Todos conocemos al polifacético y excepcional músico David Bowie. Cantante, compositor, productor, actor… Referente musical y estandarte de una cultura propia en la Inglaterra de los años 70, que se alzó como referente en todo el mundo. Su imagen siempre ha sido algo camaleónica y con un punto de excéntrica originalidad, un rasgo que viene acompañado, sin duda, por uno de sus rasgos más característicos: su mirada bicolor.

Los ojos de David Bowie: ¿Heterocromía o casualidad?

La realidad es que David Bowie nació con los dos ojos azules. Su infancia en los barrios londinenses fue algo convulsa y, según contó en una ocasión, tuvo una fuerte pelea siendo niño en el patio del colegio por una chica. El otro muchacho era George Underwood, un fortachón con un buen gancho de derecha que le propinó un buen puñetazo en el ojo izquierdo.

Certero y brutal.

Tanto, que David Bowie estuvo casi un año sin poder ir al colegio, sufrió una parálisis en los músculos del ojo, perdiendo no sólo un poco de visión, sino además gran parte del sentido de la profundidad. Aunque la secuela más llamativa fue que su pupila quedó dilatada para siempre. Ese es el secreto. No es, en absoluto, que ese ojo izquierdo disponga de una tonalidad diferente, no es heterocromía. Se debe, sencillamante, a que está tan dilatado como un eclipse.

David Bowie ojos

Puede que un  hecho de esa transcendencia le haya causado ciertos problemas a nivel visual en su vida, pero esa mirada bicolor es el signo de identidad de David Bowie. Nadie puede negarlo.

Pero ¿qué es la heterocromía?

Está muy extendida la creencia de que David Bowie presenta heterocromía en su mirada. Ahora que ya hemos comprobado que no es así, nos preguntamos: ¿qué es la heterocromía? Se trata de un fenómeno muy llamativo que tiene su base en una mutación del iris, en el tejido fibromuscular del centro del ojo. La mayoría de la población presentamos una monocromía, pero algunas personas están dotadas de una singularidad visual, que en ocasiones está asociada a un tipo de afección.

La Heterocromía Iridium simple, por ejemplo,  no tiene ningún problema de base. En ocasiones es hereditario, con un patrón genético dominante ahí donde se sufre una mutación en los niveles de melatonina durante el desarrollo del feto, dando como resultado una alteración en el color de los ojos.

Luego tendríamos la Heterocromía adquirida, apareciendo una hemosiderosis, debido a la alteración de los niveles y depósitos de hierro en el ojo. Por su parte, la «Ciclitis heterocrómica de Fuch» es la más común según los especialistas, apareciendo una inflamación entre la córnea y el iris que deriva en un cambio en la pigmentación de los ojos.

heterocromia

Alteraciones genéticas, la casualidad e incluso alguna que otra alteración en nuestra visión derivan en estas fascinantes miradas que tanto nos llaman la atención, tanto en personas como en animales. Es muy común, por ejemplo, en los gatos y, en especial, en los perros. Las razas que más suelen presentar heterocromía son los Huskies siberianos, los Dálmatas y los Gran Danés, preciosos ejemplares que siempre nos fascinan e hipnotizan con esos ojos únicos, en los que un azul prístino se combina con otro de tonalidad más oscura.

La genética siempre nos asombra. Aunque, en ocasiones, un puñetazo en la cara puede darte un súbito cambio de imagen capaz de otorgarte una seña propia e intransferible. David Bowie lo sabe bien y ni los años parecen haberle quitado ese aire enigmático.

¿Tienes también tú un ojo de cada color? ¿Tienes heterocromía?  Si es así mándanos, una foto.