Bien decía el poeta y sacerdote inglés George Herbert, en una de las más célebres frases de miedo; No es tan fiero el león como lo pintan. Esto es justamente lo que ocurre con las fobias. El miedo es una emoción natural en los seres humanos, incluso es muy útil cuando estamos en situaciones de peligro. Sentir miedo nos pone en alerta para reaccionar mejor. Pero, cuando esos temores son excesivos, irracionales e incapacitantes, ya estamos hablando de lo que es una fobia. Estas pueden ser hacia cualquier objeto o situación, pero en esta ocasión queremos referirnos al miedo a conducir. Acompáñanos en Supercurioso a profundizar en qué es la Amaxofobia.
¿Qué es la amaxofobia?
Las fobias pueden ser infinitas y desarrollarse frente a cualquier situación u objeto. Así, existen las fobias más raras del mundo, como la crometofobia (miedo al dinero) o la turofobia (miedo al queso) que por más que parezcan absurdas deben tratarse con la misma seriedad. En este caso, la amaxofobia hace parte de las fobias más comunes. De hecho, el miedo a conducir ataca a un 20% a 30% de la población de España.
Imagina un escenario como este: te subes al auto, te sientas y abrochas tu cinturón de seguridad. Lo enciendes y pones tus manos sobre el volante. Acto seguido, un miedo intenso va escalando en tu organismo. Quieres avanzar y tomar ruta, pero el miedo a conducir te paraliza. Tus músculos se contraen. Empiezas a sudar frío. Se te pasan por la mente mil escenas catastróficas. Incluso puede que tengas náuseas. Si te sientes identificado con alguno de estos planteamientos, quizá sufra de esta amaxofobia.
Cuando hablamos de qué es la Amaxofobia, nos referimos a un término que proviene del griego amaxos (carro) y fobos (miedo) y designa el miedo a conducir que sufren algunas personas. No debe confundirse con el miedo característico de los nuevos conductores, que pronto desaparece con el tiempo y la experiencia. La Amaxofobia puede manifestarse en cualquier momento con síntomas que van desde la ansiedad, agitación o sudoración ante la perspectiva de conducir un vehículo, hasta ataques de pánico en toda regla.
La causa de la Amaxofobia, como de todas las fobias específicas, surge de una combinación de hechos externos (es decir, hechos traumáticos) y predisposiciones internas (herencia o genética). Muchas fobias específicas se pueden remontar a un evento desencadenante específico, generalmente una experiencia traumática. Asuntos como haber estado involucrado en un accidente o saber que tus seres queridos han estado involucrados en algún tipo de accidente de tráfico, puede causar que la persona tenga recuerdos dolorosos asociados con la conducción.
¿Cuáles son los síntomas de la amaxofobia?
Si eres un conductor que recién está aprendiendo, es normal que los nervios se apoderen de ti cada vez que tomas el volante. Pero si ese miedo a conducir se vuelve constante, crónico y deriva en simplemente la imposibilidad de direccionar un auto de forma efectiva, quizás padezcas de esta fobia. Hay personas que aunque tengan el permiso de conducir desde hace muchos años, no se sienten capaces de ponerse al volante del automóvil bajo ninguna circunstancia. Otras personas sufren de ansiedad al conducir bajo ciertas condiciones, tales como tráfico muy cargado, mal tiempo, carreteras en mal estado, conducción en autopista, etc. Estos temores suelen incrementarse cuando el conductor se siente responsable de otros pasajeros, especialmente si se viaja con niños.
Al tratar de dilucidar si el concepto de qué es la Amaxofobia coincide o no con lo que te ocurre, vale la pena prestar atención a algunos síntomas o señales. Las personas que padecen de esta fobia suelen experimentar sensaciones que derivan en una gran ansiedad, y en una imposibilidad real para conducir. Entre ellas, destacan las siguientes:
- Dificultad para respirar o respiración acelerada.
- Ritmo cardíaco irregular.
- Sudoración excesiva.
- Náuseas.
- Incapacidad para articular palabras.
- Boca seca y temblores.
- Temor extremo, que puede incluso derivar en ataques de pánico.
¿Cómo perder el miedo a conducir?
