Seguro que te lo habrás preguntado alguna vez: ¿por qué se nos pone la piel de gallina? Una sensación tan extraña que ocurren en momentos diametralmente opuestos; no importa si tenemos miedo, frío o excitación, durante todos ellos hay una constante, la piel de gallina. Esa reacción que hace que nuestros bellos se paren y se pongan rígidos, al parecer, sin explicación alguna. No obstante, esto último no es tan cierto. Si bien es una sensación involuntaria, tiene una respuesta en la ciencia y en nuestra evolución. Tras una investigación, en Supercurioso queremos contestar la pregunta que te ha traído aquí. ¡Descubre por qué se nos pone la piel de gallina! La respuesta te asombrará. 🙂
¿Por qué se nos pone la piel de gallina?
Es cierto que el ser humano, en el curso de la evolución, se ha visto implicado en diferentes procesos y cambios, como lo es la existencia de partes del cuerpo que no sirven. Asimismo, es cierto que aún persisten fenómenos tan arcaicos y primitivos inmersos en nuestra cotidianidad; la piel de gallina es apenas uno de los miles de ejemplos. Sin embargo, pese a que está en nuestro diario vivir y que puede aparecer de manera imprevista, parece que, en realidad, no sabemos por qué se nos pone la piel de gallina.
Para la ciencia podría ser una respuesta sencilla si se tratase de una reacción involuntaria provocada por una sola situación, pero ello no sucede así. Se nos pone la piel de gallina porque estamos felices, asustados, ansiosos, excitados o emocionados. Existen mil situaciones que pueden generar que los poros de nuestra piel se eleven de pronto como llevados por un resorte mágico, una breve sensación muy incómoda que nos llena de frío e inquietud a la vez.
Por eso, para dar respuesta al por qué se nos pone la piel de gallina, numerosos investigadores y científicos han retomado sus pruebas desde un pasado muy lejano, donde los humanos no se distinguían del resto de los animales.
1. La piel de gallina es un reflejo vestigial
En efecto, los expertos nos dicen que se trata de una reacción muy primitiva del ser humano en esos tiempos en que nuestros ancestros tenían pelo en todo el cuerpo. En el mundo científico, se conoce como piloerección y se da por la contracción involuntaria de pequeños músculos llamados polierectores. Estos están compuestos por fibras nerviosas que reciben inervación del sistema nervioso simpático. Pero… ¿Por qué sucede?
En un primer momento, fue Charles Darwin el que se interesó en conocer por qué se nos pone la piel de gallina. De hecho, en su libro La expresión de las emociones en el hombre y en los animales establece que se debe a un vestigio evolutivo de nuestro cuerpo. Si pensamos por un momento en cómo era la vida en la prehistoria, nos daremos cuenta de que la deducción de Darwin era correcta:
«La formación de la piel de gallina en los humanos se considera un reflejo vestigial que no cumple ninguna función fisiológica. Su función primitiva, aún presente en otros mamíferos, sería aumentar el volumen del cuerpo como estrategia defensiva frente a depredadores«.
En resumen, al menos para la ciencia, el por qué se nos pone la piel de gallina se establece por una estrategia de supervivencia que, a día de hoy, ha perdido todo su fin. Si bien nuestros ancestros conseguían así impresionar al contrincante con todo ese cabello erizado, dando un aparente mayor tamaño, evidentemente a nosotros no nos sucede lo mismo.
2. Emociones contradictorias
Si bien te explicamos una de las razones por la cual se nos pone la piel de gallina, lo cierto es que pareciera no haber explicación cuando escuchamos alguna canción melancólica o muy alegre que logra el mismo efecto en nuestros músculos polierectores. En este caso, al parecer, el instinto primitivo no surge. En cambio, si una hormona que aumenta la presencia cardíaca contrae los vasos sanguíneos, dilata las vías respiratorias y participa en el sistema nervioso para producir reacciones.
Los científicos muchas veces se preguntaron por qué se nos pone la piel de gallina en situaciones en las cuales no corremos ningún riesgo, y por muchos años la pregunta quedó sin respuesta. Aun así, parece que la música fue quien trajo la respuesta a tal interrogante…
De acuerdo con el autor del libro Así es la música, John Powell; «las investigaciones han revelado que la música tiene las llaves de la farmacia de nuestro cuerpo. Por ejemplo, música fuerte y rítmica puede aumentar los niveles de adrenalina, lo que le ayudará a mantenerse despierto durante un largo y aburrido paseo. Sin embargo, en el caso del insomnio, la música relajante puede ayudarle a dormir al reducir la cantidad de noradrenalina, lo que nos ayudará a conciliar el sueño».
Por lo tanto, parece ser que es la adrenalina en este tipo de situaciones la que causa que se nos ponga la piel de gallina. ¡Te apostamos que esta era una de las curiosidades del cerebro que no conocías! La música no solo es capaz de generarnos esta sensación, a su vez, es una de las formas de reducir el estrés más eficaces conocidas hasta el momento. En fin, son muchos los efectos de la música en el cuerpo, efectos que, además, desencadenan numerosos fenómenos imposibles de controlar.
3. Protección contra bajas temperaturas
Para finalizar e intentar dar todas las respuestas posibles al por qué se nos pone la piel de gallina, queremos contarte que hay un componente más que produce este efecto: la temperatura en el ambiente.
El frío también está asociado a la piel de gallina. En aquella época en que nuestros antepasados aún no andaban erectos, suponía poder levantar el bello del cuerpo para hacernos entrar en calor y conseguir una protección más tupida y efectiva. En un estudio sobre este hecho, unos investigadores de la Universidad de Harvard descubrieron la razón:
«Los tipos de células que causan la piel de gallina también son importantes para regular las células madre que regeneran el folículo piloso y el cabello. Debajo de la piel, el músculo que se contrae para crear piel de gallina es necesario para unir la conexión del nervio simpático con las células madre del folículo piloso. El nervio simpático reacciona al frío al contraer el músculo y causar piel de gallina a corto plazo, pero también al impulsar la activación de las células madre del folículo piloso y el crecimiento de cabello nuevo a largo plazo».
Como podemos darnos cuenta, la piel es un sistema fascinante, una interfaz entre nuestro cuerpo y el mundo exterior. Cuando nuestro cerebro capta reacciones externas, manda una señal a nuestras glándulas sudoríparas y a los bulbos pilosos, pequeñas estructuras que funcionan o bien contrayéndose, o dilatándose para mantener la temperatura corporal. Cuando sentimos calor expulsan sudor para refrescar, y cuando sentimos frío, se contraen para mantener el calor.
Al contraerse el poro se cierra, y la piel en consecuencia, forma ese característico bultito alrededor del folículo erizando el pelo. Esta es la última respuesta que los científicos dan al por qué se nos pone la piel de gallina. Si te emociona conocer más temas, te invitamos a descubrir si se puede oler el miedo, ¡te encantará!