Los gemelos siameses han sido objeto de interés y estudio desde que se tiene constancia de su existencia. Ya en el siglo XII, en Inglaterra, hay datos de la vida de unas hermanas gemelas siamesas llamadas Mary y Eliza Chulkhurst. En Supercurioso os hemos hablado de los hermanos originarios del reino de Siam que son los que dieron nombre a este tipo de gemelos que están unidos y en esta ocasión queremos acercarnos a la triste historia de Rosa y Josepha Blazek, las siamesas de Bohemia.

La historia de las siamesas de Bohemia

El destino de estos hermanos gemelos, que hasta hace pocos años permanecían unidos de por vida, era ser exhibidos en circos y teatros. A algunos como las gemelas Millie y Christine McKoy, tras sufrir vejaciones durante años, al fin alcanzaron una relativa paz y felicidad, pero este no es el caso de Rosa y Josepha Blazek, las siamesas de Bohemia.

Rosa y Josepha Blažek nacieron en Skrejšov, Bohemia el 20 de enero de 1878. Cuando tenían 13 años, su madre las llevó a París para consultar a los mejores cirujanos sobre la posibilidad de separarlas. Aunque la cirugía y la anestesia habían avanzado mucho, los médicos, una vez estudiado el caso, les dijeron que era imposible separarlas. Las gemelas compartían tejidos y cartílagos, pero también vértebras a nivel del sacro, tenían una sola uretra y un ano. Sin embargo cada una de ellas tenía un orificio vaginal, lo que dio lugar a una de las rocambolescas historias que utilizaron para explotar su singularidad.

La triste historia de Rosa y Josepha Blazek, las siamesas de Bohemia

Las dos gemelas eran muy diferentes. Rosa era más fuerte, dominante y comunicativa. Josepha era introvertida y como una de sus piernas era más corta seguía a su hermana dando pasos laterales. Sus gustos eran también distintos y en muchas ocasiones no coincidían ni a la hora de comer ni de dormir.

Al parecer su madre en un principio se opuso a que fueran exhibidas en París y quería limitar su exposición pública a algunas ferias locales, pero las chicas vieron una oportunidad para salir de su pueblo y consiguieron convencerla para contratar a un gerente y empezar su vida pública. Aprendieron a tocar el xilófono, cantar e incluso más adelante llegaron a hacer dúos de violín. Atrajeron multitudes en sus giras, especialmente porque en la propaganda y las exhibiciones se sexualizó mucho a la pareja, fotografiándolas con poca ropa y corsés apretados. Debido a ello, el público solía conjeturar sobre la actividad sexual de la pareja de siamesas y las dificultades que presentaba su condición física.

La triste historia de Rosa y Josepha Blazek, las siamesas de Bohemia

Su popularidad fue decayendo debido a la mala gestión de sus representaciones y a una sobreexposición. Cuando parecía que ya nadie quería contratarlas, en 1909 Rose afirmó que estaba embarazada y su popularidad volvió a subir como un cohete debido a la morbosidad que para el público suponía este hecho.

La triste historia de Rosa y Josepha Blazek, las siamesas de Bohemia

Aparentemente, en Abril de 1910 Rose dio a luz a Franz. Rápidamente fue exhibido junto a ellas y apodado «el hijo de dos madres». Hicieron una gira triunfal por toda Europa e incluso viajaron a América. En 1922 Rose enfermó de gripe, pero mejoraba, cuando unos días más tarde fue Josepha la que contrajo la enfermedad y no pudo superarla, falleciendo. Rose la siguió 12 minutos después. A su muerte, en su haber tenían únicamente la cantidad de 400$.

La triste historia de Rosa y Josepha Blazek, las siamesas de Bohemia

Tras el fallecimiento de las siamesas de Bohemia se les practicó la autopsia en la que se confirmó que tenían úteros separados, pero los médicos afirmaron que no existía ningún indicio que permitiera afirmar que ninguna de las dos había estado embarazada. Debido a este informe, la explicación más plausible es que el niño Franz fuera recogido de un orfanato para aumentar la popularidad de las chicas con el supuesto embarazo.

¿Que te ha parecido la historia de la siamesas de Bohemia? ¿La conocías?