Si habéis visto la serie francesa «Les revenants» ya sabréis de que queremos hablar en este post. La figura de los revenants no fue algo que se inventaran los guionistas franceses, sino que hace siglos que es un concepto que se repite en el folclore de muchos países de Europa. Acompáñanos a conocer a los Revenants y descubre algunas curiosas y terroríficas historias y leyendas medievales sobre los que volvían de la muerte.
Los Revenants
Revenants es una palabra francesa que hace referencia a los «fantasmas visibles o cadáveres animados» que volvían de la muerte, levantándose físicamente de sus tumbas, para perseguir y aterrorizar a los vivos.
Descripción de los revenants
Los revenants suelen ser descritos como cuerpos muertos en avanzado estado de descomposición, pero en los que aún se puede reconocer quién fueron cuando vivían. Tienen los ojos brillantes y enrojecidos, los dientes podridos y les suelen faltar trozos de carne por toda su anatomía. La piel les cuelga en tiras y los gusanos se agrupan en la podredumbre visible. Huelen de manera nauseabunda y por ese olor pueden ser detectados y seguidos hasta su tumba y la ropa y las uñas están rotas por el esfuerzo hecho para salir de su encierro. Seguro que con esta descripción habréis pensado que se parecen mucho a los zombis de «The walking dead», sin embargo esta es la idea que tenían en el medievo de los revenants.
Historias medievales sobre los que volvían de la muerte
En el folclore europeo existen muchas historias sobre revenants, pero el momento de mayor expansión de esta creencia se dio durante la Edad Media, en el siglo XII. Los revenants que encontramos en las leyendas europeas de esa época tienen una serie de características en común: los que volvían o «resucitaban» acostumbraban a ser malhechores durante su existencia y habían dado muestra de su maldad o su falta de fe. También se consideraba que esta especie de «zombis» propagaban enfermedades por lo que era necesario acabar con su presencia de alguna manera. Lo más común era abrir la tumba, exhumar el cadáver y decapitarlo, sacarle el corazón y por último quemarlo. Solo así se podía estar seguro de que los revenants no volverían a molestar a los vivos.
El revenant de York
Guillermo de Newburgh, canónigo agustino del siglo XII escribió varias historias para que sirvieran de aviso a las generaciones futuras. Una de ellas fue la de un malvado hombre de York, perseguido por la justicia, que decidió casarse. Celoso de su esposa, se escondió entre las vigas de su casa y vio como ella yacía con un joven del pueblo. Se desequilibró, cayó y se mató. A pesar de no merecerlo, Newburgh explica que recibió un entierro cristiano, pero no le sirvió de nada ya que el diablo lo levantó de su tumba y el hombre empezó a perseguir a sus vecinos por las calles del pueblo durante la noche.
Los vecinos siguieron su maloliente rastro hasta la tumba y no tuvieron que cavar mucho hasta encontrar el cadáver hinchado y cubierto de sangre. Lo jóvenes del pueblo, le arrancaron el corazón y lo quemaron en una pira. Tras estos actos, el revenant no volvió a aparecer.
El revenant de Hereford
Estos hechos fueron relatados por un cronista del siglo XII. Explicó que en la ciudad de Hereford murió un hombre malvado y que a la noche siguiente se le vio por las calles de la villa gritando los nombres de los ciudadanos que morirían en 3 días.
El obispo de la región fue consultado y mandó abrir la tumba, separar la cabeza del cuerpo del cadáver con una pala, rociarlo con agua bendita y volver a enterrarlo. Según el cronista, el problema acabó así.
Los campesinos revenants
Esta historia medieval cuenta que dos campesinos fugitivos murieron en una aldea y fueron enterrados, pero al anochecer se los vio pasear por las calles del pueblo portando su propio ataúd sobre los hombros, golpeando las paredes de las casas y gritando «¡muévete!, ¡ven!». Al poco tiempo los aldeanos se pusieron enfermos y empezaron a fallecer. Según contó el abate de Burton, una ciudad inglesa, la epidemia cesó cuando los campesinos fueron desenterrados, cortadas sus cabezas y extraídos sus corazones.
Los revenants alemanes: los Wiedergänger
En algunas zonas de Alemania, a principios del siglo XX aún existía la creencia en un curioso tipo de revenants. Eran los Wiedergänger. Estos muertos vivientes no salían de sus tumbas pero por un efecto mental afectaban a los vivos ya que les absorbía la energía vital. También existía otro tipo de Wiedergänger que sí salía de su tumba y saltaba sobre la espalda de la gente que caminaba por la noche cerca de los cementerios se hacía llevar hasta su tumba o a la iglesia y por el camino dejaba sin energía al porteador que caía agotado o muerto.
Las historias de revenants son absolutamente increíbles a los ojos del siglo XXI, pero estos fantasmas malvados causaron pavor durante la Edad Media. ¿Qué te han parecido los revenants? ¿Se parecen a los zombis que vemos en las películas y series de la actualidad?