Una de las prácticas médicas antiguas y escalofriantes es conocida como flebotomía, este procedimiento en la antigüedad no solo era riesgoso, también letal. En Supercurioso queremos contarte de qué se trata la famosa sangría terapéutica y por qué era utilizada. Te darás cuenta de que su uso se extendió hasta bien entrado el siglo XIX y aún hoy persiste, por lo que no solo los médicos lo realizaban, también los barberos y sacamuelas. ¿Quieres saber más? ¡Continúa leyendo!
¿Qué es la sangría terapéutica?
En 1822, se publicó un libro llamado: Doctrina moderna para los sangradores, en el cual se describía paso a paso el procedimiento de la flebotomía. Según este texto, la sangría terapéutica puede llevarse a cabo de dos maneras. Pero antes de conocerlas, vamos a hablar un poco de su origen…
Te has preguntado ¿qué quiere decir la palabra flebotomía y de dónde viene? Bueno, debes saber que la palabra viene de dos palabras griegas: Phebe que significa vena, y Temnen que significa cortar. De allí podemos sacar una primera conclusión: la sangría terapéutica es una abertura en una vena u arteria, hecha apropósito para evacuar la sangre. Esto se realiza básicamente con el objetivo de curar alguna enfermedad, aliviar al enfermo de sus dolores, o para prevenir que no incurra en los males.
1. Origen de la sangría terapéutica
Desde la sociedad del Antiguo Egipto, la sangre era considerada como un elemento portador de vida, por ello no era extraño que se realizaran ofrendas con esta. Las flebotomías en ese entonces se practicaban con fines ritualicos y casi todas las civilizaciones primitivas hacían uso de esta práctica. En India, por ejemplo, la sangría terapéutica aparece en los libros de los Vedas, y en Japón, desde el siglo III a. C., era utilizada como parte de la filosofía del Yin y Yang, según la cual extraer parte de la sangre del cuerpo permitía recuperar el equilibrio espiritual.
Asimismo, en Mesoamérica la flebotomía se orientaba al culto a sus dioses, allí los sacerdotes aztecas, en los días señalados, se practicaban a sí mismos la extracción de su sangre. En el campo terapéutico, la sangría era usada junto con las purgas para tratamientos, tal es el caso de los Incas, ellos la usaban para curar las cefaleas y las fiebres.
2. ¿Quién realizaba la flebotomía?
Al médico encargado de hacer la sangría terapéutica también se le conocía como sangrador, de este se decía que tenía que tener cualidades especiales para poder realizar la operación. Primero, debía tener buena vista, la mano ligera y segura. Además, no debía beber mucho vino, para que no se le «trastornara» la cabeza, y debía tener pulso firme. En el libro de la Doctrina moderna, dice literalmente: «Finalmente no ha de ser tan osado que haga una sangría terapéutica donde haya mucho peligro de herir una arteria, nervio o tendón, ni tampoco ha de ser tímido, que deje de hacer las que tienen poco riesgo«.
3. ¿Cómo se hacía una flebotomía?
La extracción se realizaba con una pequeña incisión en una vena periférica, normalmente, en la parte interior del codo o en la parte posterior de la mano. También existía la tendencia a que el corte estuviese cerca de la zona afectada. Es decir, si es el brazo el afectado esa sería la zona de extracción. La decisión de dónde se haría la abertura de la sangría terapéutica la definiría siempre el médico o sangrador, todo dependía de la cantidad de sangre que decidiera sacar.
En algunos textos, se habla del procedimiento de la sangría terapéutica paso a paso. Allí se consignan métodos y estrategias para llevarlas a cabo con éxito, por lo que el sangrador debía tener en cuenta 12 cosas durante la flebotomía: la situación en que se debe poner al enfermo, quitar el vello de la parte donde se haría la incisión, ubicar y tocar la vena, poner bien la cinta, poner la lanceta (instrumento con el que hacían la incisión) en posición, hacer después otro tacto en la vena, abrir la abertura por donde debe brotar la sangre, hacer que la sangre salga tanta como fuera posible, mirar la cantidad que ha salido, finalmente poner bien la venda con mucho cuidado para cerrar la abertura.
De las muchas curiosidades de la sangre, una de las más importantes es que esta no siempre se coagula, por lo que la flebotomía era siempre era un método peligroso, pues debía tenerse mucho cuidado en la cantidad de sangre extraída y, también, si se podía controlar la hemorragia. Evidentemente, una persona con problemas de coagulación tendría muchas probabilidades de morir en una operación como esta.
4. Sanguijuelas
Otro método empleado eran las sanguijuelas. Era muy eficaz, pues se lograba limpiar la sangre del enfermo y, además, era mucho menos peligroso que realizar un corte. ¿Cuáles eran las consecuencias? Había que tener mucho cuidado pues podían provocar anemias, infecciones y, en algunos casos, hasta la muerte. Si no se conocían muy bien las sanguijuelas se podían utilizar sanguijuelas venenosas que provocarían la muerte del paciente. Solo se conocían 6 especies no venenosas en la época, por lo que había que tener especial cuidado.
Como hemos visto, el objetivo de la sangría era el de curar enfermedades. Pero estamos hablando de un método muy arraigado, la sangría se aplicaba para casi todo. ¿Esto qué conllevaba? Primero, que no solucionaba el problema en el paciente; segundo, que muchas veces lo debilitaba tanto que este no sobrevivía.
5. Sangría terapéutica en la actualidad
En la actualidad también se practica la sangría terapéutica de forma totalmente segura, la extracción recomendada es de unos 400 mililitros, cantidad que no involucra afecciones en nuestro cuerpo. El procedimiento de la extracción de sangre es muy similar al que se practica cuando vas a donar sangre. Pero seguro te preguntarás, ¿para qué se utiliza? Si hace un momento te dijimos que no curaba las enfermedades. Bueno, en realidad la sangría terapéutica es utilizada en casos muy específicos, en los que existen problemas de sobre carga de hierro o cuando existe un exceso de glóbulos rojos en la sangre.
Esperamos que este artículo haya sido de tu agrado. Y por si sigues interesado en temas de salud, te recomendamos conocer qué es la hemofobia, ¿acaso es normal desmayarse por miedo a la sangre?