Los humanos queremos estar preparados para todo, incluso para una invasión zombi. Después de años y años de ver películas sobre los muertos vivientes, hemos llegado a pensar que quizá sea probable que nos enfrentemos a ellos en algún momento del futuro. Si eres de los que se ha estado preparando para la batalla, lamento decepcionarte al darte motivos, desde el punto de vista forense, por los que los zombis son imposibles.

9 motivos anatómicos por los que los zombis son imposibles

1. Muerte cerebral

En las películas nos muestran cuán sensible puede ser un zombi a cualquier ruido, por mínimo que sea. Pero en realidad, el cerebro solo dura 17 segundos con vida tras del deceso de una persona. Un estudio donde se decapitaron ratas, confirmó mediante la electroencefalografía que este órgano es uno de los primeros en dejar de funcionar.

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2. Rigidez

Rápidos o lentos, no importa. Los movimientos en los zombis son imposibles por esta razón: aproximadamente unas dos horas después de la muerte, el cadáver empieza a ponerse rígido por la falta de ATP (Adenosín Trifosfato) , la sustancia química que da energía a los músculos y articulaciones. A menor producción de esta sustancia, menor será el movimiento.

3. Autodigestión

Un zombi nunca se verá más desagradable que un verdadero cadáver en descomposición. Las células están privadas de oxígeno y las reacciones químicas se vuelven cada vez más ácidas, hasta llegar a formar ampollas en la piel y reventarse. Una semana después la piel comienza a caerse.

4. Parálisis

La muerte cerebral significa que el sistema nervioso no funciona. Por ende, el cuerpo queda paralizado. Así que, técnicamente no es posible ver a los muertos vivientes derribando puertas.

5. Sin energía química

De 4 a 10 minutos se tarda para que los procesos químicos del cuerpo dejen de funcionar. Cuando esto sucede, el metabolismo se detiene, y el ATP que daba movimiento a los músculos, también. Es decir, aunque su cerebro funcione, la constante producción de ATP no sería posible sin ingerir comida.

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6. Globo ocular desintegrado

La autodigestión, el rigor mortis y la falta de presión arterial, hacen que sea imposible mantener los ojos abiertos y además, con una visión tan buena como para cazar carne fresca.

7. Sepultados

La frase “dos metros bajo tierra” no es dicha en vano. Se supone que se entierran a esta profundidad para que el cadáver no se exponga a los animales carroñeros. Sumado el peso que se le coloca encima para que no haya ningún escape. Entonces, ¿cómo va a ser posible que salgan en un “apocalipsis zombi» al estilo cinematográfico?

8. Efecto del medio ambiente

Cuando se trata de la descomposición de cuerpos expuestos al aire libre, estos se deterioran muchísimo más rápido que aquel que es enterrado. Por eso, no serían buenos candidatos para zombi.

9. Huesos desmoronados

Las proteínas que están en los huesos con el tiempo comienzan a descomponerse, haciendo que se vuelvan tan frágiles como para desmoronarse. No hay manera de que resurjan de la profundidad de la tumba y se mantengan de pie.

¿Te parecen suficientes motivos para descartar una invasión?