Aunque para muchos las visitas al médico siguen siendo traumáticas, no hay duda de que en la antigüedad hasta los chequeos rutinarios podían convertirse en un verdadero infierno. Algunas de las prácticas médicas antiguas eran simplemente escalofriantes, podían ir desde meter humo en el trasero hasta realizar perforaciones en el cráneo para curar migrañas. En Supercurioso queremos contarte cuáles eran las prácticas médicas antiguas utilizadas por los doctores para curar a sus pacientes, aunque a veces parezca lo contrario. ¡Conozcamos la cara más extraña de la medicina en la antigüedad!
10 Prácticas médicas antiguas y escalofriantes
1. Remedio romano para la epilepsia
Aunque parezca mentira, dentro de las curiosidades del Imperio Romano se encuentra una de las prácticas médicas antiguas más desagradables de la historia. En ese entonces, los galenos creían en un remedio altamente efectivo para tratar a los pacientes con epilepsia: beber sangre de un gladiador era considerada una solución eficaz para acabar con las convulsiones. Aunque no hay registros sobre la efectividad de esta práctica médica antigua, sí se sabe que fue muy popular en la época. Otro remedio (menos conocido) para tratar la epilepsia era oler el trasero de una mujer justo después de dar a luz a un niño.
2. Dolorosamente tartamudos
Afortunadamente, la medicina moderna ha avanzado increíblemente y tenemos a nuestra disposición tratamientos como la terapia de lenguaje, puesto que, desde la Edad Media hasta el siglo XIX, ser tartamudo era una sentencia de tortura. El método que utilizaban los médicos terroríficos para supuestamente curar a los tartamudos era, nada más y nada menos, que cortar la mitad de su lengua. De las prácticas médicas antiguas, esta es conocida como hemioglosectomía, una intervención quirúrgica dolorosa y muy riesgosa.
Este sangriento método resultaba efectivo únicamente porque, en la mayoría de los casos, la tartamudez dejaba de ser un problema para dar paso a cuestiones más serias como la pérdida de la lengua por completo, a causa de infecciones y la consecuente muerte del paciente.
3. Un agujero a la locura
Mucho antes del surgimiento de la psiquiatría y la psicoterapia, existía un tratamiento para las enfermedades mentales que haría estremecerse hasta al mismísimo Sigmund Freud. Existen representaciones muy famosas de lo que en su momento fue una de las prácticas médicas más antiguas y populares en Europa: la famosa extracción de la piedra de la locura. En la antigüedad, se hacía un agujero en la cabeza a aquellas personas a quienes se catalogaba como enfermos mentales. Aunque no era una herida fatal y muchos sobrevivían el tratamiento, obviamente no quedaban aliviados de sus problemas e incluso terminaban con mayores traumas.
4. La cura egipcia para los dolores de dientes y oídos
En la sociedad del Antiguo Egipto, era normal encontrar personas que tenían afecciones en su cuerpo a causa de las inclemencias del tiempo. Una de ellas era que sufrían constantemente de dolores en los dientes y oídos, sobre todo por la gran cantidad de arena que entraba al cuerpo en los territorios desérticos del país. Para tratar estas afecciones, las prácticas de los médicos del Antiguo Egipto venían de tradiciones muy antiguas. En este caso, creaban un rudimentario analgésico no muy higiénico: una pasta hecha con ratones triturados que debía ser aplicada en la parte afectada. ¿Desagradable, no te parece?
5. Diagnósticos con ovejas
Los «médicos» antiguos no tenían a la mano los maravillosos inventos médicos que hoy sirven para realizar diagnósticos como los rayos X, ni los microscopios que hacen posible los análisis de sangre. En su lugar, tenían instrumentos médicos antiguos que eran una pesadilla para quien los tenía que usar. Sin embargo, algunos instrumentos eran más curiosos de lo que piensas. Algunos eran animales, en este caso las ovejas. Los curanderos de la antigua Mesopotamia determinaban la condición de sus pacientes examinando el hígado de ovejas sacrificadas. En esta cultura, creían que el hígado era la fuente de la sangre humana y, por lo tanto, era en este donde se originaba la vida misma.
