Quizá recuerdes el episodio del Génesis bíblico en el que se relata la llegada de José a Egipto y cómo este interpreta los sueños del Faraón. El monarca había soñado con 7 vacas gordas y 7 vacas flacas y José le dijo que las 7 primeras representaban años de abundancia y las 7 siguientes años de escasez. Y ¿qué relación tiene este pasaje con las piedras del hambre? Bueno, las terribles piedras del hambre eran de alguna manera un intento de avisar a las generaciones futuras de algo que estaba a punto de ocurrir: la llegada de una hambruna.

Las piedras del hambre se utilizaron especialmente en Europa Central durante los siglos XV al XIX y se han encontrado en los lechos de los ríos cuando el caudal del agua ha bajado debido a una sequía. En Supercurioso queremos contarte cuál era su función. ¡Acompáñanos!

Las terribles piedras del hambre piedras del h

En Těchlovice, una localidad del distrito de Děčín en República Checa, en 1892, apareció en el lecho del río una piedra que fue leída por los barqueros que a su vez lo reportaron a los ciudadanos. La piedra tenía la siguiente inscripción a modo de oráculo: «Quien una vez me vio, lloró».

Otras piedras del hambre, tienen frases similares: «Han llorado, lloramos y llorarás», «Quienquiera que me vea ahora, llorará», «Cuando me veas, llora» o «Si me ves llora». Estas frases indican claramente qué eran y para qué servían las piedras del hambre. A diferencia de las marcas que suelen hacerse en lugares en los que por culpa de inundaciones el agua ha llegado a una altura completamente inusual, las marcas en las piedras del hambre sirven como memoriales y advertencia de la hambruna que llegará al haber descendido el caudal del río hasta dejarlas al descubierto.

 

Existen numerosos ejemplos, especialmente en República Checa y Alemania desde el siglo XV, pero al parecer, a principios de siglo se encontró una piedra con una fecha del siglo XI, pero no se ha vuelto a ver. Sin duda alguna estamos hablando de piedras misteriosas y muy inusuales.

Cuando no existían centros ni registros meteorológicos, los lugareños marcaban en las piedras los hitos importantes ocurridos en el lugar. Así, cuando había una etapa de sequía, solía marcarse en una piedra el nivel al que había descendido el caudal y el año en el que eso había sucedido. Además, solía acompañarse de una frase, como las anteriormente citadas, que debía servir de advertencia a los lugareños del hambre que estaba por venir debido a la falta de agua para los cultivos y a que los ríos serían poco profundos para navegar por ellos. También en algunos lugares indicaban que no habría suministro de sal.

En muchos lugares se han descubierto piedras con unas fechas marcadas: 1816 y 1817. Las piedras del hambre fueron erigidas o marcadas durante la hambruna que sucedió al «año sin verano» tras la erupción en Indonesia, en 1815, del volcán Tambora que provocó unas anomalías climáticas a nivel global. Las cosechas se perdieron y el ganado murió dando lugar a la peor hambruna del siglo XIX.

Las piedras en el siglo XXIpiedras del hambre

El verano de 2018 resultó especialmente seco y en República Checa se han visto emerger, en especial en el río Elba, muchas de estas antiguas piedras del hambre. Una de ellas tiene escrito que la sequía había traído una mala cosecha, la falta de alimentos, la subida de los precios y el hambre para la gente más pobre. Además de las piedras del hambre, el río Elba fue un lugar donde las tropas estadounidenses y soviéticas se reunieron en 1945 cuando avanzaban desde direcciones opuestas en la Alemania nazi, por ello, en el lecho del río se han encontrado varias bombas durmientes de la Segunda Guerra Mundial.

Un equipo de investigadores checos describió la piedra encontrada en el río el Elba con mayor detalle, de acuerdo con este objeto, las sequías en tierras checas han sido más frecuentes de lo que se pensaba. La piedra está cincelada con las fechas de las sequías y las iniciales de aquellos que hicieron la inscripción. De acuerdo con los investigadores y la información en las piedras del hambre, las sequías habían traído mala cosecha, falta de alimentos, altos precios y en consecuencia, hambruna en la sociedad, antes de 1900. Las siguientes sequías se conmemoran es las piedras del hambre: 1417, 1616, 1707, 1746, 1790, 1811, 1830, 1842, 1868, 1892 y 1893.

Los meteorólogos, sin embargo, han dicho que a pesar de lo duro de la sequía en Europa Central en el verano de 2018, en el que muchas de las piedras del hambre han sido visibles, esto no quiere decir que haya sido peor que en otras ocasiones. Las sequías del siglo XXI son las más extremas debido a la falta de precipitación durante el período que debería ser lluvioso, pero en realidad no han sido tan severas ni tan largas como las que han afectado Europa en los últimos 250 años.

Para concienciar a la gente de los terribles efectos del cambio climático y siguiendo la tradición secular de las piedras del hambre, en agosto de 2018, Greenpeace puso una piedra del hambre en el lecho del río el Elba, en el extremo sur del Domfelsen, una formación rocosa cerca de la catedral de Magdeburgo. Consta de una inscripción que dice: «Si me ves, es que la crisis climática ha llegado».

Las piedras del hambre son ahora una atracción turística en auge, son consideradas hitos hidrológicos más antiguos de Europa Central. Además, debido a una presa en el afluente del río Elba, se ve con mayor frecuencia estas piedras de lo que solía ser.

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