El mito del Minotauro es uno de los más impresionantes de la mitología griega. Tiene todos los elementos que hacen que una historia triunfe: un monstruo sanguinario, un rey sin escrúpulos, una princesa compasiva y enamorada y un héroe valiente y sacrificado. Por todo ello es considerado un clásico. En Supercurioso ya nos hemos acercado anteriormente al Mito del Minotauro, y, en esta ocasión, hemos querido saber más acerca de sus protagonistas, Teseo y Ariadna. ¿Nos acompañas?
Teseo y Ariadna, más allá de la Leyenda del Minotauro
1. Teseo y Ariadna y la leyenda del Minotauro
Recordemos brevemente el mito del Minotauro y la participación de Teseo y Ariadna. Teseo era hijo de Egeo, el rey de Atenas, pero su madre no era la reina y él vivió alejado de su progenitor en la ciudad de Trecén. Cuando se hizo mayor decidió conocer a su padre y viajó a la ciudad. La esposa de Egeo, Medea, vio en él un rival para su hijo y antes de que se diera a conocer lo acusó de traidor. El joven tuvo que enfrentarse al toro de Maratón al que venció. Finalmente fue reconocido por su padre y nombrado sucesor de la corona.
Por otro lado, Parsífae, la esposa del rey de Creta, Minos, por la traición que éste hizo a Poseidón, fue condenada a sentir una pasión irrefrenable por el Toro de Creta. Disfrazada de vaca yació con el animal y concibió un hijo: el Minotauro. Este ser monstruoso, mitad hombre y mitad toro que solo comía carne humana, fue encerrado en el Laberinto de Creta diseñado por Dédalo.
Debido al asesinato de uno de los hijos del rey Minos en Atenas, Creta le declaró la guerra. Los cretenses ganaron y exigieron periódicamente un tributo en forma de doncellas y jóvenes para alimentar al Minotauro. Teseo se ofreció voluntario para formar parte del grupo y matar al monstruo, puesto que ya tenía experiencia en el enfrentamiento con el Toro de Maratón.
Al llegar a Creta, los elegidos fueron presentados a Minos y su familia. Una de sus hijas, Ariadna, se enamoró de Teseo y decidió ayudarlo. Teseo y Ariadna urdieron un plan. Ella le dio un ovillo de hilo y esperó a la entrada del laberinto sujetando un extremo. Teseo debía ir desenrollando el ovillo a medida que avanzaba. Además le dio una espada que ocultó entre sus ropas. Dentro del laberinto se enfrentó al Minotauro y lo mató. Gracias al hilo de Ariadna fue capaz de encontrar la salida del laberinto del Minotauro del que era imposible escapar.
Hasta nosotros ha llegado la expresión «el hilo de Ariadna». Es una frase que se utiliza cuando una serie de argumentos, observaciones o deducciones se relacionan de manera que, siguiéndolos, llegamos a la solución de un problema que, al igual que el laberinto del Minotauro, parecía no tener una salida.
2. El amor de Teseo y Ariadna: el desenlace
Ariadna esperaba a su enamorado en la entrada del laberinto. Según la mayoría de versiones del mito, Teseo y Ariadna huyeron de Creta en su embarcación habiendo hundido previamente la flota cretense. A partir de ese momento las versiones difieren. En general, explican que Teseo y Ariadna desembarcaron en la isla de Día o la de Naxos y allí la joven fue abandonada.
Los motivos del abandono varían, unos dicen que fue por propia voluntad (ya que Teseo estaba enamorado de otra), otros que los Dioses del Olimpo le obligaron a dejarla en la isla para que se pudiera casar con Dionisos y algunos que, en realidad no fue abandonada, sino que Ariadna murió en Naxos por obra de Artemisa o fue raptada por Dionisos.
Una de las versiones más bellas es la que cuenta que se desencadenó una gran tempestad y Teseo desembarcó a Ariadna, que estaba embarazada, en una isla y partió para tratar de salvar la embarcación. Ariadna se puso de parto y murió. Cuando regresó Teseo la encontró muerta y ordenó que se celebrasen sacrificios en su honor. También hay autores que explican que la chica, al ser abandonada, se suicidó.
En los mitos que la emparejan con Dionisos, la joven permanece junto a él hasta que Perseo combate con el dios y, por error, es alcanzada por una lanza que iba dirigida a otro y muere. Dionisos desciende al Hades a buscarla, la rescata, es inmortalizada por Zeus y ambos se unen a los dioses del Olimpo. Teseo por su parte heredó el trono de Atenas a la muerte de su padre Egeo y posteriormente contraería matrimonio con una hermana de Ariadna que se llamaba Fedra.
3. El trágico regreso de Teseo a Atenas
El barco que conducía a los jóvenes que viajaban a Creta como tributo para el Minotauro llevaba siempre las velas negras. Antes de partir de Atenas, el rey Egeo hizo prometer a Teseo que si tenía éxito en su empresa cambiaría las velas negras por unas blancas antes de llegar a puerto. Sin embargo, Teseo lo olvidó y Egeo, que divisó las velas negras desde el puerto de El Pireo, pensó que su hijo había muerto. Consumido por el dolor se suicidó arrojándose al mar. Desde entonces ese mar tomó su nombre: Mar Egeo.
Además de Teseo y Ariadna, no te pierdas…
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En definitiva, podemos concluir afirmando que el mito de Teseo y Ariadna es apasionante. Cuéntanos en un comentario si lo conocías ya, cuál es tu final favorito para la pareja o si conocías la expresión «el hilo de Ariadna». ¡Comparte tus opiniones con nosotros!