6. Humo de tabaco en el trasero
Si hablamos de prácticas médicas antiguas, esta es tal vez una que llegó a causar más conmoción. En el siglo XVI, después de la colonización en América, el tabaco fue reconocido como un medicamento, especialmente para curar dolores estomacales. Se dice que en América del Norte, los indígenas ya utilizaban el tabaco para curar dolores corporales. No obstante, los enemas de humo de tabaco no son otra cosa más que escalofriantes, consistían en insuflar el humo del tabaco a través del recto por medio de un tubo. Ya entrados en el siglo XIX, se descubrió que la nicotina (el principal componente del tabaco) era altamente tóxica para el cuerpo y se detuvo su práctica.
7. Sangrar para curarse
Una de las prácticas médicas más antiguas es la sangría terapéutica, también conocida como flebotomía. Es de las prácticas médicas más extensas en el mundo, pues se cree que tiene sus inicios en el Antiguo Imperio Romano y que se extendió hasta finales del siglo XIX. El proceso de este tratamiento consistía básicamente en extraer sangre de tu cuerpo con el objetivo de curarlo.
En general, se hacía la extracción de sangre con una pequeña incisión en una vena, normalmente, en las extremidades superiores. Aunque pienses que tal vez esto no era peligroso, en realidad sí lo era. Al no existir un control sobre la cantidad de sangre que se pierde, la extracción podía conllevar a una hemorragia imposible de detener.
8. Tratamientos con mercurio
No podemos negar que existen maneras seguras de mejorar tu salud en la actualidad, no obstante, las prácticas médicas antiguas, en ese entonces, eran consideradas como remedios eficaces para tratar determinada enfermedad; tal es el caso del mercurio. Desde Oriente a Occidente, el mercurio fue distribuido y utilizado para muchas cosas, entre ellas para tratar enfermedades de todo tipo.
En algunas regiones, se podía presentar como aceite o pasta, que ingerían o introducían en cualquier orificio del cuerpo. Incluso, el mercurio llegó a usarse como un tratamiento para la sífilis. Después de mucho tiempo, fueron evidentes los efectos por intoxicación de mercurio en las personas, por lo que el mercurio se dejó de utilizar en la ciencia médica moderna.
9. Anticonceptivo con heces de cocodrilo
Sí, sabemos lo que estás pensando: ¿cómo es posible?. Aunque reconocemos que las prácticas médicas antiguas tienen gran relación con el contexto temporal en las que estaban inscritas, lo cierto es que más de uno de estos métodos es cuestionable. Por ello, te contamos que en la ciencia del Antiguo Egipto, las heces de cocodrilo eran consideradas como un método anticonceptivo. Así lo señala el papiro de Rameseum IV: «Para evitar que una mujer quede embarazada, heces de cocodrilo. Un tampón vegetal será humedecido y aplicado en la boca de su útero».
10. Lobotomía
Para cerrar nuestra lista de prácticas médicas antiguas y peligrosas, no podíamos dejar de lado la conocida lobotomía. ¿Alguna vez te has preguntado cómo nació la lobotomía? Fue en el año de 1935 cuando Antonio Egas Moniz, un neurocirujano y psiquiatra, realizó por primera vez una cirugía donde abría dos agujeros en la parte frontal del cráneo e inyectaba alcohol al lóbulo frontal. Este procedimiento fue conocido como leucotomía, que fue posteriormente nombrado lobotomía.
El objetivo de la lobotomía consistía en que se perdían algunas de las funciones psicológicas del paciente, sacrificando parte de su capacidad intelectual, para tratar de calmar los desórdenes psiquiátricos del mismo. Esta es tal vez una de las prácticas médicas antiguas más rechazadas en la actualidad.
Gracias a la ciencia y los avances de la medicina moderna la esperanza y la calidad de la vida humana ha mejorado impresionantemente. Las investigaciones no paran, así que no debemos sorprendernos si en un futuro nuestra medicina es considerada también, obsoleta. Cuéntanos, ¿cuál de las prácticas médicas antiguas te pareció más escalofriante? ¡Te leemos!