¿Qué tal un divorcio instantáneo, uno en el que sólo baste decir una palabra para quedar total y completamente libre? ¿Sin testigos, sin abogados? En muchos casos, parecería una maravilla, sin los pesados procedimientos legales y burocráticos que una separación matrimonial conlleva.
Pero eso no es precisamente lo que piensan las mujeres musulmanas indias, que recientemente, a través de una fundación, han pedido al gobierno indio que prohíba esa práctica en la legislación del país.
El divorcio instantáneo en la India musulmana, ¡talaq, talaq, talaq!
No podemos comenzar a hablar del divorcio instantáneo en la India musulmana sin mencionar primero las características del islam en este inmenso país asiático. Por si no lo sabes, el islam invadió India hacia el 715 d.C., entrando por Karachi, actual Pakistán. Con el tiempo los musulmanes, bajo el imperio mogol, llegarían a gobernar India y lo que hoy es Pakistán y Bangladesh, chocando muchas veces por cuestiones religiosas (por ejemplo, el hinduismo es politeísta y el islamismo monoteísta), pero sin lograr nunca socavar del todo la rica y milenaria cultura hindú.
Este conflicto se agudizó cuando India se independizó de Gran Bretaña en 1947, cuyo sangriento desenlace fue la separación de Pakistán e India en dos países distintos: el primero, musulmán, y el segundo, hinduista. Pero como las fronteras siempre son artificiales, en India conviven todavía millones de musulmanes, budistas, sijes, cristianos, yainas, zoroastrianos, bahais e hinduistas, y es el tercer país no musulmán con más musulmanes en todo el mundo.
El islam es la segunda religión en India (nada más fíjate en estos datos: son aproximadamente entre 150 y 170 millones de musulmanes, lo que significa un 13.7% de la población), y es en este contexto que debemos ubicarnos para entender cómo es posible que con una sola palabra, un hombre musulmán logre un divorcio instantáneo de su esposa, sin más.
Tal vez India sea el único país en el que un musulmán se divorcia de su mujer en cosa de segundos, sólo pronunciando tres veces “talaq, talaq, talaq”, que significa divorcio.
Esta minoría religiosa se rige por la Ley Musulmana Personal, que obedece, claro está, a la fe islámica –interpretada por los imanes locales y las escuelas religiosas del país–, sobre todo para asuntos familiares, y tanto el matrimonio como el divorcio entran en la categoría de «familiares».
El problema se presenta porque en India existen regulaciones gubernamentales dirigidas a proteger la fe de las minorías –musulmanas, cristianas y judías–, y en consecuencia la Corte Suprema y el gobierno se desentienden.
Casi todos los países islámicos, incluidos Pakistán y Bangladesh, han prohibido el “triple talaq”, pero en India esta práctica prospera.
Desde hace más de una década, mujeres musulmanas se organizaron en una fundación, el Movimiento de Mujeres Musulmanas de India (BMMA, por sus siglas en inglés), que lucha porque el divorcio instantáneo se prohíba definitivamente. Alegan que el Corán dice claramente cómo se debe divorciar una pareja, y que el triple talaq es una “aberración” que le permite al hombre desembarazarse de una esposa inoportuna, sin ninguna obligación hacia ella.
El problema también está en que por lo general las mujeres quedan desprotegidas, desamparadas y, si hay hijos, con la manutención a su cargo. No suelen tener dónde ir. El triple talaq permite que el hombre quede libre, y propicia más discriminación hacia la mujer.
Ha habido casos en que la esposa recibe una carta, la “talaqnama”, o sencillamente el hombre le envía un mensaje de Whatsapp, “talaq, talaq, talaq”, y listo. Y por supuesto, es unilateral. A la mujer no le está permitido ese divorcio instantáneo.
La profesora Zakia Soman, fundadora del Movimiento y activista social, dice al respecto:
“India es el único país del mundo en el que existen estas prácticas no coránicas. Son bárbaras y totalmente inaceptables, y se necesita una amplia revisión de las leyes familiares musulmanas en India”.
En octubre del 2015 escribieron una carta al primer ministro Narendra Modi para hacer reformas en las leyes musulmanas de divorcio y poligamia, y presentaron una petición ante la Corte Suprema, pero no ha habido ninguna reacción.
Para la profesora Soman, el principal obstáculo reside en que el divorcio instantáneo no islámico es generalmente aprobado por el clero musulmán y otros grupos musulmanes influyentes, y por ello se ha rechazado la decisión de la Corte Suprema de evaluar la petición del BMMA.
Sin embargo, estas valientes mujeres no desfallecen, a pesar de encontrar toda suerte de impedimentos dentro de su propia religión y cultura. Una cosa es cierta: cada vez es más evidente que la mujer debe prepararse y educarse, para no tener que depender de un hombre, y que si él pronuncia “talaq, talaq, talaq”, no sea un problema para ella.
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