¿Te has fijado en que desde hace más de un siglo ningún niño de la familia real inglesa recibe el nombre de John? Como todas las familias, las que pertenecen a la realeza tienen también sus secretos y sus supersticiones y el hecho de no poner John a ninguno de sus vástagos tiene una triste historia. Acompáñanos a conocer la vida secreta de John, el pequeño príncipe inglés.

John, el pequeño príncipe inglés

El heredero de la reina Victoria del Reino Unido fue su hijo Eduardo y a este le sucedió su hijo que reinó como Jorge V. Jorge se casó con María de Teck, que había estado anteriormente prometida con su hermano mayor fallecido a causa de una gripe. El matrimonio tuvo 6 hijos, Eduardo -que renunció al trono-, Alberto -que reinó como Jorge VI, María, Enrique, Jorge y el más pequeño llamado John.

La vida secreta de John, el pequeño príncipe inglés

John nació el 12 julio 1905 en Sandringham y recibió el nombre de «John Charles Francis» aunque todos le llamaban Johnny. Junto con sus hermanos y debido a los numerosos compromisos de sus padres, pasaban gran parte del año en Sandringham al cuidado de su niñera Charlotte Bill, apodada Lala. Sin embargo, los primero príncipes de Gales y luego reyes británicos estaban todo lo posible junto a sus hijos a los que educaban con férrea disciplina y con cariño y proximidad a la vez. Pronto se dieron cuenta de que el pequeños de sus hijos era diferente a los demás. A los cuatro años sufrió un primer ataque de epilepsia y se le diagnosticó un cierto retraso mental que hoy sin duda hubiera sido calificado como un pequeño grado de autismo.

La vida secreta de John, el pequeño príncipe inglés

Debido a la enfermedad que padecía fue quedando al margen de las actividades sociales de la familia y prácticamente no salía de su hogar en Sandringham. Los rumores empezaron a extenderse cuando no acudió a la coronación de su padre y la prensa dijo que no estaba en ella porque su familia no lo consideraba «presentable» al mundo exterior y preferían mantenerlo escondido para no perjudicar su reputación. Esta opinión era falsa, sus padres temían que un acontecimiento como la coronación perjudicara seriamente su salud y cuando hablaban de él, siempre alababan su bondad y su cariñoso talante.

La vida secreta de John, el pequeño príncipe inglés

Cuando cumplió 11 años desapareció por completo de la vida pública ya que su enfermedad se había agravado. Sus hermanos fueron al ejército o al colegio, pero John no pudo acudir a ninguna institución y en 1916 se le envió a vivir una existencia lo más tranquila posible a una casa-granja llamada  Wood Farm. Allí era visitado especialmente por algunos de sus hermanos, especialmente George, y su abuela Alejandra, que enterada de que el pequeño príncipe se aburría hizo algo contrario a la práctica habitual de la familia real: invitó a jugar con su nieto a los niños que habitaban en las casas próximas aunque fueran plebeyos y así el pequeños príncipe tuvo amigos con los que compartir experiencias en los bosques cercanos a la granja y ser feliz.

La vida secreta de John, el pequeño príncipe inglés

A los 13 años de edad, el príncipe John sufrió un último ataque de epilepsia que acabó con su vida. Sus padres no estaban presentes cuando ocurrió el suceso luctuoso y cuando se informó a la opinión pública, ésta volvió a criticar a la familia real diciendo que lo tenían escondido y abandonado. Historiadores posteriores han afirmado que la familia real se comportó como todas las de la época que aislaban a los enfermos de epilepsia por desconocimiento. Fue enterrado en la Iglesia de Santa María Magdalena de Sandringham junto a su tío Alexander John, hijo de su abuela Alejandra, que afirmó que ahora sus dos John descansaban juntos. A partir de ese momento el nombre de John se considera maldito en la familia real británica y ninguno de sus descendientes, de momento, ha recibido ese nombre.

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