Por diversas razones, algunas localidades en Italia –un país curiosísimo-, cuya fundación en algunos casos data de los años del Imperio Romano, podrían desaparecer. Si esto ocurre, podría perderse el preciado legado histórico que guardan. Descubre por qué estos pueblos moribundos de Italia están en peligro.

Los pueblos moribundos de Italia y el legado que está a punto de morir con ellos

Italia es un país tan rico en historia que a veces parece casi congelado en el tiempo y esto es evidente en lugares como la antigua ciudad de Civita di Bagnoregio, a sólo dos horas de Roma y Florencia. La ciudad se asienta en lo alto de una cumbre peligrosamente empinada. El sedimento mismo está estratificado con 2.500 años de historia arquitectónica: cuevas etruscas, restos antiguos, viviendas medievales y villas renacentistas.

En su época dorada fue un importante lugar de paso de antiguas rutas comerciales. Civita di Bagnoregio fue próspera desde la época romana hasta finales de la Edad Media. No obstante, después de un terremoto devastador en 1695, la mayoría de los residentes huyeron a terrenos menos elevados, y así comenzó la larga declinación de la ciudad. Al final de la Segunda Guerra Mundial, casi todos sus habitantes se habían marchado en busca de trabajo en grandes ciudades o incluso en el extranjero. Durante el último medio siglo su población se ha mantenido en alrededor de 10 residentes a tiempo completo.

No hay farmacia ni escuela ni hospital ni ninguna de las necesidades que de alguna manera convierten a un lugar en un pueblo. Hay sólo un par de posadas y unos cuantos restaurantes.

Hay decenas de otros hermosos pueblos italianos donde pocos turistas se aventuran y en los que muy poca gente reside hoy en día. Según un informe de la asociación ambiental italiana de 2016, hay cerca de 2.500 aldeas rurales italianas que están peligrosamente despobladas, algunas semi-abandonadas y otras son ya ciudades casi fantasmas.

Los pueblos moribundos de Italia

Desde el siglo XX, en Italia, se han presentado situaciones como la pobreza, la urbanización, la emigración masiva y desastres naturales, en una confluencia de acontecimientos que ha devastado muchas ciudades que de otro modo lograron prosperar, o al menos sobrevivir, durante siglos. Estas ciudades, la mayoría de las cuales están en el sur, ya habían perdido decenas de millones de habitantes en las grandes olas de migración a finales del siglo XIX, que se prolongaron hasta mediados de los años setenta. En los últimos 25 años, han perdido otro 15 por ciento.

Estos lugares rurales tenían una profunda conexión con la campiña que los rodea pues sus habitantes trabajaban como agricultores y comerciantes, artesanos y pastores. Pero cuando estas ciudades mueren, también lo hacen las tradiciones únicas y habilidades asociadas con cada lugar, así como el paisaje que los apoyó.

Esto no solo ocurre en Italia, pero lo que es particular allí es el exquisito carácter arquitectónico de sus pueblos alzadas en las colinas, así como la calidad de la obra y las tradiciones que nacieron, cultivaron y perfeccionaron aquí. Sus tradiciones son tan fundamentales para la identidad del país como sus importantes ciudades y sus grandes legados artísticos y, de desaparecer, se podría perder también un gran legado de Italia.

¿Qué te parece la situación de los pueblos moribundos de Italia?

Imágenes: Wikimedia Commons