Desde que el ser humano descubriera el fuego, hace unos 800.000 años, siempre ha existido un culto muy profundo a su alrededor. Era uno de los elementos más importantes de los que disponían y tenían que cuidarlo con sus vidas si era preciso. En la prehistoria tener fuego equivalía a vivir, ya que servía para cocinar la carne de los animales, no morir de frío y protegerse de las bestias que acechaban. Con el transcurrir de las épocas, su importancia no varió. En Grecia siempre ardía un fuego sagrado en los templos más importantes, en otras culturas, sin embargo, era un elemento que servía para purificar. Sea como fuera, la mayoría de las culturas en la antigüedad tenía un dios del fuego.
En este artículo, vamos a analizar 10 divinidades ardientes de distintas culturas que seguro te sorprenderán. Como suele suceder en la mitología, muchas leyendas están inspiradas unas con otras y los cambios que sufren entre ellas son mínimos. De Grecia a México, pasando por Hawai, la China o el gran Imperio Romano. Todos y cada uno de los seres humanos de la antigüedad adoraban a un dios del fuego y en algunas ocasiones le ofrecían macabras ofrendas. Si quieres conocer a las divinidades ardientes más famosas de todo el planeta, este texto está hecho para ti. ¡Descúbrelas!
El Dios del Fuego en 10 culturas diferentes
1. Hefesto
Es, sin duda alguna, el dios del fuego más conocido de todos los que existen o por lo menos uno de los más importantes. Hefesto, además de ser el dios del fuego para los habitantes de la antigua Grecia, también era la deidad de la forja, artesanos, escultores y la metalurgia. En esta deidad griega hay algo muy curioso y es que no se le representaba como un ser bello, sino que se decía que era tremendamente feo y cojo.
La leyenda cuenta que la diosa Hera, al ver un bebé tan horrible lo tiró desde lo alto del Monte Olimpo. Fue recogido por las nereidas en el mar y criado en la isla de Lemnos lugar donde aprendió todos los secretos de su oficio. La relación de Hefesto con el fuego llega debido a que él era el responsable de manipular las fraguas para crear todos y cada uno de los objetos más valiosos que portaban los dioses. Los antiguos griegos lo identificaban con los volcanes que se encontraban en erupción.
2. Vulcano
La versión romana del dios del fuego que hemos analizado anteriormente. Como hemos comentado, la mitología se solía heredar de civilización en civilización. El día que se le rendía culto era el 23 de Agosto, fecha en la que se celebraban los Vulcanalia. Su templo, el Volcanal, se ubicaba a los pies de la colina Capitolina dónde siempre había un fuego perenne que no podía apagarse.
Como dato curioso, decir que la ciudad estadounidense de Birmingham ha asumido a Vulcano como símbolo. Situada en el estado de Alabama, esta población decidió homenajear a este dios del fuego para recordar al mundo que había una gran actividad industrial en Birmingham. En la ciudad tiene una gran estatua, así como un parque en su honor. Llama la atención que en un lugar tan alejado de Roma y su mitología, también sea venerado este dios del fuego.
3. Xiuhtecuhtli
De nombre impronunciable, es el dios del fuego y el calor de la mitología mexicana. Siempre era representado mediante la figura de un hombre anciano arrugado y desdentado, con el rostro amarillo o rojo.
La diosa Chantico, fue su alterno en el género femenino. Ella era la deidad de los fuegos del corazón, los del hogar, los volcanes y los fuegos de la estufa.
El culto a este dios, era particularmente sangriento y terrible, ya que se le ofrecían sacrificios humanos quemando a personas a las que previamente se les había extraído el corazón. Los aztecas celebraban la festividad de Xiuhtecuhtli dos veces al año, la primera hacia mediados de verano y la segunda más o menos hacia la mitad del invierno. Se identificaba a esta deidad como el amanecer brillante, por lo que era conocido como la culebra de luz. El origen de la mitología de este dios del fuego viene de las tierras ubicadas en las regiones volcánicas.
4. El celta Belenus (Belenos)
Belenus, Belenos o Belanos es el dios del fuego de la mitología celta. Su nombre quiere decir brillante o resplandeciente y es una de las deidades celtas más antiguas. Presidía los festivales del fuego en la antigüedad y tenía cierta similitud con Apolo, ya que cruzaba los cielos en un carro portando el círculo solar. Se lo identificaba también con los caballos y la rueda y tenía santuarios en Irlanda y en las Galias donde se han encontrado restos de numerosas ofrendas. Como curiosidad, si sois aficionados a los cómics de Asterix, recordaréis que con frecuencia sus personajes recitaban una lista de dioses. Uno de ellos era Belenos. ¿Recuerdas la imagen?
