La Venus de Milo es un resumen la belleza femenina idealizada típica del arte clásico, helenístico y neoclásico, así como el arte hecho durante la época dorada del Renacimiento. Durante dos mil años ha sido una figura omnipresente en el canon del arte occidental, sin embargo, a pesar del cuidado puesto en representar la belleza, algunas partes pequeñas de su cuerpo han sido muy descuidadas: el segundo dedo del pie, por ejemplo, que sobresale del resto, siendo más largo, incluso, que el dedo gordo. ¿No lo sabías? ¡Te contamos sobre el!
El segundo dedo del pie de la Venus de Milo es muy largo… ¿Y qué hay del tuyo?
Así es, pero lo cierto es que no sólo la Venus de Milo tiene este “defecto” también otras representaciones del arte clásico, así como del ideal de belleza griego que imperaba en la época, pero entonces ¿por qué esas proporciones desiguales en el segundo dedo del pie? Cuando los egipcios nos tenían acostumbrados a la simetría total, llegan los griegos y nos muestran otro mundo de posibilidades.
Bueno, la Venus de Milo, representaba a humanos con este tipo de dedo, de alguna manera, ella representa la belleza griega, no la perfección. Esta condición del segundo dedo del pie alargado se sigue viendo hoy en día y que ha sido conocida como ‘Pie Griego’ o Dedo De Morton, ya que a principios del siglo XX, un cirujano ortopédico estadounidense llamado Dudley Morton nombró el fenómeno de tener un segundo dedo más largo: «El Dedo de Morton».
Morton creía que este dedo del pie, al que también llamaba Metatarsus atavicus, era un atavismo similar a el daltonismo, los vestigios de colas humanas y pezones supernumerarios, y que recordaba un rasgo que nuestros antepasados alguna vez desarrollaron para poder moverse más fácilmente por los árboles.
Mientras que tener una mayor habilidad para moverse entre los árboles era una gran ventaja en el pasado y posiblemente influyera muchísimo en la supervivencia del sujeto, en el mundo actual -más civilizado-, el dedo de Morton puede causar bastantes problemas ortopédicos incómodos, como los juanetes. Algunos profesionales médicos como el médico personal de John F. Kennedy, la Dra. Janet Travell, han postulado que los dedos de los pies largos también podrían causar dolor miofascial (crónico), que consiste en sentir molestias, a veces agudas, en la parte baja de la espalda, a veces en los glúteos.
Se estima que entre el 15% y el 20% ciento de los seres humanos tienen el dedo de Morton. Aunque el nombre del dedo del pie se refiere al segundo dedo del pie, sería más exacto llamar a la condición «pie de Morton», ya que el problema es causado por el primer hueso metatarsiano en el pie -no por el dedo del pie en concreto-, siendo más corto que su vecino, y justo debido a su longitud, los andares de quien lo tiene pueden ser diferentes. Así como puede ser beneficioso, aportando un mayorequilibrio en la pelvi, también podría ocasionar algún tipo de escoliosis.
Así que si tienes un segundo dedo del pie más largo, no es necesariamente feo, sólo depende de la época de la que provengan tu cánones de belleza.
¿Qué te pareció este artículo? Si lo encontraste interesante, ¡no dejes de compartirlo!
También te podría interesar: