Las ideas sobre el fin de la civilización tal como lo conocemos, el cambio de era o el definitivo fin del mundo, han sido tratadas por los universos del arte, la literatura y el cine. Sin ir muy lejos, la reciente, popular y magistral serie francesa El Colapso nos muestra un panorama que resulta aterrador por lo cercano que nos puede parecer, en el que la desesperación y el instinto de supervivencia quedan fielmente retratados. Más concretamente, hace referencia a la «colapsología», un término nacido en Francia que aborda el derrumbe de la civilización desde diferentes disciplinas. Sus más extremistas defensores sugieren escenarios tan insólitos como los de las más famosas películas sobre el fin del mundo, y nos asalta con la pregunta: ¿podría estar pasando ya? Para que puedas valorarlo tú mismo, hoy en Supercurioso te invitamos a conocer todo sobre qué es la colapsología.
¿Estamos viviendo ya los efectos de la «colapsología»?
Cuando hablamos del término colapsología, nos referimos a la conjunción de una amplia gama de disciplinas que abarca desde la ecología o la economía hasta la biofísica, la antropología, la sociología, la demografía, la biogeografía, la política o la historia. Su nacimiento tuvo lugar en Francia, concretamente en la sede del Instituto Momentum, confundado por Yves Cochet. En 2015 el término quedó formalmente acuñado, en el libro Cómo todo puede colapsar: Pequeño manual de colapsología para las actuales generaciones, de los teóricos Pablo Servigne y Raphael Stevens.
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En este trabajo se plantea una premisa básica que sirve como sustento a la teoría: el colapso de la civilización industrial. Los precursores de la teoría, definen el término «colapso» como el proceso al final del cual las necesidades más básicas relacionadas con la alimentación, la vestimenta, la vivienda o la energía ya no pueden verse satisfechas para la mayoría de la población. Así, según los defensores de la colapsología, el colapso de la civilización industrial podría provenir de la combinación de diferentes crisis, como la energética, la medioambiental, la económica y la geopolítica.
La influencia del hombre en el colapso
La colapsología asegura que los seres humanos impactan en el medio ambiente de forma seriamente negativa, por lo que su acción se convierte en la causa principal de la destrucción de la actual civilización. El colapso será consecuencia de la preservación del modelo de desarrollo expansivo que se ha mantenido durante los dos últimos siglos, incluyendo la alta industrialización sin conciencia ambiental, el cambio climático, la destrucción de la biodiversidad o la exploración desmedida de los recursos naturales.
Pero dentro de todos los elementos que pueden señalarse como potenciales causantes de que se cumpla la predicción de la colapsología, uno adquiere especial importancia, y es el referido a las causas biológicas. En este apartado se señalan las enfermedades infecciosas emergentes y las pandemias, tal como la que vivimos en la actualidad. Justamente, la explosión a escala mundial del Covid-19 ha despertado las pasiones y temores de la comunidad científica partidaria de la colapsología.
La relación entre el COVID-19 y la colapsología
Buena parte de quienes defienden la doctrina de la colapsología, exponen que la pandemia del COVID-19 podría representar el principio del fin de la humanidad y la civilización, al menos en la forma en que la conocemos. El escenario pandémico sin duda rompió todos los esquemas de lo previsible y de lo que habíamos visto con anterioridad. Un virus propagable con facilidad extrema, tomó en muy poco tiempo cada rincón del planeta.
En efecto, tal como indica la premisa básica de la colapsología, confluyen en este escenario varias aristas. En primer lugar, el mundo no estaba listo para una crisis sanitaria de las dimensiones de la que hemos experimentado. Pero no es solo una cuestión sanitaria, sino que también afecta a la política y la economía, que se han visto y seguirán viéndose durante los próximos meses altamente resentidas. El desempleo o la quiebra de negocios y la afectación a industrias como el turismo o la hostelería son algunas de las consecuencias más evidentes.
Pero la pandemia del virus también evidencia otro de los planteamientos clave de la colapsología: la vulnerabilidad de la sociedad, sobre todo en lo que respecta a la dependencia de productos extranjeros, ya que muchas poblaciones no han desarrollado la capacidad de auto sostenerse.
¿Hay algún aspecto positivo derivado de la colapsología?
La colapsología es, en efecto, una teoría un tanto cataclistica, que refiere proyecciones negativas en torno a la realidad actual. Sin embargo, también pueden extraerse lecciones positivas, cuya aplicación pudiera lograr un cambio de rumbo. Por ejemplo, el confinamiento al que se vio sometida la población mundial durante los picos de crisis del Coronavirus generó un impacto positivo muy notable en el medio ambiente. La disminución de los índices de contaminación y de destrucción del escosistema, dieron muestra de la capacidad de la naturaleza para recuperarse velozmente.
En este sentido, la colapsología funciona en pos de una premisa fundamental: la toma de conciencia del ser humano sobre el efecto de su forma de vivir en el medio ambiente. La invitación a migrar hacia métodos de producción menos agresivos con la naturaleza y un profundo cambio de hábitos, son el mensaje más valioso que nos ofrece la colapsología.