Pocos rincones en el mundo tienen tanta magia y tradiciones ancestrales como el mítico Japón. El país del sol naciente es un verdadero crisol de historia y cultura, que bien vale la pena visitar, al menos una vez en la vida. Sus templos y castillos milenarios, la belleza de sus paisajes naturales y su interesante gastronomía, son temas en los que podemos perdernos por horas. Pero navegando en la idiosincrasia autóctona, hemos encontrado un aspecto que estamos ansiosos por compartirte: las leyendas románticas japonesas. Son muchas las curiosidades que encontramos en la concepción del amor que tienen los japoneses. Costumbres como el día de San Valentín o el White Day en Japón, se mantienen en su cultura como un sello propio. Sin embargo, las leyendas japonesas de amor son de tal belleza que se han convertido en un legado universal.

10 Leyendas Japonesas de Amor

Los mitos, creencias y leyendas japonesas son protagonizados por astros, dioses, dragones y Geishas (aquí te contamos cómo es el día a día en la vida de una Geisha). Pero en lo que respecta al amor, encontramos historias que han logrado hacerse conocidas en el planeta entero. Las mejores historias románticas son las que ponen de manifiesto una profunda pasión, un sentimiento profundo, lleno de magia y una expectativa sobre el futuro, y esos son justamente los ingredientes con los que se componen las más célebres leyendas japonesas de amor. ¡Acompáñanos a descubrirlas!

1. El hilo rojo del destino

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Esta es quizás la más célebre e internacionalizada entre las leyendas románticas japonesas. Se trata de una historia esperanzadora, que nos libera de la ansiedad de no poder encontrar a nuestro amor verdadero. La leyenda del hilo rojo del destino cuenta que todas las personas, en el momento de nacer, son unidas a quien está destinado a ser el amor de su vida, gracias a un hilo rojo que se ata en los dedos meñiques de ambos. No importa cuanto tiempo pase, cuánta distancia o conflictos puedan ocurrir en el camino de la vida, este hilo nunca se romperá, y tarde o temprano nos llevará al encuentro con nuestro verdadero amor.

2. La leyenda de la flor de cerezo

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Este tipo de flor es uno de los muchos símbolos de la cultura japonesa y debido a ello, hay muchas leyendas que intentan explicar su bello y pálido color rosáceo. Quizás, una de las leyendas románticas japonesas más famosas que rodean a esta bonita flor de cerezo es la de Shizuka Gozen. Esta doncella fue capturada por un malvado general. Tras conseguir escapar de su prisión corrió en busca de su amado, pero nunca fue capaz de encontrarlo. Cuenta la leyenda que cayó desfallecida en un prado y en ese lugar las flores de cerezo que portaba en su bastón se precipitaron al suelo brotando al instante un precioso árbol, que siempre recordaría el amor imposible entre ambos.

3. La leyenda de la Mariposa Blanca

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Esta historia es una de las más melancólicas leyendas japonesas de amor eterno. Nos cuenta la historia de un anciano llamado Takahama. El señor vivía al lado de un cementerio y nunca había contraído matrimonio, algo que extrañaba a todos sus vecinos. Un día, Takahama comenzó a sentirse muy mal, por lo que sus sobrinos fueron a pasar con él sus últimos días de vida. Al entrar en su casa, los visitantes comprobaron que siempre había al lado del hombre una mariposa blanca que nunca lo abandonaba.

Su sobrino persiguió a la mariposa, que lo llevó hasta la tumba de una muchacha que murió muy joven, y con la que su abuelo estaba comprometido en matrimonio. Poco después descubrieron que Takahama se trasladó a vivir a ese lugar para ir a visitar todos los días a su amada. El espíritu de la joven, cuando vio que el anciano ya no podía levantarse, se transformó en una mariposa blanca que todos los días volaba hacia su cama para hacerle compañía.

4. Los amantes de las estrellas

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Esta historia japonesa de amor es tan famosa, que hasta tiene su propia celebración y representación en la cultura popular. Se llama Tanabata, o festividad de las estrellas. Los protagonistas de este cuento son un sencillo pastor y una princesa que se encargaba de tejer trajes para los dioses japoneses. Se cuenta que la princesa estaba tan ocupada en su tarea que no tenía tiempo de conocer a nadie, por lo que su padre le presentó a un pastor que vivía al otro lado del río, y pronto se enamoraron.

