Con América y su pasado antes de llamarse así, en vez de Colombia o Columbia, siguen las dudas, las afirmaciones que se contradicen y una duda continua sobre sus orígenes. Como todos sabemos, Colón no fue el primer extranjero en arribar a este continente, pero tampoco lo fueron los vikingos, ni los chinos, aunque tal vez sí los polinesios. Algo similar pasa con su poblamiento original, con quiénes fueron los primeros habitantes del Nuevo Mundo que, para varias teorías, no ha resultado ser tan nuevo.
La teoría tradicional de ocupación del continente
La teoría clásica y más aceptada hasta principios del nuevo milenio es que los seres humanos ingresaron a América a través del Estrecho de Bering, el punto donde Alaska y Asia se aproximan más (80 kilómetros) y que en la última glaciación quedó con la tierra al descubierto y como un puente entre ambos continentes por un período suficientemente largo como para permitir el paso de varias oleadas de grupos humanos procedentes de Siberia y el este de Asia.
La primera de estas oleadas habría ocurrido hace 14.000 años, y los inuit o esquimales, ocupantes actuales de ambas puntas del estrecho de Bering, llegaron con la última migración.
22.000 años antes
Sin embargo, esta teoría ha sido cuestionada en varias ocasiones por arqueólogos e historiadores que apuntan a una llegada más temprana, hace 20 o 30.000 años, y desde otros lugares, como la teoría europea. Ésta, surgida en los años veinte del siglo pasado y retomada en los sesenta y nuevamente a fines de los noventa, proponía una ocupación de América 10.000 años antes que las migraciones de Bering, y desde Europa en vez de Asia. Los pobladores habrían sido europeos del paleolítico superior que llegaron a través del Atlántico.
El ADN tiene la palabra
La teoría europea ha sido completamente descartada en los últimos años debido a que las pruebas eran muy endebles y gracias a los avances en la genética y en el establecimiento de un mapa del ADN.
Las investigaciones en este campo apuntan a que la teoría clásica del poblamiento sería la correcta: los primeros americanos llegaron de Asia aproximadamente hace 15.000 años (estudios realizados entre 2007 y 2013).
Más recientemente, en 2014, los resultados de un estudio de ADN realizado en los restos de un niño de la cultura Clovis, considerada todavía por muchos investigadores como la cultura más antigua de América, y cuyo yacimiento arqueológico se encuentra en América del Norte, mostraron que estaba vinculado a los pobladores primigenios de Centroamérica y América del Sur, lo que ha servido como respaldo a la teoría de que el continente fue colonizado en sucesivas oleadas migratorias: los pueblos de Centro y Suramérica derivarían de las primeras oleadas, mientras que los del norte descenderían de oleadas más recientes.
¿Y si no fueron los humanos los primeros en llegar a América?
No estamos hablando de extraterrestres ni del astronauta de Palenque, sino de la posibilidad de que antecesores del homo sapiens, como el homo erectus, llegasen antes al Nuevo Mundo.
En esta dirección apuntan descubrimientos de yacimientos arqueológicos en Brasil y Canadá, donde se han encontrado lascas de piedra en estratos que podrían datar de hace 200 y 300.000 años. No olvidemos que el homo sapiens existe como tal desde hace 150.000 años, y se supone que no abandonó África hasta hace 70.000 años, o menos. Estas dataciones tan antiguas todavía son objeto de discusión y no han sido completamente aceptadas.
Con América, cada nuevo descubrimiento no hace sino enturbiar más la historia de quiénes fueron sus primeros habitantes, pero sigue siendo una historia fascinante y con mucho camino por recorrer.
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