Las mujeres notables de la historia se han caracterizado por el arte, la literatura, la ciencia y también las guerras. Aunque son pocas las que se decantan por esta faceta, cabe resaltar que son en su mayoría princesas guerreras de la historia; mujeres que dejaron atrás sus privilegios para luchar por causas muy nobles. En Supercurioso hace algún tiempo habíamos hablado de las mujeres guerreras legendarias, pero hoy hemos decidido ser un poco más específicos y hablar de princesas reales que fueron grandes guerreras. ¿Quieres conocerlas? ¡Genial, continúa leyendo! 😀
Algunas princesas guerreras de la historia que deberías conocer
1. Princesa Pingyang
La primera de las princesas guerreras que encabeza la lista es Zaho de Pingyang, mejor conocida como la princesa Pingyang. Se trata de una de las pocas princesas guerreras reales de la historia, hija de Li yuan fundador de la dinastía Tang. A diferencia de las mujeres samurái como Tomoe Gozen, Zaho era una princesa que no podía perder la decencia en combates o guerras. Sin embargo, parece que sus planes eran otros… Ella fue la encargada de darle el trono a su padre, pues luchó contra viento y marea para que la dinastía Sui terminara.
Miles de hombres se le unieron, y llegó a comandar tropas de hasta 70.000 soldados y cuyas victorias se debieron a ella, una de las más grandes princesas guerreras. El emperador mandó un ejército para matarla, pero ella y sus hombres no solo lo derrotaron sino que lo hicieron huir.
En este enfrentamiento se encargó de crear el «Ejército de la Dama», comandado personalmente por ella, y, gracias a su victoria, fue nombrada la primera general de la dinastía Tang. No obstante, pese a todo lo que logró hacer, no hay mención de que una de las princesas guerreras más relevantes en la historia de oriente haya participado en otra batalla después de su gran victoria. Cuando murió, en el año 623, el emperador Gaozu ordenó darle un magnífico funeral militar, lo mejor de lo mejor para todo un general.
2. Princesa Quiomara
Quiomara fue una hermosísima noble gálata, que vivió en el siglo II a.C., y fue esposa de Ortiagón, el jefe de una de las principales tribus de Galacia. Durante la guerra de Galacia contra Roma, en el 189 a.C., Cneo Manlio Vulsón derrotó a los gálatas y tomó prisioneros a varios de sus habitantes, entre los que estaba Quiomara.
Es aquí donde aparece otra de las protagonistas de las princesas guerreras a lo largo de toda la historia, pues el centurión a cargo del grupo de cautivos, la “invitó” a tener sexo, invitación que ella rechazó, por tal motivo la violó; pero como la violación solía ser algo muy vergonzoso, el centurión ofreció conseguirle su libertad y de los suyos a cambio de un rescate. Para ello mandaron a un esclavo de Quiomara que también estaba preso con un mensaje a Ortiagón, para pedir oro y rescatará a los cautivos.
Una vez en el lugar del intercambio y mientras el centurión contaba las monedas del rescate, Quiomara indicó a sus compatriotas (según Plutarco, con un ademán de cabeza, y según Tito Livio, en su propio idioma) que lo decapitaran. No contenta con esto, envolvió la cabeza romana entre su ropaje y al llegar a su casa, la arrojó a los pies de Ortiagón diciendo: “solo un hombre que ha yacido conmigo debe estar vivo”.
3. Rodoguna de Partia
Otra de las princesas guerreras reales de la historia fue Rodoguna de Patria, una mujer que dejó asombrado a todo su pueblo por la valentía que la llevó a la victoria. Fue hija del Rey Parto Mitríades I (171-138 a.C.) y hermana de Fraates II. Por decisiones políticas se casó con el Rey Seléucida Demetrio II Nicátor, que estaba en ese momento prisionero en Patria, con quien posteriormente tuvo varios hijos. Parece que en una ocasión, Rodoguna quedó a cargo de una parte del Imperio cuando estalló una fuerte rebelión.
