¿Alguna vez has fantaseado sobre la posibilidad de que realmente pudiera existir “Spiderman”? ¡Te contamos lo que dice la ciencia al respecto!
¿Podría existir un ser como «Spiderman»?
Una investigación publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) se ha centrado en averiguar si el hombre araña podría ser real.
Para ello, los científícos buscaron en la naturaleza animales que tuvieran la habilidad de trepar en vertical y realizaron una comparación de 225 especies incluyendo insectos, ranas, arañas, lagartos e incluso un mamífero. El descubrimiento fue que todos ellos, a pesar de ser muy distintos, habían llegado a la misma solución: almohadillas adhesivas.
Esto se denomina «evolución convergente«, en la que diversas especies, sin nigún vinculo en común, llegan a la misma resolución de forma esporádica.
En este punto la pregunta es obvia, ¿podría el ser humano desarrollar esas almohadillas adhersivas y conseguir escalar por los edificios como «Spiderman»?
Al parecer, lo que es una solución para los animales, representaría un problema para el ser humano porque necesitariamos cubrir el 40% de nuestro cuerpo con adhesivos o tener un pie enorme del número 145, con el que seríamos incapaces de caminar, para poder escalar una pared vertical lisa tal y como hace “Spiderman”.
«Si un ser humano quisiera subir una pared de la forma en que lo hace un geco, necesitaríamos grandes pies pegajosos impracticables, nuestros zapatos tendrían que ser un 145 europeo», explica Walter Federle, el autor principal de la investigación.
La cantidad de adhesivos depende de la superficie total de nuestro cuerpo. Por ejemplo, los ácaros, esos bichos que nuestra vista es incapaz de distinguir, emplean aproximadamente 200 veces menos de su superficie corporal total en sus almohadillas adhesivas que los gecos, el animal más grande capaz de escalar.
«A medida que los animales aumentan de tamaño, la cantidad de área de superficie corporal por volumen disminuye; una hormiga tiene una gran cantidad de área superficial y muy poco volumen y una ballena azul es sobre todo volumen con no mucha superficie», aclara Labonte David Labonte, del departamento de Zoología de la Universidad de Cambridge.
«Esto plantea un problema para las especies más grandes de escalada, ya que, cuando son más grandes y más pesadas, necesitan más energía para poder adherirse a superficies verticales o invertidas, pero tienen comparativamente menos superficie corporal que cubrir con almohadillas adhesivas. Esto implica que hay un límite de tamaño para utilizar almohadillas pegajosas como una solución evolutiva para la escalada, que resulta ser aproximadamente del tamaño de una lagartija.» – comenta el científico.
De hecho, los animales más grandes han adquirido elementos complementarios que les ayudan a escalar, como garras y dedos de los pies con los que agarrarse
Con todo esto, parece que de momento sólo podemos seguir soñando con ser como «Spiderman».
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