En el mundo existen infinidad de animales curiosos, algunos de ellos como los perros, los venados o las ratas, son capaces de oler el miedo en sus congéneres, pues estos desprenden un olor como signo de advertencia ante cualquier situación de peligro, el resto del grupo, al oler tal aroma, huye del lugar sin demora. Como ves, oler el miedo no es algo nuevo, muchos animales lo ponen como estrategia de escape, mientras que otras especies ni siquiera se dan cuenta de que lo perciben; este es justo nuestro caso. En Supercurioso queremos contarte que también se puede oler el miedo en los humanos. ¡Acompáñanos y descubre su razón! 🙂
¿Se puede oler el miedo en los humanos?
De acuerdo con un estudio que encargó el ejército de los Estados Unidos, a través del Pentágono, a la Universidad de Stony Brook en Nueva York, lograron aclarar que se puede oler el miedo, no solo en los animales, sino también en los humanos.
El miedo, como todos sabemos, es una emoción que causa en nuestro cuerpo una sensación desagradable, producto de una percepción de peligro. No obstante, así como sufrimos, también reaccionamos ante estas sensaciones con otras, tales como el olor. Sí, así como lo lees, se puede oler el miedo en los humanos. A diferencia de cómo los perros huelen el miedo, los humanos en realidad puede que no lleguemos siquiera a percibirlo, no obstante, aquí te contamos cómo es la reacción química en nuestro cuerpo.
1. ¿Cómo se produce el olor al miedo?
Los estudios que han incursionado en el tema avanzan cada vez más en aspectos que antes se creían imposibles. Podríamos pensar que el olor al miedo es igual al olor del sudor, una de las cosas asquerosas del cuerpo, sin embargo, existe una gran diferencia.
En primera instancia, los estudios demostraron que el miedo no deja de ser una respuesta fisiológica que sucede dentro de nuestro cerebro, que a su vez, reacciona liberando hormonas y neurotransmisores, tales como la adrenalina, la noradrenalina y la dopamina, que al viajar por el torrente sanguíneo estimulan el sistema nervioso central, provocando una cantidad de sudor, que varía dependiendo de la persona.
Ahora bien, que se pueda oler el miedo, no significa que todos lo huelan; la mayoría de seres humanos no tenemos un olfato tan desarrollado como para detectar el «olor al miedo», pero, en cambio, otros animales sí pueden olerlo. Así que si en algún momento te encuentras frente un animal peligroso que puede ponerte nervioso, trata de calmarte y no demostrarlo, pues puede que este llegue a oler tu miedo y consecuentemente te ataque.
2. ¿Cómo se descubrió que podíamos oler el miedo?
En esa investigación que se realizó para el ejército de los Estados Unidos, se llevó a cabo un experimento que tuvo dos fases; este experimento fue llevado a cabo por la Dra. Lilianne Mujica-Parodi.
Se escogieron 20 voluntarios para efectuar su primer salto en paracaídas y se les situaron estratégicamente unas pequeñas esponjas para recoger su sudor. Al día siguiente, a la misma hora y durante el mismo tiempo que había durado el salto, se les hizo correr en una cinta y también se recogió el sudor. Posteriormente, otro grupo de voluntarios, conectados a escáneres cerebrales, olieron las dos muestras.
El resultado fue que, cuando aspiraban sobre las que habían sido tomadas durante el salto, se activaba la zona de su cerebro asociada al miedo. De esto infirieron que, de alguna manera, ¡se puede oler el miedo! Y esto a demás nos alerta, como sucede con el resto de los animales.
3. El olor y las feromonas
Los investigadores creen que se puede oler el miedo gracias a las feromonas que produce el cuerpo y que salen en el sudor, y esto además tiene sentido evolutivamente, te explicamos por qué:
En el mundo animal, las feromonas juegan un papel básico en aspectos tan importantes como la reproducción, las señales de alarma o el territorio. En los humanos no se ha comprobado químicamente que existan; aun así se considera que pueden jugar un papel fundamental en la atracción sexual y tras esta investigación, también en los procesos que conducen al miedo o estrés emocional. Uno de los aspectos que plantea dudas sobre si podemos o no percibir las feromonas es el hecho de que, a diferencia de los animales, no poseemos en nuestros órganos olfativos los elementos necesarios para captarlas.
Por ejemplo, los mamíferos son capaces de percibir señales que envían sus congéneres gracias a una parte del cuerpo específica, el órgano vomeronasal. Este es el encargado de captar el olor al miedo a partir de pequeñas aperturas en el tabique nasal. En los humanos al contrario, el órgano vomeronasal es una de esas partes del cuerpo que ya no sirven, pues aunque lo desarrollamos en las primeras etapas de gestación, este pierde su función antes de nacer. Pero, no te desanimes, las personas podemos intercambiar mensajes químicos mediante un segundo grupo de receptores…
De acuerdo con la investigación sobre el olor del miedo, los científicos dejaron en claro que, las estructuras receptoras que son capaces de reconocer este particular olor, reaccionan con mayor frecuencia cuando se trata de una alta carga de feromonas. Cabe hacer una aclaración más, las personas tienen reacciones totalmente diferentes ante una situación que les produce miedo, algunos pueden quedarse en blanco, mientras que otros ponen su cerebro al 100% para buscar una solución. Este último factor, creen los científicos, tiene mucho que ver con la manera en que se puede oler el miedo, o al menos, llegar a percibirlo.
Hemos llegado al final de nuestro artículo, esperamos que hayas logrado encontrar la respuesta que esperabas. Si buscas conocer más datos interesantes sobre el cuerpo humano, no te pierdas las curiosidades del cerebro, te aseguramos que algunos de los datos curiosos que encontrarás te sorprenderán.