Una falsificación es un acto por el que se crean o modifican documentos, productos o efectos con la finalidad de hacerlos pasar por verdaderos o queriendo simular o alterar la verdad. A lo largo de la historia de la humanidad han habido numerosos casos de estafas que se han hecho célebres y algunos estudiosos consideran que si entendemos el engaño como un tipo de falsificación o estafa, se puede decir que el Caballo de Troya fue una de las primeras estafas de la historia. En Supercurioso vimos como el gran artista Miguel Ángel triunfó en Roma gracias a una falsificación y en esta ocasión hemos querido acercarnos a una de las mayores falsificaciones de la historia: Los Plomos del Sacromonte. Acompáñanos a descubrirla.
Los Plomos del Sacromonte, una de las mayores falsificaciones del historia
La principal curiosidad de los Plomos del Sacromonte es que no se trata de una falsificación por la que se quisiera obtener una ganancia económica, sino que según la mayoría de académicos, con ella se trató de frenar la hostilidad de Castilla y la Inquisición contra los moriscos. Se pretendía promover la tolerancia a sus costumbres, idioma y vestuarios entre otros aspectos.
1. Hallazgo de los Plomos del Sacromonte
Debemos trasladarnos a la Granada de finales del siglo XVI y principios del XVII para entender qué ocurrió y que suponía el hallazgo de los Plomos del Sacromonte. Todo empezó con el hallazgo, en 1588, por parte de unos obreros moriscos, de una arqueta de plomo al derribar el viejo minarete de la mezquita mayor nazarí de Granada. Era el 18 de marzo, día de San Gabriel. La caja fue abierta al día siguiente, festividad de San José. Las fechas no son casuales ya que San Gabriel es el ángel principal del Islam y sale a menudo en los libros de plomo del Sacromonte que supuestamente fueron dictados por la Virgen María, esposa de San José.
En la arqueta encontraron, entre otras cosas, una imagen de la virgen vestida con traje «egipciano» que era la que se había prohibido vestir a los moriscos y un pergamino escrito en castellano, árabe y latín castellanizado. En el se hablaba y se daban datos concretos de San Cecilio, mártir de Granada. Con esa información y tras darla por auténtica, en 1595, se empezaron a escavar las cuevas del Monte Valparaíso, hoy conocido como Sacromonte por los hallazgos que se hicieron.
Se encontraron allí 223 planchas de plomo circulares de aproximadamente 10 cm. y unidas de manera que formaban 21 libros. Estaban grabadas con textos y dibujos en carácteres extraños mezcla de latín y árabe. Se conocieron como los Plomos del Sacromonte o Libros plúmbeos del Sacromonte. Se creyó que eran un quinto evangelio dictado por la Virgen en lengua árabe y que debía ser divulgado en España por San Cecilio, santo que acompañó a Santiago Apóstol a su llegada a España y que era de origen árabe.
2. Contenido de los Plomos del Sacromonte
Junto a los Plomos del Sacromonte se encontraron restos humanos que se creyeron de San Cecilio, primer obispo de Granada y de once mártires más, que fueron asesinados en tiempos de Nerón. Los Plomos del Sacromonte supuestamente se remontaban a una época muy temprana del cristianismo, alrededor del siglo I, y en ellos se presentaba una forma de religión que no contenía rasgos ofensivos para los musulmanes. Siendo sin duda un intento de reconciliar el Islam y el Cristianismo.
Pretendían ser una especie de quinto evangelio escrito por Santiago el Zebedeo a dictado de la Virgen María y traducido al árabe por uno de sus discípulos llamado Tesifón. Destacan las instrucciones de María a Santiago haciéndolo viajar a España, con Cecilio, cristiano de origen árabe, y el nombramiento de Granada como centro espiritual de la península.
Los Plomos del Sacromonte iniciaron una gran controversia sobre su autenticidad. Posicionándose a favor y en contra muchos eruditos. Finalmente, el Papa Inocencia XI, en 1682, los declaró falsos y heréticos. Sin embargo, las reliquias de San Cecilio y los mártires, nunca se pusieron en duda.
3. Los autores de los Plomos del Sacromonte
Filólogos e historiadores creen que los autores de los Plomos del Sacromonte pudieron ser moriscos de alta posición social que trataban de evitar la persecución por parte de la Inquisición y de la Corona de Castilla, creando un relato que aunase las costumbres musulmanas con un tipo de cristianismo primitivo.
En concreto se cree que los falsificadores fueron dos importantes moriscos, Miguel de Luna, afamado traductor, y Alonso Castillo, médico morisco de Felipe II y también su intérprete del árabe. Ambos se salvaron de la expulsión por sus relaciones en las altas esferas, pero no así la mayoría de moriscos.
4. Los Plomos del Sacromonte en la actualidad
Tras ser declarados heréticos en 1682, fueron trasladados a los Archivos Secretos del Vaticano donde permanecieron ocultos. En el año 2000, tras décadas de solicitudes y gestiones, fueron devueltos a Granada y permanecen custodiados en la Abadía del Sacromonte. Pueden consultarse con el permiso del arzobispo de Granada.
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Los restos de San Cecilio y los mártires encontrados en el Sacromonte siguen venerándose en el Santuario que se creó a tal efecto. ¿Lo has visitado? ¿Conocías la existencia de los Plomos del Sacromonte? ¿Sabías que se los consideraba una de las mayores falsificaciones de la historia, pero que no perseguía ningún fin económico? ¡Comparte con nosotros tu opinión! Estaremos encantados de leerte.