La literatura infantil está plagada de cuentos de todos los estilos que han ayudado desde siempre a enseñar a leer, a desarrollar la imaginación y a dar ejemplo sobre la forma de actuar ante ciertas circunstancias. Entre estos relatos quizá los que más nos tocan son los que nos explicaban nuestros padres de pequeños, esos cuentos infantiles para dormir que nos hacían soñar mundos fantásticos. Por eso hoy queremos revisar 3 cuentos infantiles clásicos y explicarte sus interioridades.
3 cuentos infantiles clásicos. ¿Conoces sus secretos?
Los cuentos infantiles clásicos tienen unas características comunes que los hacen fácilmente reconocibles: su temática normalmente gira en torno al bien y al mal; los personajes son simples y escasos, sin poder faltar, claro está, el protagonista y su antagonista; localización espacio-temporal inconcreta, no es necesario situar las historias ni en el tiempo ni en un lugar concreto, pueden pasar en cualquier sitio; y moraleja, todas las fábulas infantiles esconden una enseñanza que los niños reconocerán fácilmente.
Repasemos, pues, los argumentos y características de 3 cuentos infantiles clásicos.
1. ‘Blancanieves y los siete enanitos’
El cuento de Blancanieves es quizá el más clásico de los cuentos de hadas. La versión escrita más difundida es la de los hermanos Grimm y la más conocida cinematográficamente hablando es la de Walt Disney, de 1937.
Su argumento, como todos sabemos, gira en torno a la historia de la princesa Blancanieves, a la que su madrastra, la Reina, envidia por su juventud y belleza. El espejo mágico, además, no deja lugar a dudas sobre quién es la más bella del reino y por ese motivo la malvada reina decide acabar con Blancanieves. Por suerte, la joven puede escapar de su destino y llega hasta la casa de los siete enanitos, que la acogen sin pensárselo. Cuando parece que podrá continuar allí felizmente, reaparece la Reina, quien le da a comer una manzana envenenada que la deja aletargada. Los enanitos piensan que está muerta y la velan en una ataúd transparente. En ese momento, aparece un príncipe, que ya estaba enamorado de Blancanieves, la besa y consigue romper el hechizo. Ambos marchan felices rumbo a una vida nueva llena de felicidad.
Esta fábula infantil clásica cumple con todos los requisitos que hemos nombrado anteriormente: la protagonista, Blancanieves, es la encarnación del bien, mientras que su antagonista, la Reina, representa el mal (la envidia, la codicia); el lugar y el momento en los que transcurre la trama no tienen importancia; y finalmente nos quedamos con la enseñanza de que el bien siempre triunfa sobre el mal y de que el amor todo lo puede.
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2. ‘La Caperucita Roja’
Otro de los cuentos infantiles clásicos por excelencia y que además en este caso podríamos calificar dentro de las historias cortas para niños, ya que su extensión es reducida en todas sus versiones. Charles Perrault fue el primero que recogió esta historia y la incluyó en un volumen de cuentos para niños (en 1697), en el que destacaba sobre los otros por ser, más que un cuento, una leyenda bastante cruel, destinada a prevenir a las niñas de encuentros con desconocidos. En 1812, los hermanos Grimm escribieron una nueva versión, que fue la que hizo que la historia de Caperucita y el lobo fuera conocida casi universalmente, y que, aún hoy en día, es la más leída.
Caperucita es el arquetipo de la inocencia, esa dulce niña que juega por el bosque y que recibirá una lección enorme por desobedecer a su madre. El aprendizaje que extraemos de esta lectura se puede aplicar perfectamente a los peligros de las ciudades de hoy en día.
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3. ‘El flautista de Hamelín’
Nos adentramos ahora en una de las fábulas infantiles más clásicas. Su origen es popular e incluso se dice que está basada en hechos reales, pero quienes la recogieron y popularizaron fueron, una vez más, los hermanos Grimm.
La historia en este caso sí se sitúa en un lugar concreto, un pueblo del norte de Alemania llamado Hamelín que se vio infestado por las ratas. Los habitantes del lugar no sabían cómo acabar con ellas. Se presentó en el lugar un flautista que prometió librarles de las ratas a cambio de una buena cantidad de dinero. Llegaron a un acuerdo y el músico se puso a tocar la flauta. Las ratas, atraídas por aquellas dulces notas, le siguieron como hipnotizadas. El flautista las sacó del pueblo y las llevó hasta el río, donde una a una fueron cayendo y ahogándose. Cuando el músico volvió al pueblo para cobrar su recompensa, se negaron a pagarle porque les pareció que el trabajo había sido muy fácil. El flautista decidió dar una lección a los lugareños: volvió a tocar la flauta y esta vez fueron todos los niños del pueblo quienes le siguieron. La falta de palabra y la mezquindad se castigaba haciéndoles daño donde más les dolía. Finalmente, los habitantes del pueblo pagaron su deuda y el flautista devolvió a los niños a su lugar de origen. Un nuevo triunfo del bien sobre el mal.
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¿Qué te ha parecido conocer las interioridades de los cuentos infantiles clásicos? Para saber más, 9 cuentos infantiles cortos para leer antes de dormir.