Bien decía el rapero norteamericano Tupac Shakur, en una de las mejores frases sobre los sueños, que «la realidad está equivocada. Los sueños son reales.» Sin duda que es una expresión que nos alimenta la fantasía y la imaginación. Seguro que tienes uno de esos amigos que cada día te asombra contándote con detalle sus sueños y pesadillas. ¿Cómo puede ser? ¿Por qué algunas personas tienen la facultad de recuperar sus sueños en la memoria? Y, especialmente, ¿por qué no recordamos los sueños otros tantos?

Seguro que te habrá pasado alguna vez aquello de levantarte con la idea de que estabas teniendo un gran sueño, pero por más esfuerzos que hagas, no logras traerlo de nuevo a tu mente. Pues te resultará muy curioso saber que, al parecer, el cerebro de las personas que sí pueden recordar sus sueños con claridad funciona de manera ligeramente diferente al del resto. Acompáñanos en Supercurioso a conocer todo sobre este interesante tema.

1. Un experimento sobre por qué no recordamos los sueños

Por qué no recordamos los sueños

La experiencia es la base de todo el conocimiento científico. Es gracias a la posibilidad de practicar y de evaluar al respecto, que el ser humano ha conseguido descubrir infinidad de aspectos interesantes sobre sí mismo y sobre el mundo que le rodea. Y es también el caso de por qué no recordamos los sueños. El mundo onírico es protagonista de misterios insondables. Por ejemplo, aún no hay claridad sobre si podemos viajar a mundos paralelos a través de los sueños, o cuáles son los secretos para tener sueños lúcidos. Pero la comunidad científica no descansa en su afán de descubrir las posibilidades que inician cuando cerramos los ojos.

Un equipo del centro de Investigación en Neurociencia de Lyon, dirigido por el profesor Perrine Ruby, ha realizado un concluyente e interesante experimento con 36 personas en una unidad del sueño. Cada una de ellas pasó varias noches completamente monitorizada, a través de encefalogramas, que controlaban y registraban cada uno de sus procesos y reacciones. El experimento consistía en algo muy curioso: en medio del sueño, se les llamaba súbitamente por su nombre de pila a través de los auriculares que llevaban adheridos.

Los resultados demostraron a los científicos que los sujetos con buena memoria para los sueños reflejaban en las máquinas unas ondas cerebrales con mucha más actividad y diferentes a las que, comúnmente, presentan quienes no solemos recordar nuestros sueños nocturnos. Los primeros, sencillamente, eran mucho más receptivos a los estímulos externos a la vez que a sus propias ensoñaciones. Por la mañana recordaron sus sueños, en el momento en que alguien pronunció su nombre. Según esto, la respuesta a por qué no recordamos los sueños podría estar en un comportamiento cerebral diferente.

¿Un cerebro «distinto»?

Pues sí. Al parecer la ciencia llegó a la conclusión de que el motivo por el que no recordamos los sueños se encuentra en una forma de funcionamiento de nuestro cerebro. Pero, ¿por qué ocurre esto? Aunque te parezca a simple vista complejo de entender, tiene una explicación sencilla. Las personas que recuerdan sus sueños suelen despertarse muchas más veces por la noche. Las observaciones del profesor Ruby y su equipo nos dicen que los sujetos ‘recordadores’ tienen un sueño más ligero e interrumpido, lo cual les ayuda a consolidar el recuerdo.

Si tú eres de los que nada más acostarse se duerme como un bendito y no se despierta hasta que suena el despertador, es muy difícil que recuerdes alguno de tus sueños. Tu ciclo es continuo e ininterrumpido y tu cerebro, por decirlo de algún modo, descansa un poco más. Es decir, no se trata en absoluto de que unos utilicen sus cerebros mejor que otros, son dos vertientes diferentes en la mecánica del sueño donde cada uno tiene su propia personalidad. Ni mejor ni peor, solo diferente. Así que, si tú también tienes un amigo de esos que siempre te relata sus asombrosos sueños, ya sabes que su virtud se debe simplemente, a que se despierta en numerosas ocasiones durante la noche.

2. Una visión científica sobre los sueños y la capacidad de recordarlos

olvidar lo que soñamos

Las personas que recuerdan sus sueños parece que, apenas se levantan, tienen frescos los recuerdos de lo que ocurría en su imaginación mientras descansaban. Los recuerdos sobre los sueños pueden ser tan simples como que llegue a tu mente una imagen o un sonido, o tan complejos que puedas reproducir de principio a fin toda la situación soñada. Y en ello pueden aparecer personajes, escenarios, diálogos y toda clase de detalles. Pues los científicos, dispuestos a averiguar por qué no recordamos los sueños, se han dispuesto a analizar las etapas por las que pasamos mientras dormimos.

Así han llegado a la conclusión de que es en la llamada fase REM en la que más sueños complejos se producen y en la que más difícil se nos hace recordar lo soñado. En la fase REM el cerebro pierde la capacidad de almacenar lo soñado en la memoria de largo plazo. En la gestión de este tipo de memoria tiene un papel preponderante la hormona llamada norepinefrina o noradrenalina. Y es justo esta hormona la que parece desaparecer de nuestro cerebro cuando entramos en la fase REM del sueño. Esta sería una de las hipótesis más fuertes sobre por qué no recordamos los sueños.

3. Consejos para recordar tus sueños

Y si este es un tema que te inquieta, puedes tomar algunas acciones que te ayudarán  a que ese mundo de fantasía que diseñas cuando descansas, no se evapore apenas abres los ojos. Veamos:

  • El primer consejo es que te acuestes con el firme propósito de recordar lo que vas a soñar.
  • El segundo paso requiere fuerza de voluntad. Deberás programarte una alarma para que te despierte cada cierto tiempo, justo cuando coincida con el final de un ciclo REM, ahí donde concluyen los sueños.
  • Y por último, no olvides poner en tu mesita una libreta y un lápiz para escribir el contenido de ese sueño… día a día conseguirás un auténtico diario de lo onírico. Ese mundo que tanta fascinación nos despierta.