La princesa descuidó sus tareas poco después de casarse, por lo que el rey celestial se enfadó mucho y los separó, mandándolos a vivir a una orilla del río a cada uno. Tanto se conmovió el rey celestial al ver llorar a su hija después de la separación, que construyó un puente para que los amantes estuvieran justos el séptimo día del séptimo mes. El nombre del río era Amanogawa, que era el mismo que se le da a la vía láctea. Las estrellas Vega y Altair se unen en el cielo el séptimo día del séptimo mes, representando a los dos amantes.

5. El espejo

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Si de leyendas que movilicen el amor en sus fibras más profundas hablamos, la del Espejo es una de las mejores. Narra la historia de un samurái, que debía dirigirse a la corte real, para rendir pleitesía al nuevo monarca. De regreso a su hogar, trajo a su esposa un espejo como regalo. En aquella época, el artefacto era un lujo sólo digno de los palacios, y estaba fuera del alcance de los campesinos en las zonas rurales. Al entregarlo a su mujer, esta se alarmó, y preguntó quién era la persona que estaba viendo en aquel extraño vidrio.

El guerrero le explicó que se trataba de un espejo, que le mostraba su propio reflejo. Poco después, la mujer enfermó gravemente y al poco tiempo murió. Antes de partir, entregó a su hija el espejo, diciéndole que cada vez que la extrañara, podría ver su rostro allí. Con la misma ingenuidad que la madre, la pequeña veía con frecuencia en el espejo. Un día le dijo a su padre que encontraba a su mamá más joven, y que parecía que ya no estaba enferma. El samurái, profundamente conmovido, le respondió “Tú la ves a ella en el espejo como yo la veo en ti”.

6. La leyenda de Tsukimi

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Entre las leyendas japonesas de amor real y desinteresado, la del Tsukimi es una de las más lindas. La historia narra la experiencia de un anciano peregrino, que estaba vagando sin tener un rumbo claro por el bosque. En aquellas peripecias, se encontró con un grupo de animales: un mono, un zorro y un conejo. El hombre, agotado y hambriento, les suplicó ayuda para conseguir alimento. Entonces el zorro cazó un ave y el mono alcanzó a recoger frutos de los árboles.

Pero el conejo no fue capaz de encontrar nada para ofrecer al anciano. Viéndolo a punto de desfallecer, decidió encender una fogata y arrojarse a ella, ofreciendo su propia carne como alimento. Ante el amor desinteresado que se expresó en el gesto del conejo, el anciano develó su verdadera identidad. Se trataba de un dios poderoso, encarnación de la propia Luna. Como recompensa, se llevó al conejo a vivir a su lado, en los cielos.

7. La leyenda de la Doncella Luna

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Otra de las más sensibles leyendas japonesas de amor, es la de la Doncella Luna. Narra la historia de una pareja de campesinos que vivía en una zona rural, muy cercana a un gran bosque de bambúes. El hombre se ganaba la vida cortando esta planta. Un buen día se sorprendió con los potentes rayos de luz que salían de un brote. Se trataba de una bebé diminuta. Decidió llevarla consigo y criarla como su hija, junto a su esposa. La pareja la nombró Kaguya-hime.

La pequeña fue creciendo, y su belleza cautivaba a todos los jóvenes del reino. Incluso, el propio Emperador se enamoró de ella y quiso hacerla su esposa. Pero la joven era hija de la luna, y muy pronto las tropas celestiales vendrían por ella para regresarla a su hogar. Ninguna protección del Emperador sería suficiente. La noche en la que la joven debió volver a los cielos, se despidió de sus padres con todo su amor y agradecimiento. Al Emperador, a quien también ella amaba, regaló una rama. Entonces el hombre, queriendo alcanzar a su amada, subió a la cima más alta del reino, y desde allí quemó la rama, junto a un papel en el que confesaba su amor. Desde entonces, aquella cima es conocida como el Monte Fuji-yama, que significa que nunca muere.

8. La leyenda de Sakura y Yohiro

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Sakura y Yohiro protagonizan una de las más sublimes leyendas románticas japonesas, también asociada con el célebre y emblemático árbol de cerezo. Cuenta esta historia que en tiempos muy antiguos y plagados de guerras, existía un bosque repleto de árboles de una belleza tan imponente, que ningún soldado se atrevía a profanarlo con acciones de guerra. Sin embargo, entre los cientos de árboles, había uno que no florecía y al que nadie se acercaba, dado su aspecto seco y marchito.

