Salvador Dalí es el arte encarnado en su estampa de hombre excéntrico. Bien podría considerarse que su obra más prominente se tratara de él mismo. No necesitó narcóticos -como muchos podrían suponer- para deformarse, estructurarse y convertirse en semejante personaje: pomposo y caricaturesco. Con mostachos tan afilados como las manecillas de un reloj y de una mente abstracta que dio cobijo a parajes surrealistas inusuales.
De aquel mundo alterno, entrelazado con objetos y figuras distorsionadas que danzan en el subconsciente en un campo gravitatorio de flujo absurdo, consiguió materializar en pinturas lo que significativamente es éxtasis para los sentidos. ¿Pero cómo logró concebir estas piezas? ¡Revelamos las extrañas técnicas creativas de Dalí!, tan psicóticas como su autor y que quizá te sientas tentado a experimentar.
Las extrañas técnicas CREATIVAS de Dalí
Este estrafalario pintor, escenógrafo, escritor y escultor, nacido el 11 de mayo de 1904, en Figueras, España, se convirtió en el máximo exponente del surrealismo por la naturaleza impredecible en la que trasladaba su universo onírico al plano real mediante lienzos. Dio forma a lo inimaginable, como pocos han podido hacerlo. Para ello, solía poner en práctica rituales curiosos de los que no tuvo recelo en compartir.
“El sueño más característico, el más apropiado para el ejercicio del arte de la pintura, es el que llamo ‘el sueño con una llave’. Debes resolver el problema de ‘dormir sin dormir’, que es la esencia de la dialéctica del sueño, ya que es un reposo que camina en equilibrio sobre el alambre tenso e invisible que separa el dormir de la vigilia,” así se dejó entrever una de las extrañas técnicas creativas de Dalí. Pero, ¿qué es y qué se logra con ‘dormir sin dormir’?.
Dalí descubrió varios sistemas para controlar estados de sueño a fin de inducirse imágenes psicóticas para usarlas en sus obras. Entre ellos está el “sueño con una llave”, que es lo mismo que ‘dormir sin dormir’. El pintor se encontraba fascinado con las visiones extravagantes, coloridas y deformes que se producen en el límite de la somnolencia y también de aquellas que se desarrollan al despertar de una siesta fugaz. Este fenómeno se conoce como alucinaciones hipnagógicas, las cuales se manifiesta en las fases 1 y 2 (adormecimiento y sueño ligero) del sueño profundo.
La psicosis inducida de Dalí
El estado de sueño hipnagógico atrae conexiones creativas cuando, en condiciones normales, los conceptos de esta clase parecen estar aparentemente lejanos en ocasiones. En sí, este estadio de la mente le facilitaba al artista español sucumbir en las profundidades de su psique para reorientar las ideas hacia rumbos un poco más interesantes.
Dalí alcanzaba ese nivel sentándose en un sillón cómodo, con la cabeza reposando en el espaldar y los brazos extendidos en el asiento; mientras que su mano izquierda sujetaba delicadamente una llave con los dedos pulgar e índice. Debajo de esa extremidad colocaba un plato, de manera que el estruendo de la llave impactando con el utensilio sirviese de alarma para despertarlo, una vez que se dejara vencer por la relajación profunda.
A partir de ese momento, Dalí comenzaría a avistar figuras singulares que iban más allá de la lógica. Aparecían una tras otra, momentáneamente, para ser capturadas por su genio artístico.
La manía de interpretar su entorno como si se encontrase estimulado por estupefacientes le motivó a probar diversas fórmulas para alterar su percepción visual de lo ordinario para volverlo extraordinario. Persiguiendo tal objetivo, también probó con permanecer de cabeza lo suficiente, hasta provocar que la sangre acumulada desencadenara una recepción de figuras poco comunes que fuesen dignas de inmortalizarse en sus trabajos.
¿Qué opinas de las técnicas creativas de Dalí? ¿Fueron extremas? La mayoría se basó en la psicosis inducida y con ellas ensambló la mayor parte de su legado artístico.
¿Sabías además que este emblema del arte surrealista tenía una conexión con Walt Disney? ¡Te lo contamos en este artículo!: La curiosa relación de Dalí y Walt Disney