Los cuentos clásicos son muy distintos a como nos los ha venido contando Disney, de eso ya te hemos hablado en otros artículos, como en el de la verdadera y terrorífica historia de la Caperucita Roja. Pero había uno que no habíamos abordado antes, y que hace poco nos hizo saltar de curiosidad: Blancanieves y los siete enanitos. En principio parece un relato inocente, ¿no? Pero la verdadera historia de Blancanieves no es tan infantil como nos la han contado. En Supercurioso decidimos indagar un poco sobre el cuento de Blancanieves, y por eso hemos hecho este artículo para que averigües todo lo que debes conocer sobre este fascinante relato.

La verdadera historia de Blancanieves: Maria Sophia Margaretha Catharina von Erthal

La verdadera historia de Blancanieves

Para empezar, cabe decir que muchas de esas historias se arraigan en hechos reales:  historias de carne y hueso que han sido deformadas y adornadas para ofrecer siempre un final feliz a esos niños que desean irse a la cama, con un bocado de fantasía y un final feliz. ¿Sabías que el famoso cuento de Blancanieves está inspirado en una persona real? El historiador  Karlheinz Bartels de hecho ha indagado en la verdadera historia de Blancanieves para traernos a la  que nunca fue especialmente feliz debido al desprecio de su madastra, mejor conocida en la historia como la reina malvada.

Pongámonos en contexto: es el año 1729, la pequeña María Sophia nace en el castillo de Lohr, Alemania. Su padre era  Philipp Christoph von Erthal, condestable del territorio y gran diplomático que se relacionaba con toda la nobleza de Europa cumpliendo las funciones de ministro de exteriores. Pero su vida, siempre muy activa, se paralizó cuando falleció su esposa. La pequeña María contaba pocos años de vida.

1. Una madrastra malvada

Dos años después, Philipp volvió a encontrar la felicidad con una nueva esposa: la bella Claudia Elisabeth Maria von Venningen, Condesa Imperial de Reichenstein. Ahí comenzaron los problemas, pues resultó que la relación entre la hermosa condesa y la pequeña María no fue buena. De hecho, existen muchos archivos y documentos de la época donde se habla de María, una joven muy querida en Lohr por ser muy caritativa con los pobres y las personas necesitadas. Se la describe como una especie de hada, como una persona muy noble y de gran amabilidad personal. Para el “imaginario colectivo”, la personificación  de la verdadera historia de Blancanieves era la imagen ideal de la hija de un Rey.

Una de las razones por las cuales la pequeña era tan querida era porque María era parcialmente ciega, secuelas de una varicela que limitaban un poco su visión. Pequeña y querida, pero indefensa ante los múltiples desprecios de su madrastra: María estaba condenada, en su vida no se avistaban ni príncipes ni finales felices, solo un largo y lento declive. Esta figura fue sin duda de un gran atractivo para los hermanos Grinn, los autores del cuento de Blancanieves, pues María era joven, bella y noble de corazón, lo cual era un contraste con su vida diaria, en la cual era constantemente maltratada y envidiada por su malévola madrastra.

2. Siete enanitos, siete pecados, siete niños

Hay otro aspecto del cuento que todavía no hemos abordado: los siete enanitos. Para quien ha prestado la suficiente atención a la historia, pues habrá notado que cada uno de estos pequeños trabajadores de las minas representa a uno de los pecados capitales: ira, pereza, gula, lujuria, envidia, avaricia y soberbia. Sin embargo, la historia de estas figuras no acaba ahí. ¿De dónde salieron estos siete enanitos? ¿En qué se inspiraron los autores para hablar de ellos?

Esa pregunta no deja de tener una respuesta interesante, y es que los expertos en la verdadera historia de Blancanieves comentan que los autores debieron basarse en los niños que trabajaban en las minas de la región. Niños que envejecían prematuramente por la búsqueda de minerales y del trabajo continuo que los hacían parecer auténticos viejecillos de pequeña estatura, pequeños trabajadores que no alcanzaban a vivir su infancia, que iban y volvían de las minas cantando, zarrapastrosos, cansados, condenados. No debería extrañarnos que estos siete pequeños congeniaran tan bien con Blancanieves.

3. Un gran espejo

Cabe una curiosidad más acerca de la verdadera historia de Blancanieves. Hoy en día el castillo de Lohr es un lugar turístico y, de hecho, en una de sus habitaciones, una alcoba bellísima, se encuentra adornada con una pieza espectacular. ¿Puedes adivinar qué es? Seguramente ya lo sabes: como en la película y en el cuento de los hermanos Grinn, en esta habitación se encuentra un gran espejo de un 1,60 metros, un espejo que fue fabricado en el mismo pueblo y que constituía una pieza de gran interés. Sin duda, otra referencia que los autores del cuento de Blancanieves tomaron a bien usar.

La muerte de María y las causas asociadas a su muerte, son un misterio que escapó de las fauces de la historia, pero se sabe que no hubo final feliz, ni príncipe. De hecho, mientras más crecía, menos tiempo pasaba su padre en el castillo y, por lo tanto, más tiempo pasaba Blancanieves, la pequeña María, con su madrastra, quien siempre supo dar preferencia a sus otros hijos frente a la indefensa María.

La rechazó por ser bella, por ser caritativa y por poseer ese defecto físico en su visión. Se sabe que el ataúd en el que fue enterrada era especialmente distinguido -no era totalmente de cristal como el del cuento- pero sí poseía algunas piezas talladas por esa industria manufacturera de cristal de la región, que quiso hacerle un homenaje a la joven. Esto también debió servir de inspiración para los hermanos Grimm.

¿Qué te ha parecido la verdadera historia de Blancanieves? Seguro que estas frases de películas de Disney no te van a parecer lo mismo después de haberla conocido.

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