Entonces, un hada del bosque se acercó al árbol y le ofreció ayudarle. Le dio un corazón capaz de sentir las mismas emociones que un ser humano, así como la posibilidad de transformarse en hombre a voluntad. Así viviría durante veinte años. Si luego de transcurrido ese tiempo, las emociones habían hecho florecer al árbol, el hada habría cumplido su misión. Pero si no era así, el árbol debería morir. Así pasaron los años, y el árbol se decepcionaba cada vez más de los humanos, marcados por la guerra, los conflictos y las ambiciones.

Pero poco antes de cumplirse los veinte años del hechizo, el árbol, que había escogido llamarse Yohiro, que significa esperanza, conoció a una bella joven en un arroyo. La amistad entre ambos dio paso al amor. Cuando Yohiro confesó a Sakura su amor por ella, ya estaba a punto de morir, pues no había florecido. En ese momento se apareció el hada, y propuso a la joven seguir siendo humana, o fundirse con el árbol. Ella escogió la segunda opción. De la fusión de sus almas nacieron las flores del cerezo. 

9. El perro y los ancianos

Mitos de Japón

Otra de las más lindas leyendas japonesas de amor, es la del perro y los ancianos. Cuenta la historia de una pareja de ancianos, que un día encontraron a un perrito en la calle y lo adoptaron, dándole todo su amor. El cachorro les retribuía con su total cariño y lealtad. Un día, cavando en la tierra del patio de la humilde casa, el perrito encontró una gran cantidad de oro, que ayudaría mucho a la pareja. Sus vecinos, envidiosos, se llevaron al perro y lo obligaron a cavar, pero no pudo encontrar nada. Aquellas malas personas mataron al animal y lo enterraron debajo de un árbol.

El árbol creció con fuerza, y con sus ramas el anciano construyó un gran molino para moler el arroz. Cada vez que ponía una taza de arroz en el molino, éste multiplicaba el grano. Los vecinos de nuevo lo pidieron en préstamo, lo destruyeron y lo quemaron. Las cenizas volaron hasta el patio del anciano, quien las recogió y usó como abono de las plantas, que empezaron a dar flores y frutos en plena abundancia. El alma de su amado cachorro encontró siempre la forma de acompañarlos y protegerlos, aún desde el plano espiritual.

10. La leyenda de Momotaro, el niño melocotón

Mitos de amor en Japón

Y cerramos este viaje por las leyendas japonesas de amor, con la historia de Momotaro, el niño melocotón. Cuenta esta curiosa historia que una mujer campesina no podía concebir hijos, y sufría mucho por este motivo. Un buen día encontró un gran melón flotando en el río y al abrirlo encontró a un bebé, al que nombró Momotaro. El niño creció demostrando una fuerza sobrenatural. Al hacerse un poco más grande, los habitantes de la aldea en que vivía le suplicaron que les ayudase a librarse de los demonios que llevaban siglos molestándoles.

Entonces, Momotaro reclutó a un perro, un mono y un faisán, que le ayudarían en esta difícil tarea. Con ellos se embarcó hacia la isla de Onigashima, hogar de los demonios. Al aproximarse, el faisán en vuelo avisó que los malvados estaban dormidos. Gracias al olfato del perro lograron acercarse, y el mono trepó hasta abrir la puerta de su castillo desde adentro. Los mordiscos del perro, los picotazos del faisán, las astucias del mono y la valentía de Momotaro les hicieron rendirse. Entonces el grupo volvió a la aldea, cargados de todas las pertenencias que los demonios habían robado a los ancianos durante muchos años.

Más allá de las Leyendas Japonesas de Amor…

Si has disfrutado conociendo estas leyendas japonesas de amor, tenemos muchos más contenidos para que puedas seguir profundizando en la cultura japonesa. ¡Échales un vistazo si eres un amante del país nipón!

  • Para comenzar, ¿qué tal un recorrido por los paisajes más increíbles del país? Descubre qué ver en Japón: desde sus museos más originales y sus increíbles ciudades hasta sus imponentes castillos.
  • Y, hablando de viajar al país nipón, te diremos que la gastronomía es uno de sus principales atractivos. ¡Abre tu apetito con los platos típicos de Japón!
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Las leyendas románticas japonesas nos llevan en un viaje en el que el amor, la entrega, la solidaridad y la pasión, son protagonistas. Y tu, ¿conocías estas leyendas? ¿Sabes de alguna otra? ¡Déjanos tu comentario! ¡Estaremos deseando leerte! Y si te interesa profundizar en la cultura nipona, no te pierdas esta selección de los más aleccionadores proverbios japoneses.