5. El eslavo Svarog
En la mitología eslava encontramos a Svarog, el dios del fuego, creador y maestro de los otros dioses. Una de sus curiosidades es que controla a los otros dioses mientras duerme y según la leyenda, lo mejor es no despertarlo. Es muy similar a Hefesto, ya que es un dios herrero. Es a la vez el dios del fuego celestial y el de la herrería. El mito cuenta que tuvo dos hijos y a cada uno de ellos le dio poder sobre uno de los dos fuegos, el celestial y el de la Tierra. Dažbog, representaba el fuego en el cielo, por tanto al Sol, y Svarožič, que era el dios del fuego en la Tierra quedaba simbolizado por la fragua.
6. La hawaiana Pele
Pele es la diosa del fuego, los volcanes, los rayos y relámpagos, la danza y la violencia. Según la mitología hawaiana habitaba en el volcán Kilauea y se la consideraba responsable de sus erupciones. Es una diosa llena de rabia y salvaje que tiene mucho en común con otros dioses de los volcanes como el canario Guayota, del que ya os hablamos en Supercurioso, y que la mitología guanche lo hacía habitar en el Teide.
Uno de los mitos relacionados con Pelé explica que viajó en canoa desde Tahití hasta Hawai tratando de encender fuegos y volcanes en las diferentes islas por las que pasaba, pero una de sus innumerables hermanas, Namaka, la persiguió para que no lo hiciera y tras una lucha, la mató. Aunque fue asesinada, su espíritu vivía libre en el cráter Halemaumau en el volcán Kilauea.
7. Oggun de la Religión Yoruba
Oggun era el dios del fuego de la religión Yoruba de África Occidental y que dio lugar a la santería en cuba y el vudú en Haití. Los yoruba identificaron y dieron nombre a las energías de la naturaleza y las llamaron Orishas. La que correspondía al fuego era Oggun. Era el Orisha de los herreros por la relación que estos tenían con el fuego para trabajar y se le representa como un ser iracundo, violento y solitario. Sus atributos son el machete, el martillo, el yunque, la hoz y en general todos los objetos fabricados por los herreros o de metal. Es la deidad protectora de los herreros, el ejército o la policía, pero también de las guerras, de la tecnología y de los cirujanos.
8. El chino Zhu Rong
Zhu Rong era el dios del fuego de la mitología china. Su historia es muy similar a la de Prometeo ya que el mito explica que entregó a los hombre el fuego que había creado el dios Suiren y les había enseñado como utilizarlo. Vivía en el monte Kunlun. En uno de los mitos más populares sobre Zhu Rong se explicaba que el dios del agua, Gong Gong estaba celoso de las ofrendas que hacían al dios del fuego y mandó contra él cuatro lagos y cinco mares, de manera que el fuego sagrado se apagó y el mundo quedó a oscuras. Zhu Rong montó en su dragón y se lanzó contra Gong Gong hasta vencerlo.
9. La coreana Jowangsin
Adorada por el pueblo coreano durante milenios, la diosa Jowangsin, diosa del fuego, era especialmente venerada por las amas de casa ya que representaba el fuego del hogar y no un fuego destructivo como muchos de sus homólogos de otras culturas. Cada mañana, las mujeres coreanas debían hacerle una ofrenda llenado de agua un pequeño cuenco que se mantenía próximo al hogar. Debían seguir cinco reglas ya que Jowangsin transmitía lo que ocurría dentro de la casa a los dioses que habitaban en el cielo. La primera regla era no maldecir, la segunda no sentarse en el hogar, la tercera no poner los pies en él, la cuarta tener siempre limpia la cocina y la quinta era un permiso para adorar también a otras deidades en la cocina. Jowangsin podía ser también vengativa si no se cumplían estos cinco preceptos.
10. Eate en la mitología vasca
Como la mayoría de las mitologías, la vasca también tenía su dios del fuego. Su nombre era Eate y gobernaba también las tempestades, las riadas y los vientos huracanados. Antes de que se desatase alguno de estos desastrosos fenómenos, cuenta la leyenda que se oía la voz imponente de Eate, que sonaba como un rugido, avisando de las desgracias que se avecinaban.
Etimológicamente, Eate parece provenir de la palabra vasca «errete» que quiere decir «incendio». Por eso, cuando un bosque o una casa se queman, se dice que las llamas y el humo son mechones de la barba de Eate, el dios del fuego, que suben hacia el cielo dónde habita.
Como habrás podido comprobar tras leer este artículo sobre dioses del fuego, éstos han existido desde el principio de los tiempos ya que el elemento al que representaban era vital para la gente de todas las épocas. Además de estos que hemos descrito, existen otros muchos en distintas mitologías como Ra, el dios del cielo y el sol, origen de la vida, de la mitología egipcia que era también considerado el dios del fuego. Ahora nos gustaría conocer tu opinión. ¿Cuál de todas estas deidades es tu favorita de entre todas las que hemos analizado? ¿Qué opinas de la apariencia que se le daba a Hefesto? ¿Conoces otras temibles ofrendas como las que se le realizaban al dios del fuego mexicano Xiuhtecuhtli? ¡Déjanos tus comentarios, estamos deseando leernos!