Si hay algo que denota la magia y la profundidad de la cultura humana, es la mitología. Los mitos griegos, romanos, nórdicos, germanos, entre otros muchos, revelan la esencia cultural de los pueblos a lo largo de la historia. En Supercurioso nos sentimos fascinados por las historias de seres mágicos, mitológicos y llenos de misterio, que protagonizan mitos y leyendas. En esta ocasión queremos hablarte sobre las lámpades, las ninfas del inframundo.

Cuando alguien se atreve a nombrar en voz alta a las lámpades, sabe que también está invocando a la poderosa Hécate, pues es a ella a quien servían estas bellas ninfas del inframundo.

Si eres un admirador de la mitología clásica, puede que hayas oído hablar de ellas en varias ocasiones, en especial cuando se tocan temas de brujería o artes oscuras. No obstante, no son muy conocidas a pesar de su aura sobrenatural, de su sutil encanto a medio camino entre lo oscuro, lo mágico y lo ancestral. Estamos seguros de que te va a encantar descubrir el singular mundo de las Lámpades. ¿Te atreves a acompañarnos? Pues, ¡Empecemos!

Conoce a las lámpades en la mitología griega

lámpades

La historia de las lámpades, las ninfas del inframundo, está estrechamente vinculada con la de la diosa Hécate. Ella no es una diosa cualquiera, de hecho, son muchos los expertos que no sitúan sus raíces en la mitología griega. Es más antigua. De hecho, su tiempo se une al de los propios Titanes y es común ver representaciones a su culto ya entre los carios de Asia Menor.

La historia de Hécate

Hécate es considerada ante todo, como una diosa de lo oscuro, de la hechicería y del mundo del más allá. Por ello, se la conoce a menudo como «La reina de los fantasmas», y de ahí que puedan verse muchos tótems con su figura a la entrada de templos, ciudades o incluso bosques. Situar la presencia de Hécate suponía establecer un límite protector entre este mundo y el otro. El que a los mortales nos está vetado y que, por su puesto, no entendemos.

Ahora bien, al igual que Hécate nos protegía de los espíritus malvados, también era capaz de traer entidades del más allá. Su nombre aparece en muchos manuales antiguos de hechicería, ahí donde invocarla a ella, donde dibujarla con esa figura que solía mostrar cuando entraba en el mundo de los mortales: la de un perro, un enorme can acompañado por unas mujeres que la protegían y la guiaban: las Lámpades, las ninfas del inframundo.

Quiénes eran las lámpades

¿Y quienes eran entonces las lámpades? ¿Qué origen tienen estas ninfas del inframundo y por qué protegen a Hécate? En realidad, las Lámpades fueron creadas y ofrecidas como regalo a la propia diosa del inframundo por parte del dios de todos los hombres: Zeus. Fue un símbolo de agradecimiento, puesto que fue ella la única titánide que le ofreció ayuda durante la Titanomaquía o guerra de Titanes.

En esa batalla que duró más de 10 años, se enfrentaron los seres más antiguos del mundo, y el único ser que lo dio todo por servir de ayuda a Zeus fue Hécate. De ahí, que para cuidar de ella en todo momento, le ofreciera esas bellas y poderosas mujeres que la acompañaban en sus incursiones nocturnas al más allá o al mundo de los vivos, guiándola con sus antorchas imperecederas.

La mitología griega las conoce como Lámpades, mientras que las leyendas con origen romano hablan de ellas como las Avernales. Dice la leyenda que en su afán por mantener a su señora protegida, evitan que todo hombre se acerque a ella. Para conseguirlo, lo que hacen es levantar sus poderosas lámparas, una luz que no sólo consigue cegarnos, sino que además, puede muy bien enloquecernos.

Así que deberás tener cuidado, sobre todo en esas noches oscuras en que oigas un perro aullar en la lejanía. Puede ser la propia Hécate visitando este mundo. Evita, ante todo, los cruces de caminos, pues es aquí donde tienen su entrada la «Reina de los fantasmas» y sus fieles protectoras: las lámpades.

Las leyendas asociadas a las ninfas del inframundo

ninfas del inframundo

Las Lámpades, ninfas del inframundo en la mitología griega, están rodeadas de misterio y fascinación. A lo largo de la historia, diversas leyendas han enriquecido su figura, otorgándoles características únicas y atributos que las han convertido en seres intrigantes dentro del folclore griego.

Las lámpades y Perséfone

Una de las leyendas más conocidas sobre las lámpades se centra en su conexión con Perséfone, la diosa griega del inframundo. Según la mitología, cuando Perséfone fue llevada por Hades, Dios del Inframundo, las lágrimas de la diosa se transformaron en estas ninfas. Las Lampades se convirtieron así en acompañantes de Perséfone, sirviendo como guardianas y portadoras de antorchas que iluminaban su camino en las oscuras profundidades del inframundo. Su función era acompañar a Perséfone en sus deambulaciones por el reino de los muertos, iluminando y protegiendo su camino.

Esta sería una teoría un tanto distinta a la más difundida. En ella se defiende la conexión entre Hécate y Perséfone, que radica en su asociación con los rituales y misterios relacionados con el inframundo. Hécate, como diosa de los caminos y la brujería, se cree que estuvo presente durante los momentos en que Perséfone descendía al inframundo y ascendía de nuevo a la tierra. En algunas tradiciones, se consideraba a Hécate como una figura que acompañaba y asistía a Perséfone en sus viajes entre los mundos, ofreciendo su protección y sabiduría en los cruces de caminos.

Las ninfas del inframundo y Hécate

La leyenda más popularizada sobre estos personajes es la que los vincula a Hécate. Lo que se sabe al respecto es que eran servidoras de la diosa, formando parte de su cortejo. Su presencia se relacionaba con los rituales mágicos y misteriosos que se llevaban a cabo durante la noche en los cruces de caminos, donde se creía que Hécate concedía sus bendiciones y poderes místicos. Las Lampades, con sus antorchas en mano, se consideraban guardianas de estos encuentros mágicos, dotando de su luz y protección a aquellos que adoraban a la diosa.

En el ámbito artístico y literario, las lámpades han inspirado numerosas representaciones a lo largo de los siglos. En obras como «Las Metamorfosis» de Ovidio, se menciona la presencia de estas ninfas en relatos sobre el inframundo. En el arte visual, han aparecido en pinturas y esculturas representando su papel como portadoras de luz en las sombras del reino de los muertos.

La figura de las ninfas del inframundo también se asocia a la dualidad entre la luz y la oscuridad. A pesar de su conexión con el inframundo, su función de llevar antorchas las convierte en símbolos de luz en un lugar de oscuridad eterna. Esta dualidad ha generado interpretaciones sobre su naturaleza ambivalente, como seres que representan la coexistencia de opuestos, el equilibrio entre la luz y la sombra.

En resumen, las leyendas sobre las lámpades, las ninfas del inframundo, han enriquecido la mitología griega con su presencia misteriosa y su función como guardianas de la luz en la oscuridad del reino de los muertos. Si esta historia ha llamado tu atención, no te pierdas el artículo en el que te contamos sobre que son las ninfas. También te invitamos a disfrutar de esta genial selección de frases de la mitología griega. ¡Hasta la próxima!