Las historias nacidas de la mitología han acompañado a la humanidad desde los tiempos más remotos. Leyendas que componen la mitología griega, china o hindú son de las más conocidas a escala universal. Sin embargo, existen otras regiones cuyo cúmulo de creencias religiosas, llenas de misterios, han conformado un rico e interesante acervo cultural. Este es el caso de la mitología nórdica, que comprende los usos y costumbres que tuvieron los pueblos escandinavos germanos, asentados en los territorios que hoy ocupan Noruega, Dinamarca, Suecia, Alemania, Bélgica, entre otras regiones. Entre los nombres épicos que más destacan en las historias que ha preservado esta mitología, está el del Dios nórdico Odín. Acompáñanos en Supercurioso a descubrir su fantástica historia.

¿Quién fue Odín, dios nórdico de la sabiduría y la guerra?

El padre de Odín era el legendario Bor, y su madre, la gigante Bestla; sus hermanos fueron Vili y Vé. Además, tuvo también una numerosa descendencia, sobre la que profundizaremos más adelante. El Dios nórdico Odín desposó a tres mujeres, y cada una de ellas simbolizaba una parte de la tierra. Frigg, era la tierra cultivada. Jord, simbolizaba la tierra deshabitada. Ring refería a la tierra invernal y helada. Más allá de sus relaciones familiares Odín destaca por ser uno de los dioses más poderosos. ¡Sigue leyendo para conocer todo su legado!

1. Un dios venerado en la mitología nórdica

Quién fue Odin

 

El Dios nórdico Odín, también llamado con los nombres de Wotan o Woden, es el principal Dios de la mitología nórdica, y su influencia en el desarrollo y la cultura de estos pueblos del norte es determinante. A Odín se le conocía como el Dios de la sabiduría, de la guerra y de la muerte, pero también le eran atribuidos otros campos de acción, como la profecía, la victoria, la magia y la poesía. Lleva el reinado de los dioses en la mitología nórdica. En el palacio de Valaskjálf, en la región de Asgard, reside Odín. Sus propias manos edificaron esta suntuosa construcción, en cuyo interior se alza su trono, el Hilóskjálf. Desde este lugar reinante, observa y supervisa todo lo que sucede en cada uno de los nueve mundos.

2. Odín y las Valkirias

las valkirias

Durante la batalla, Odín se encargaba de enviar a las Valkirias, estas eran entidades femeninas a su servicio, que debían recoger a los guerreros que había dejado su vida en los enfrentamientos bélicos. Estos pasaban a convertirse en einherjar, espíritus honrosos que murieron en el campo de batalla y que se sentaban en el majestuoso salón Valhalla, a acompañar a Odín mientras éste presidía los banquetes. Para sus guerreros, el Dios nórdico Odín se alzaba como una figura de poder casi invencible.

La lealtad de las Valkrias se debía a sus extraordinaria cualidades guerreras. Se cuenta en las historias que, además de sus fortalezas personales para la guerra, tenía también un espíritu de valoración. Esto se puede ver en la recompensa y dedicación que, junto a las Valkirias, entregaba a sus guerreros más valientes e intrépidos. Por esto, es considerado por algunos estudiosos de la mitología nórdica, como Dios de la superación personal.

3. El Dios guerrero

guerra de dioses

En cuanto a sus habilidades bélicas, nadie tuvo nunca tanta destreza como el Dios nórdico Odín. Su presencia era sinónimo de terror para sus adversarios, sobre todo cuando iba sobre el lomo de su corcel de ocho patas, Sleipnir. 

Por otra parte, la magia y los conocimientos sobre poderosos hechizos lo convertían en un enemigo tenaz y prácticamente invencible. Dominaba el arte de la transformación, y la usaba para convertir objetos simples como ramas de árboles, en armas mortales. Podía ensordecer, cegar o provocar el más profundo pánico en las tropas contrarias, e incluso detener una lanza en su dirección, con tan solo mirarla.

Algunos estudiosos hablan del Dios nórdico Odín, utilizando su capacidad de transformación para asociarlo a las trampas y los engaños. Otros, por el contrario, se refieren a él como un Dios justo. En lo que si parecen coincidir todos, es en el hecho de que Odín alteraba su forma según su gusto, y solía viajar por la tierra con un sombrero viejo y de ala ancha, un abrigo oscuro y una vara como bastón, en forma de un anciano tuerto y de larga barba gris. Se desplazaba cual peregrino, ocultando su naturaleza real, y pedía hospedaje tanto en palacios reales como en casas humildes. Es por esto que se cuenta que en la antigüedad, todos los caminantes que pedían hospitalidad eran bien recibidos, por el temor colectivo de que se tratase de Odín disfrazado.

4. ¿Cómo adquirió su sabiduría?

