En Supercurioso te hablamos una vez sobre el cacao, el regalo de los dioses. En esta ocasión te presentamos tres plantas súper estimulantes y maravillosas que empapan nuestro día a día. ¿Las pruebas con nosotros?

El café en sorbos

La legendaria historia del café se inicia alrededor del siglo IX, con dos relatos: el primero tiene como protagonista a un pastor de la antigua Abisinia, actual Etiopía, que descubrió los efectos de la planta al ver lo que el consumo de sus frutas hacía en sus cabras. Aunque es la más conocida, es posible que se trate de una historia apócrifa, pues apareció publicada por primera vez en 1671.

café

Otra leyenda involucra a un místico sufí yemení, que viajando por Etiopía observó unas aves que se comportaban con mucha vitalidad, esto lo llevó a probar las bayas que estaban comiendo y eso le proporcionó gran energía. Todo apunta a que la domesticación y consumo de las frutas de este arbusto se hizo en Yemen o Etiopía, y ya en el siglo XV se consumía en monasterios sufíes de Yemen.

De la meditación al sueño imperial: el té

En torno al té también hay dos leyendas que involucran a figuras de mayor alcurnia: un príncipe hindú y un emperador chino. El príncipe está en un relato de la India, y cuenta que Siddharta, el futuro Buda, se encontraba meditando bajo un árbol Bodhi, y al considerar los sufrimientos que rodean la vida de los seres humanos dejó caer una lágrima, y en el sitio donde ésta cayó surgió una planta de té.

Árbol de té rosa

La fábula china se desarrolla cinco mil años atrás (2737 a.C.) y trata sobre el emperador Sheng Nung, que se quedó dormido a la sombra de un arbusto mientras hervía agua en un recipiente, al que le cayeron algunas hojas. El emperador probó la bebida y le gustó.

Una bebida de los dioses: el cacao

Dos mitos, dos dioses, dos culturas: la invención de esta maravillosa planta americana es atribuida por los mayas a Kukulkán, que les dio el fruto a los humanos poco después de haber sido creados a partir de otra planta extraordinaria, el maíz.

cacao

Para los aztecas en cambio fue Quetzaltcóatl, “la serpiente emplumada”, quien regaló la primera planta de cacao a los humanos, y con la que se preparó el primer xocolatl.

África, Asia y América unidas por tres plantas que además de sus orígenes divinos tienen otra cosa en común: la cafeína.