A lo largo de la historia, las mujeres han jugado un rol importante en la sociedad, aunque mayormente no se han dado a conocer. En la antigüedad, las mujeres no han gozado de plenos derechos como ser humano, algo que, por suerte, ha ido progresivamente evolucionando con el paso del tiempo. Se conoce mucho acerca de la civilización romana, pero no tanto del rol de la mujer. Y hoy, en Supercurioso, queremos ponerle remedio, recordando que las mujeres romanas tuvieron más derechos y libertades que las pertenecientes a su contemporaneidad. Gozaron de cierta independencia respecto al esposo si procedían de una familia adinerada (eso sí, de lo contrario, eran completamente dependientes) y, en caso de divorcio, si habían aportado una dote cuantiosa, esa parte del patrimonio regresaba íntegro a ella.

Las mujeres romanas no tenían prohibida la vida social; podían andar libres por las calles, acudir a los banquetes y a los actos oficiales, pero siempre junto al marido. Y, aunque asistían a los espectáculos, sólo podían estar en los asientos reservados para ellas, y siempre con la cabeza cubierta como señal de recato. Eso sí, las mujeres estaban excluidas de la vida política y ciudadana: no podían votar ni acceder a los cargos públicos. A continuación, te hablamos de cinco mujeres romanas que debes conocer.

5 Mujeres Romanas que debes conocer

1. Cleopatra

Mujeres Romanas | Cleopatra

La primera de las mujeres romanas que vamos a mencionar en este artículo es Cleopatra, una mujer que influyó considerablemente en la vida y sociedad romana. Fue uno de los personajes que, incluso siendo mujer, tuvo una influencia vital en la historia de Roma, sobre todo en el ámbito político, dando como resultado la culminación de la República Romana para dar paso al Imperio.

Era hija de Ptolomeo Auletes, y heredó el trono junto con su hermano pequeño, precisamente cuando el reino de Egipto era la única potencia helenística frente al poderoso avance de Roma. A pesar de que Cleopatra llegó a gobernar Roma, por ser mujer, por su postura independiente, y por el hecho de vivir la vida como lo hacía, muchos romanos la aborrecían. Además, Cleopatra era una mujer con gran encanto y personalidad, que logró seducir a dos de sus generales. Se cree incluso que Cleopatra y Julio César fueron amantes, algo que iba en contra de sus costumbres sociales.

Si quieres conocer más acerca de su personalidad y su vida, te recomendamos que no te pierdas el artículo que le hemos dedicado enteramente: Quién fue Cleopatra.

2. Julia Domna

Mujeres romanas | Julia Domna

Otra de la mujeres romanas que vale la pena mencionar es Julia Domna, una de las pocas mujeres que llegó a alcanzar el poder en la época del Imperio Romano. Nació aproximadamente en el año 170 d.C., convirtiéndose en una mujer cuya juventud estuvo marcada por las guerras civiles y que se casó con Lucio Septimio Severo, después de que un oráculo le dijera que Julia Domna se casaría con el futuro emperador de Roma, algo que resultó ser cierto.

Julia Domna se llevó a Roma a varias mujeres de su familia, y con ellas logró crear círculo de escritores y filósofos. Su esposo tuvo que luchar contra los que intentaban usurpar el poder durante mucho tiempo, duros momentos en los que Julia se mantuvo a su lado, ganándose el respeto del pueblo. Al morir su esposo, uno de sus hijos subió al poder, logrando Julia ocupar un cargo político importante. Desde luego, un acontecimiento inspirador para todas las mujeres de la época.

3. Lucrecia

Mujeres romanas | Lucrecia

Lucrecia es otra de las mujeres romanas más influyentes en la historia, aunque se cree que era un personaje más bien mítico y no real. Se dice que Lucrecia se casó con Tarquinio Colatino y que, una noche, cuando Tarquinio y su primo Sexto estaban en una campaña militar, apostaron para ver cuál de sus mujeres era la mejor. Para ello, fueron a Roma de sorpresa para corroborar el comportamiento de sus esposas. Y, mientras la esposa de Sexto Tarquinio fue encontrada en fiestas y banquetes con sus amigos, Lucrecia se encontraba tejiendo una lana en compañía de las sirvientas.

De este modo, Sexto no sólo perdió la apuesta, sino que comenzó a sentir tal pasión por Lucrecia que la violó. Después de lo ocurrido, Lucrecia le contó lo sucedido a su esposo y se suicidó. Siglos después de su muerte,  las mujeres romanas seguían recordándola, para medir su comportamiento en una sociedad dominada por los hombres. Además, su muerte desencadenó la revolución que dio fin a la monarquía romana para dar paso a la República.

4. Livia Drusila

Mujeres romanas | Livia Drusila

La siguiente de las mujeres romanas más importantes fue Livia Drusila, la esposa del emperador Augusto. Era una mujer que a simple vista parecía tener un carácter tranquilo que se amoldaba a los valores morales de la sociedad. Sin embargo, ejercía un enorme poder sobre su marido: era normal verla susurrando al oído del emperador, siendo considerada su consejera. Livia llegó a administrar sus finanzas e incluso le hicieron una estatua pública, algo que realmente estaba fuera de lo común para la época. A pesar de que se marido murió, Livia continuó en la política romana hasta el día de su muerte, en el año 58 a.C.

5. Hipatia

Mujeres romanas | Hipatia

La última de las mujeres romanas que vamos a nombrar es Hipatia poseía una inteligencia brillante, matemática, científica y filósofa, que le llevó a dedicarse a la enseñanza. A pesar de no ser parte de la nobleza, educó a una selecta escuela de aristócratas que ocupaban altos cargos. Para su mala fortuna, fue descuartizada y quemada por fanáticos religiosos.

Aún se le recuerda por su mente brillante y su gran labor para con los hombres influyentes de la época, en el ámbito de la enseñanza. Si quieres descubrir más sobre ella y su historia, no dejes de leer Quién fue Hipatia de Alejandría.

Estas son las cinco mujeres romanas más influyentes que deberías conocer, unas mujeres que a pesar de las normas y valores de la sociedad del momento, lograron destacarse por una razón u otra. Cuéntanos qué te ha parecido este artículo y si conocías a alguna de estas mujeres romanas.