Aunque para la cura de todas las fobias o enfermedades nerviosas se pueden recetar medicamentos lo mejor para perder el miedo a conducir son los tratamientos psicológicos, es decir acudir al psicólogo, psiquiatra o hipnoterapeuta. Estos profesionales pueden tratar de ayudar a la persona a lidiar con su fobia y entender qué está causando el problema para que se pueda resolver. Entre los tratamientos que llevan a cabo estos profesionales, los más populares son:
La Hipnoterapia
Es un tipo de terapia mediante la cual una persona, con la ayuda de un especialista capacitado, tiene su mente subconsciente abierta a la sugerencia con el propósito de cambiar uno o más patrones de comportamiento. Cuando se habla directamente al subconsciente, es posible encontrar el problema que desencadena la fobia e introducir nuevas ideas y sugerencias positivas. Estas sugerencias se pueden usar para ayudar al paciente a realizar los cambios que desee, como poder conducir sin miedo. Si bien se trata de un tratamiento alternativo, que incluso se ha llevado a escenarios como la hipnosis en el parto, la hipnoterapia está considerada una terapia segura y que arroja buenos resultados.
La Programación Neurolingüística (PNL)
Otra de las técnicas que nos permiten profundizar en qué es la Amaxofobia y cómo superarla, es la programación neurolingüística. Se trata básicamente del estudio y la práctica de cómo creamos nuestra realidad. La premisa básica de la PNL es que las palabras que usamos reflejan una percepción interna, subconsciente de nuestros problemas. Si estas palabras y percepciones son inexactas crearán un problema subyacente siempre y cuando continuemos usando y pensando en ellas. Nuestras actitudes son, en cierto sentido, una profecía autocumplida.
En esta terapia que puede ser muy útil para vencer el miedo a conducir, el profesional analizará cada palabra y frase que el paciente use al describir sus síntomas o preocupaciones en el momento de conducir. Después de determinar los problemas en su percepción, el terapeuta le ayudará a comprender la causa raíz y a remodelar sus pensamientos y asociaciones mentales para lograr vencer sus miedos.
La Psicología energética
Esta es un tipo de terapia que puede ser bastante útil al combatir el miedo a conducir. Utiliza diversas técnicas como la acupresión, el yoga, el tai chi y la medicina energética, que enseñan a las personas pasos simples para realizar cambios en sus vidas. Las técnicas estimulan los puntos de energía en la superficie de la piel que, cuando se combinan con procedimientos psicológicos específicos, pueden cambiar la electroquímica del cerebro.
Consejos para combatir la Amaxofobia
Comprender a profundidad qué es la Amaxofobia y asumir el hecho de padecerla es el primer paso hacia superarla. Si bien el paso fundamental es buscar ayuda psicológica, podemos sumar una serie de acciones que nos ayudarán a superar el miedo a conducir, así como cualquier otra fobia que limite nuestro día a día.
- Para combatir el miedo debes adoptar un enfoque positivo y estar mentalmente listo. Se puede conseguir usando técnicas de relajación y yoga.
- Una forma de controlar una fobia es ignorarla, lo cual es más fácil de decir que de hacer. Sin embargo, si piensas o hablas de ello, crearás más miedo y ansiedad, lo que podría empeorar la fobia.
- Intenta investigar más sobre tu fobia, en este caso sobre la amaxofobia. Dicen que el conocimiento es poder y que esto podría ayudarte a largo plazo.
- Acude a algún seminario sobre el miedo a conducir. Te ayudará a aprender sobre ti mismo y tu fobia. Puede ser una experiencia gratificante.
- Asiste a grupos de discusión que te permitan hablar sobre tus miedos. Los grupos te permiten desarrollar vínculos con otras personas con fobias parecidas a las tuyas y hacerte saber que no estás solo.
¿Habías escuchado antes sobre qué es la Amaxofobia? ¿Conoces a alguien que padezca de ese irrefrenable miedo a conducir? Déjanos tus opiniones en un comentario. ¡Estaremos deseando leerte! Y si quieres saber un poco más sobre estas incómodas fobias, no te pierdas las fobias de famosos más llamativas.