Según cuenta Polieno, la princesa se encontraba tomando un baño y, debido a la situación, hizo el voto de no bañarse o cepillarse el pelo hasta que la revuelta se neutralizara. Así fue como esta mujer guerrera marchó a la batalla, cabalgando y dirigiendo al ejército. Combatió en primera línea y claramente tuvo éxito; sería representada a partir de entonces con una larga cabellera y despeinado debido a que siempre cumplió su voto.
4. Arquidamia
Para conocer una más de nuestras princesas guerreras reales de la historia, debemos trasladarnos a Esparta, al siglo III a.C., donde Cleónimo, desplazado del trono por “su carácter violento y tiránico”, se alía a Pirro para que este invada Esparta y le devuelva el trono… Pero no podemos pasar por alto el hecho de que, siendo mayor, tomó como segunda esposa a Quelidonis, una joven de la familia de los euripóntidas, y de que esta se hizo amante de un sobrino-nieto de su esposo, Acrótato (aunque dicen que fue seducida por él). Todo recuerda a la otra famosa guerra desatada por una mujer, Troya.
El caso es que Pirro accede en el año 272, pero sus intenciones eran quedarse con Esparta. Frente al hecho de la guerra inminente, el senado espartano se reunió a debatir la suerte de la ciudad, y decidieron que lo mejor era que las mujeres y los niños salieran de noche, a escondidas, rumbo a Creta para salvar sus vidas.
Y aquí entra la penúltima de nuestras princesas guerreras de la historia, Arquidamia; quien irrumpe en el Senado con una espada y se enfrenta a los hombres exclamando: “¡Nos deshonráis creyéndonos tan cobardes! ¡Todos moriréis a menos que nosotras también luchemos!”, una de las frases de mujeres históricas que colaron en la historia de la humanidad.
El Senado admitió la petición y Arquidamia y todas las mujeres trabajaron toda la noche haciendo una zanja alrededor de la ciudad para que los caballos y los elefantes de Pirro no pudiesen pasar. Pirro fue derrotado luego de varios días de intensa lucha, y esta victoria espartana se debió en gran parte a la firme decisión de sus mujeres de pelear o morir junto a sus hombres.
5. Artemisa de Caria
Para cerrar nuestra lista de mujeres guerreras reales de la historia, es momento de irnos 500 años atrás del nacimiento de Jesucristo; donde nos espera Artemisa de Caria, hija de Lígdamis, rey de Halicarnaso y de una aristocracia cretense. En este álgido momento, es que Artemisa apoya al rey persa Jerjes en su intento de conquista de Grecia durante la Segunda Guerra Médica en el 480-479 a.C.
Como verás en su historia, Artemisa contribuyó a la flota persa con cinco naves, embarcaciones que ella misma dirigió y de las cuales tuvo control y mando total. Estas embarcaciones estaban dirigidas a la batalla de Salamina.
Fue su valor como estratega el que le confiere uno de los puestos de las princesas guerreras reales de la historia, pues gracias a él ganó la admiración del Gran Rey Persa, que al menos la tuvo como consejera en ocasiones cruciales de la batalla.
Como todas nuestras princesas guerreras, Artemisa tuvo partidarios y detractores, y aunque no sabemos cómo ni cuando murió, lo que sí es cierto es que su dinastía perduró varias generaciones; de hecho, su hijo Lígdamis gobernó como rey de Halicarnaso entre los años 460-450 a. C.
Como puedes ver, siempre han existido mujeres históricas. No obstante, es de valorar aquellas princesas guerreras de la historia que desafiaron sus destinos; y que en muchos casos, tomaron un camino complejo para forjar el destino de sus pueblos. Si estás interesado en conocer más personajes de guerra, no olvides visitar nuestro artículo sobre los grandes traidores de la historia, créenos, te encantarán. Ahora cuéntanos, ¿Cuál es tu princesa guerrera favorita? Lo sabemos, 😉 es difícil elegir…