Mucho se ha discutido sobre el éxito de la saga literaria de J.K. Rowling, Harry Potter, que algunos atribuyen a una buena estrategia de marketing, otros al momento, ya que aparece en un periodo clave socioeconómico y cultural de Inglaterra. Pero en mi opinión es el fascinante mundo de Harry Potter envuelto en la magia, la brujería y el misterio, plagado de personajes fantásticos teñidos de realidad lo que la ha hecho destacar y convertirse en un Best Seller. Uno de esos fantásticos personajes no necesitó disfrazarse de realidad porque era ya real: es el caso del Nicolas Flamel de Harry Potter.
El Nicolas Flamel de Harry Potter existió realmente. Conócelo y sorpréndete.
Tal y como hace su aparición en el primer volumen de la saga, Harry Potter y la Piedra Filosofal, Nicolas Flamel fue un alquimista al que se le atribuye la creación de la Piedra Filosofal. Por increíble que pueda parecer, tanto el personaje como su papel dentro de la película existieron realmente. Nicolas Flamel vivió en el París del siglo XIV, en plena Edad Media. Tenía una librería, que aún hoy es posible visitar en el, 51 rue de Montmorency, donde ejercía el oficio de escribano público y copista de forma pública, mientras en secreto se instruía en la alquimia, es la “ciencia prehistórica” por así decirlo, que estudiaba la química, la metalurgia, la física, la medicina y la astrología pero todo ello desde un plano místico, espiritual y filosófico.
Es gracias a sus conocimientos en la alquimia que consigue reproducir la Piedra Filosofal, una especie de materia obtenida tras el procesado de una mezcla compuesta de pirita de hierro, ácido tartárico y el rocío de la mañana de una época concreta del año. En su elaboración esta sustancia cambiará de color pasando del negro, al blanco, al amarillo y finalmente al rojo. También en lo físico atraviesa varias etapas que van desde la calcinación, pasando por la disolución y sublimación, entre otras, para concluir con la proyección.
Una vez acabada esta piedra tenía cantidad de poderes como: el de la transmutación, es decir, la capacidad de convertir cualquier metal en oro o plata; la sanación de cualquier enfermedad e incluso la inmortalidad; la de creación homúnculos, así como el de otorgar el conocimiento absoluto. Algo así como el Santo Grial del hermetismo. Te preguntarás: ¿Cómo se le ocurre a Nicolas Flamel inventar algo así? Al parecer un día de 1355 entró un desconocido judío en la librería a vender un grimorio, muy valioso, para poder escapar de Francia. Flamel se lo compra, pero el grimorio estaba escrito en un extraño código que le costó 21 años descifrar y lo llevó a viajar por toda España en busca de los mejores traductores y cabalistas de la época para que le ayudasen. Es en este grimorio es donde encuentra la “receta” de la maravillosa Piedra Filosofal.
Si Flamel verdaderamente fabricó y utilizó la Piedra Filosofal es todo un misterio, pero lo cierto es que a su regreso de España, el alquimista comenzó a realizar obras de beneficencia tales como hospitales, asilos, etc. por todo París, llegando rumores al rey de que el librero parecía que fabricase el oro. En el año 1418 muere, callando así todas las sospechas hasta que, años después, en un intento de saqueo, exhumaron su tumba y la encontraron vacía, alimentando todavía más la leyenda.
Como ves la vida de Nicolas Flamel no tiene nada que envidiar a la novela, ¿no crees? Escríbenos tu opinión.
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