apátrida en circunstancias sumamente complejas, al igual que las demás personas que mencionaremos en este artículo, que han vivido la pesadilla de no tener ninguna nacionalidad.

A los tres años de edad, Ngubane se mudó de Sudáfrica a Kenia junto a su progenitora después de que su padre falleciera. Una decisión que más adelante solo le adjudicaría calamidades, pues en 2002 la madre de Ngubane fue asesinada, quedando él bajo el amparo de un amigo de la familia que murió en 2008. Un año después de esta pérdida, encontrándose desamparado en un país que no era el suyo, el joven decidió regresar a su tierra natal.

La pesadilla de no tener ninguna nacionalidad. Historias que lo revelan

A partir de ese momento las cosas se pondrían color de hormiga, el consulado sudafricano en Kenia le negó la visa que por naturaleza le correspondía. Ngubane se vio obligado a trasladarse a Sudáfrica para resolver esta situación con un permiso especial, pero desgraciadamente el taxi que lo transportaba fue secuestrado y, en el suceso, perdió la documentación que validaba su ciudadanía. Sin nada con que apoyar la procedencia de Ngubane más que con su palabra, la Secretaria de Asuntos Internos rechazó la solicitud de visa y obstaculizó la posibilidad de conseguir la copia de la partida de nacimiento de Ngubane para esclarecer el asunto.

El permiso de residencia también le fue denegado, asimismo, los consulados de Kenia, Uganda y Tanzania igualmente le dieron la espalda al joven que quedó sin ninguna nacionalidad, desprotegido y en condición de ilegal.

Mehran Karimi Nasseri, 18 años en un aeropuerto

Una historia difícil de creer que inspiró la película “La Terminal”, dirigida por Steven Spielberg. Nasseri solía ser iraní hasta que le fue revocada la ciudadanía por oponerse al rey Mohammed Reza Pahlevi. Desde ahí su pesadilla iniciaría, con decir que Nasseri vivió en una sala de embarque de un aeropuerto francés desde 1988 hasta 2006.

Después de que Nasseri fuera extraditado de Irán, solicitó asilo en varios países. Bélgica fue el único en aceptar su petición. Y como este asilo supuestamente le garantizaba la permanencia en cualquier estado miembro de la Unión Europea según los estatutos que rigen a la organización, Nasseri optó por trasladarse a Reino Unido donde rechazaron su ingreso, por lo cual fue deportado inmediatamente a Francia. Una de las complejidades de este caso, Nasseri había perdido la documentación en uno de sus maletines, por tanto las autoridades francesas no sabían qué hacer con él.

La pesadilla de no tener ninguna nacionalidad. Historias que lo revelan

Por una parte no había manera de devolverlo a su país de origen, puesto que, debido a su situación, ya no tenía adonde regresar. Un encarcelamiento tampoco sería la solución, ya que no procedía. Los franceses entonces decidieron que Nasseri se instalaría en la zona de embarque del aeropuerto Charles de Gaulle durante 18 años, debido a que tampoco podía regresar a Bélgica por cuestiones reglamentarias.

No fue hasta el 2007 que Nasseri fue enviado al centro de caridad de Emmaüs, en París, donde reside en la actualidad, a raíz de un problema de salud por el que fue trasladado a un hospital en el 2006.

Eliana Rubashkyn

Luis Rubashkyn, anteriormente de nacionalidad colombiana, cambió de identidad cuando supo que era intersexual. Tenía cromosomas masculinos y femeninos, por tanto decidió suprimir las hormonas masculinas para activar las femeninas, adquiriendo otra apariencia con senos y rasgos más delicados. Así pues, pasó a llamarse Eliana Rubashkyn en Taiwán donde se encontraba estudiando. Esta decisión no le había traído mayores complicaciones hasta que su pasaporte expiró y tuvo que viajar hasta Hong Kong para renovarlo en el consulado colombiano.

La pesadilla de no tener ninguna nacionalidad. Historias que lo revelan

En el aeropuerto de Hong Kong las autoridades la detuvieron, evidentemente su apariencia no coincidía con la del documento, lo cual produjo una enorme confusión. Luego de una larga espera permitieron su ingreso pero sin el pasaporte. A raíz de esto Eliana tuvo que vivir en las calles durante meses, se encontraba atrapada en Hong Kong, siendo blanco de abuso sexual, amenazas y tortura. Vivió un infierno.

En los esfuerzos de escapar de esta pesadilla, solicitó asilo en varios países, todos ellos denegaron su solicitud debido a que ella se rehusaba a someterse a una cirugía de reasignación de género como se le exigía. Finalmente las Naciones Unidas se encargaron de su caso, otorgándole el estatus de “refugiado de género” en Nueva Zelanda, lo cual significó perder la nacionalidad colombiana.

Mike Gogulski

A diferencia de todos los demás, Mike Gogulski es el único que ha decidido ser un apátrida por voluntad propia. En 2008 Gogulski se dirigió a la embajada de los Estados Unidos en Eslovaquia para renunciar a su nacionalidad. Salió de allí orgullosamente, incendió su pasaporte y fijó su posición de que no tendría ninguna nacionalidad. Por ello no podrá abandonar la Unión Europea ni obtener un nuevo pasaporte, no hay manera de hacerlo, ya que su situación migratoria es complicada.

La pesadilla de no tener ninguna nacionalidad. Historias que lo revelan

Gogulski justificó sus acciones con que nadie le había preguntado si quería ser estadounidense, pese a haber nacido norteamericano. Una nacionalidad que le causaba amargura, principalmente por estar en desacuerdo con la forma en la que es manejada la política en Estados Unidos, así que prefirió desprenderse de ella sin importar las consecuencias.

¿Conocías cuál es la condición de quienes no tienen ninguna nacionalidad?