La fatiga emocional es mucho más común de lo que crees, y es uno de los males más comunes de nuestra época. Basta con observar la sociedad en la que vivimos, siempre exigiéndonos más, somentiéndonos a nuevas presiones constantemente y a múltiples estímulos a la vez, lo cual termina causando que nos cansemos. Y la mayoría estamos muy al tanto de lo que es el cansancio físico, pero la verdad es que también existe el agotamiento emocional y psicológico, el cual es mucho más peligroso que el físico.
Aunque la vida moderna, con sus avances tecnológicos y sus leyes laborales a favor de los trabajadores, pareciera garantizar un desarrollo armónico del individuo, todos sabemos que no es así: para mantener a nuestra familia y nuestro nivel de vida nos sometemos a menudo a jornadas agotadoras (en algunos países a veces hay que tener más de un trabajo), y a distintas formas de presión que terminan por pasarle factura al cuerpo, o a la mente.
Ese malestar que nuestro ritmo de vida (a veces inadecuado) termina causando no siempre se manifiesta de una manera física, por lo que puede pasar desapercibido, pero si todo eso se va acumulando puede desembocar en enfermedades e incluso trastornos, por lo cual es bueno saber qué es el agotamiento emocional para aprender a identificarlo y tratarlo a tiempo. Te lo contamos a continuación.
Cuando el cansancio va más allá del agotamiento físico
1. ¿Qué es el agotamiento emocional?
El agotamiento emocional es un estado al que se llega por sobrecarga de esfuerzo. Usualmente se le suele asociar con ambientes laborales poco agradables y que terminan agotando a quienes hacen parte de él, pero la verdad es que el agotamiento emocional puede surgir por otros factores también. En todo caso, cuando hablamos de agotamiento emocional, nos referimos a un estado de fatiga que agobia al individuo y que usualmente parece inesperado, pero que tiene unas causas claras e identificables. Vamos a verlas.
2. ¿Cuáles son las causas del agotamiento emocional?
¿Sufres de agotamiento emocional? Es probable que hayas estado trabajando más de la cuenta y olvidándote de ti mismo, del descanso y del ocio y distracción que todos los seres humanos necesitan. También es posible que estés rodeándote de las personas inadecuadas, quizá mantengas alguna relación con alguien con rasgos de una persona tóxica que ha estado absorbiendo toda tu energía.
En todo caso, lo mejor es que revises bien la manera en la que has venido llevando tu vida, ya que al agotamiento emocional no se llega de forma rápida, sino que es un estado de cansancio que se va a incubando en el cuerpo y que, de repente, se empieza a manifestar. Así que ya sabes, empieza a dedicarte un poco más a lo que te gusta, no pongas tanto esfuerzo en lo que no te interesa e intenta mantenerte en ambientes en los que te sientas cómodo para evitar el agotamiento emocional.
3. Síntomas del agotamiento emocional
El psicoterapeuta austriaco Alfried Längle, fundador de la Sociedad Internacional de Logoterapia y Análisis Existencial, señala algunos síntomas de que puedes estar sufriendo el síndrome de agotamiento emocional, y que puedes estar confundiendo con un estado depresivo temporal: si te sientes sin fuerzas desde las primeras horas del día, nada te alegra o emociona, o tu trabajo ya no te motiva o si eres de los que rechinan los dientes por la noche, entonces es momento de que revises tu vida, ya que todas estas pueden ser señales de que sufres de agotamiento emocional. Sobre todo los estados de desmotivación por cosas que antes solían animarte son señales de que deberíamos preocuparnos por la manera en la que estamos llevando la vida.
Otros síntomas del agotamiento emocional son sufrir de insomnio, irritabilidad, el distanciamiento afectivo, tener dificultad para pensar, fatiga física y el desapego.
4. Etapas del síndrome de agotamiento emocional
Como te dijimos más arriba, el agotamiento emocional no se presenta de un momento a otro, sino que más bien es un síndrome que va escalando poco a poco, y que termina por agravarse si no cambiamos la forma en la que llevamos la vida. De hecho, el psicoterapeuta Langle señala varias fases en la evolución del síndrome que han sido identificadas por otros estudiosos de la materia, vamos a conocerlas.
- Al principio sientes que puedes cumplir con cualquier desafío o expectativa: crees que te sobran energías y crees que puedes trabajar sin límites. Esta sensación puede durar varias semanas o meses.
- Luego comienzas a sentirte agotado/a física y emocionalmente.
- Aparecen las primeras reacciones defensivas del cuerpo: empiezas a sentir indiferencia o apatía por tu trabajo y lo que te rodea; tus relaciones sociales disminuyen al mínimo y las obligatorias –las familiares y laborales– te causan agobio y rechazo. De esta manera, el cuerpo te pide con urgencia un descanso.
- Se agudizan los síntomas de la fase anterior. Otro psicólogo, el alemán Matthias Burisch, denomina a esta etapa como la del “síndrome de repulsión”, porque sientes un rechazo absoluto por todo, casi de asco. Lo que sigue es una fuerte depresión y un colapso físico y mental que podría llevarte al derrumbe del sistema inmunológico o a pensar en el suicidio.
Hay que destacar que el agotamiento emocional no siempre coincide con el físico. Existen numerosas personas que trabajan muchísimo en lo que les gusta (artistas, médicos, científicos, bomberos, militares, etc.) y pueden pasar por breves períodos de agotamiento físico o emocional, del que pueden recuperarse tras un corto período de descanso. En cambio, gente que no hace lo que le gusta trabajando menos tiempo que los anteriores puede caer bajo los efectos del síndrome de agotamiento emocional, y tardar meses en recuperarse, si es que logra hacerlo.
5. Alternativas para evitar el síndrome
Como en muchas enfermedades, el primer paso en la curación consiste en tomar conciencia de que la estás sufriendo y de inmediato buscar ayuda profesional. Si es tu modo de vida el que está afectándote lo natural sería cambiarlo, pero a veces –muchas veces– eso no es exactamente posible: no siempre puedes renunciar a un trabajo que no te gusta o cambiar algunas relaciones personales que te afectan, o cambiar de cultura o de país así sin más. Pero sí puedes cambiar tu actitud hacia el mundo y controlar el impacto negativo que ejerce sobre ti, y de este modo disminuir la presión interna que solemos agregar a las externas. ¿Quieres contribuir a mejorar tu vida? Te recomendamos que leas los 5 hábitos que afectan negativamente tu salud mental, y 8 sencillos modos de enfrentar tu estrés.
¿Qué te ha parecido nuestro artículo sobre el agotamiento emocional? ¿Crees que padeces de este síndrome? ¿Conoces a alguien que pudiera sufrir de él? Déjanos tu opinión en los comentarios, en Supercurioso siempre estaremos pendientes de tu opinión y de cómo ayudarte.