Los poderes de Odín

No eran pocos los poderes y cualidades que hicieron a Odín el Rey de los dioses nórdicos y germanos. La sabiduría del mundo era poseída por su intelecto brillante, pero grandes fueron los sacrificios a los que tuvo que exponerse para alcanzarla. Entre los más duros ritos iniciáticos que tuvo que afrontar, estuvo el del sacrificio de su ojo izquierdo, luego del cual le fue permitido beber del pozo de Mimir, y acceder así a la sabiduría universal.

Luego de este ritual, el Dios nórdico Odín fue capaz de entender cualquiera de los caracteres tallados en las piedras o en la madera, en las hojas de las espadas o cualquier superficie. Era el poseedor de la fuerza del conocimiento. Llegó incluso a dominar los misterios del pasado. También, gracias a sus dos cuervos y su trono, fue capaz de conocer el absoluto presente. La diosa Freyia complementó su poder, enseñándole la facultad de ver el destino y el futuro de los hombres. Como Dios de la poesía, Odín también dominó este arte, convirtiéndose en el inspirador de todos los poetas.

Lamentablemente, sería este mismo poder el que le anunciaría su terrible final. La creencia mitológica nos habla de que cuando llegue el fin de los tiempos, será el Dios nórdico Odín quien deberá guiar a los demás dioses y a todos los hombres, a la luchar en contra de las fuerzas del caos, en el Ragnarök, la batalla del fin del mundo. El propio Dios decía entre sus angustias, que «el lobo gris amenaza la morada de los Dioses». Y es que Odín conoce su destino, el de morir en el Ragnarök, siendo devorado por el feroz lobo Fenrir

5. ¿Quiénes son sus hijos?

Quiénes son los hijos de Odín.

Tan famosos como el Dios nórdico Odín, son algunos de los miembros de su numerosa descendencia. Las tres esposas de Odín tuvieron con él un total de siete hijos. Con Frigg, quien representaba a las dotes de la tierra cultivada, engendró a Balder, Hoder y Hermod. Con Ring, representante de la tierra invernal y helada, tuvo a Vali. Y con Jord, quien simbolizaba la tierra deshabitada, dio vida a Meili y a Thor, el más famoso de sus hijos.

Justamente este último, era el hijo llamado a seguir los pasos y ocupar el lugar del padre. Los poderes de Thor se asociaban a la protección de los seres humanos, a lo sagrado y a la fertilidad. Era el dios del trueno y de la fuerza, y con su tradicional martillo, se alzaba como el seguidor natural del Dios nórdico Odín. Las influencias de Thor alcanzaban las más diversas áreas, entre las que destacaba el clima, las cosechas, la consagración, la justicia, los viajes, las batallas y la protección. El vehículo de Thor era un carro que contrastaba con su porte imponente, pues lejos de ser tirado por lobos u otras bestias feroces, eran un grupo de cabras quienes lo guiaban.

Balder también se suma a los hijos de Odín, como uno de los dioses más benevolentes. En efecto, era el Dios de la paz, la luz, el perdón y la verdad. Fue asesinado por Höðr, un dios ciego, también hijo de Frigg. La figura de Balder ha sido comparada conceptualmente con la de Jesucristo, al ser el hijo de un Dios, que muere, pero que encuentra el renacimiento en su destino, luego de la gran batalla del Ragnarök. Sobre Vali, otro de los hijos del Dios nórdico Odín, se supo que su nacimiento tenía un único propósito, y era vengar la muerte de su hermano Balder. Esta misión hizo que el dios, apenas un día después de haber nacido, ya se convirtiera en adulto.

Vidar, otro de los hijos de Odín, es el Dios del silencio, la venganza y la justicia. Se le apoda como «el silencioso hijo de Odín», y tiene en su destino la misión de vengar la muerte de su padre. Como bien sabe el Dios nórdico supremo, encontrará la muerte en la batalla del Ragnarök, devorado por el lobo Fenrir. Vidar es el hijo encargado de vengar su muerte, y lo logra matando a la bestia.

Por su parte, Hermod el Valiente es el hijo del Dios nórdico Odín que se conoce como el mensajero de los dioses. Su nombre significa ardiente en el combate, y tuvo misiones en las que fue capaz de llegar hasta las puertas del infierno nórdico, cabalgando en el lomo del corcel de su padre. Sus equivalencias en la mitología griega y romana, serían con Hermes y Mercurio, respectivamente.

También Meili se suma al grupo de los hijos del Dios nórdico Odín, aunque su participación en la mitología tradicional nórdica y en las batallas, es mucho menos trascendente que las de otros de ellos. Sobre él sólo se sabe que su nombre en lengua antigua significa «el amado», y que es de los hermanos de padre y madre del reconocido Thor. Se destaca entre las particularidades que contribuyeron a aumentar la fama y gloria del gran Odín, el hecho de haber sido el responsable de engendrar a los primeros humanos, Ask y Embla. Con su fortaleza guerrera y su sabiduría milenaria, Odín es de los más interesantes y profundos personajes de la mitología nórdica.