La mente humana no siempre se conforma con lo que la ciencia o la razón pueden explicar. Desde las civilizaciones más antiguas y hasta la modernidad, las personas sentimos la constante necesidad de la creación de universos y leyendas que doten a nuestra existencia de un hálito de fantasía. Y este patrón lo vemos, como te decíamos, desde que el hombre se levantó en sus dos piernas. Desde la mitología griega hasta las leyendas de amor japonesas, en cada rincón del mundo se tejen nuevas y fascinantes formas de explicar y embellecer el mundo que nos rodea. Entre ellas, aparecen los pozos de los deseos, como esos espacios místicos y mágicos en los que, gracias a una moneda, nuestros sueños podrían volverse realidad. Acompáñanos en Supercurioso a conocer la historia de estos fascinantes pozos que resguardan en su interior los anhelos de miles de personas.

1. El origen de los Pozos de los deseos

El verdadero origen de los Pozos de los deseos

El agua es fuente de vida y ha sido para muchos pueblos del mundo un bien escaso. Por ello no es de extrañar que en la antigüedad se pensase que los pozos eran un regalo de los dioses o que en su interior vivían deidades. Fue alrededor del año 1700 cuando empezó a crecer la leyenda de que el agua tenía energías curativas, puesto que en el interior de los pozos habitaban sus espíritus guardianes. Los pozos de los deseos surgieron de este concepto y el folclore europeo recoge muchos lugares en los que la tradición indica que si se pide un deseo al pozo (en realidad a los espíritus vitales que habitan en él) y especialmente si se les da algo a cambio, esos seres lo concederán.

Para los pueblos celtas y germánicos, manantiales y pozos estaban revestidos de un carácter sagrado. En ellos arrojaban las armas de los enemigos vencidos como agradecimiento a los dioses y, cuando descubrieron el poder curativo de algunas aguas, acudían a bañarse y a beberla, pues creían que esos seres divinos le otorgaban ese poder. En muchas ocasiones erigían a su vera estatuas que representaban al dios que creían habitaba en esas aguas.

La simbología de las monedas

El verdadero origen de los Pozos de los deseos

Lo normal era que el tributo que se pagaba a los pozos de los deseos, para que el anhelo fuera concedido, fuera una moneda, pero en el caso de Odín, el dios de la mitología nórdica, el «pozo de la sabiduría» le pidió su ojo derecho a cambio del don de ver el futuro y saberlo todo. Incluso la pieza dineraria que se arrojaba al pozo, en muchos lugares, debía cumplir unos requisitos para que el deseo fuera concedido: si la moneda caía mostrando la cara el resultado era positivo, si caía exhibiendo la cruz, la petición sería denegada. Otra superstición consistía en contar las ondas que hacía la pieza al caer al agua, según el número de ellas el deseo sería concedido o no.

Una curiosa teoría sobre esta superstición explica que el hecho de que se tirasen monedas a los pozos podría deberse a que a lo largo de los siglos se comprobó que el agua que contenían esos pozos era más salubre que la de otros que no recibían ese tributo. Este hecho, que es real, se basa en el efecto oligodinámico, que consiste en el efecto biocida del cobre y la plata que llevaban la mayoría de monedas, incluso en pequeñas cantidades. Esos pozos hubieran tenido menos infecciones bacterianas que otros e incluso podrían haber curado algunas infecciones repetitivas.

2. Los pozos de los deseos más famosos

pozos de los deseos

La Fontana De Trevi, en Roma

Roma es una de las ciudades más encantadoras del planeta. Sus calles, monumentos y paisajes nos llevan a rememorar lo mejor de las glorias del pasado. Y es también el hogar de uno de los más célebres pozos de los deseos: La Fontana De Trevi. La tradición al respecto cuenta que todo aquel que la visite deberá arrojar tres monedas de espaldas y por encima de su hombro izquierdo, y así garantizará su regreso a una de las ciudades más bellas del mundo. La primera moneda además intercederá por la felicidad, la segunda por el amor verdadero y la tercera por la fortuna.

Fairy Park, en Australia

El siguiente de los pozos de los Deseos es el peculiar Fairy Park, cerca de la ciudad australiana de Melbourne. Se trata del pozo más valorado por los niños. Desde hace más de una década que los pequeños lanzan en él sus monedas, acompañadas de sus más fantásticos sueños.

El pozo de Santa Rosa de Lima, en Perú

Y viajamos hasta América Latina para contarte sobre el encantador pozo de Santa Rosa de Lima, en el Perú. Se trata de un encantador pozo con mucha historia religiosa, que se encuentra en el Santuario de esta santa y forma parte del patrimonio del país. Como dato curioso, te contamos que la tradición reza que debes escribir tu deseo en un sobre y lanzarlo en el interior del pozo junto a la moneda, para que la santa lo tenga en cuenta. Ya son varias las personas que afirman que, cual milagros, sus deseos han sido cumplidos.

Y cerramos con una curiosidad alucinante en relación con los pozos de los deseos y es que, más allá de albergar los sueños de millones de personas, también guardan en su interior una verdadera fortuna. Se estima que cada año, la recaudación de todas las monedas que se lanzan en todas las fuentes, pozos o cualquier otro lugar turístico repartidas por todo el planeta puede superar los ¡diez millones de euros! ¡Increíble!

A pesar de que sabemos que los pozos de los deseos son una superstición, seguro que la mayoría de nosotros seguiremos tirando una moneda y esperando que se cumpla nuestra petición, porque como se dice en Galicia de las brujas «Eu non creo nas meigas, mais habelas, hainas» (Yo no creo en las meigas, pero haberlas, hailas). Si te ha interesado este artículo, quizá quieras leer nuestro artículo en el que te contamos por qué pedimos deseos con pestañas.