La batalla de Pelusio y el contexto que marcó su historia
Cuando se habla de la conquista persa de Egipto, son muchos los historiadores los que aparecen estableciendo diferentes hipótesis. Pero la realidad es que en sus resultados finales hubo mucho de una estrategia peculiar. La batalla de Pelusio fue el primer conflicto bélico importante que se generó entre el imperio de Achaemenid y el Egipto antiguo. Tal fue su relevancia, que a consecuencia de ella se transfirió el trono de los faraones egipcios al monarca Cambises II de Persia. Fue combatida cerca de Pelusium, una ciudad importante a los extremos del este del delta del Nilo, unos treinta kilómetros al sureste del Puerto Saíd (Egipto) moderno, en el lejano año del 525 a.C.
Pero lo que determinó en realidad la conquista persa de Egipto fue el contexto cultural, simbólico y religioso de este segundo país. Los antiguos egipcios sentían una gran reverencia por la vida en todas sus formas. Aunque los egipcios ocasionalmente comían carne y su realeza ciertamente se dedicaba a la caza, la dieta egipcia era principalmente vegetariana o pescatariana, y esto reflejaba la comprensión de la naturaleza sagrada de toda existencia. Incluso cuando se comían los animales, se daba gracias por el sacrificio, las mascotas estaban bien atendidas y se respetaba la vida silvestre.
Este valor era visible en todas partes a través de su cultura, desde las piezas de arte hasta la religión egipcia. Aun hoy, lo apreciamos claramente en los descubrimientos arqueológicos a los que los investigadores de la modernidad han tenido acceso. Pero la batalla de Pelusio es quizás el evento histórico en el que se aprecia la influencia de esta veneración con mayor claridad. En esta batalla se dio el choque decisivo entre el faraón Psametik III y el rey persa Cambises II, dando lugar a la primera conquista persa de Egipto.
¿Cuál era el simbolismo de los gatos en el Antiguo Egipto?
Ya te hemos contado que los mininos fueron pieza clave en la conquista persa de Egipto. Pero, ¿Por qué ocurrió así? ¿Cuál era la simbología de los gatos en el Antiguo Egipto que los hacía tan poderosos? Pues en primer lugar debes saber que era quizás el animal más venerado de aquel imperio. Se le asociaba con la protección de las personas y los hogares. Al ser de la familia de los felinos, también se le asociaba directamente con el león, que para los egipcios es la representación de Ra, el poderoso dios del sol.
Pues, este significado se mantuvo por mucho tiempo, en el que se vio a los gatos como la encarnación del dios Ra, matador de la serpiente Apofis. Pero después llegaría una simbología aún más poderosa. Aquella en la que los gatos eran considerados como la encarnación de la diosa Bastet, deidad que representaba el amor, la armonía y la protección. Siendo así, resulta sencillo imaginar su influencia en los resultados de la batalla de Pelusio. Una vez que fueron vistos como representación de la diosa, empezaron a ser momificados, dándoles en la muerte el mismo respeto que inspiraban en vida.
De hecho, los egipcios no consideraban a los gatos como simples animales, como meros espíritus, sino como entidades inteligentes, capaces de encarnar en cualquier ser u objeto. Al respecto de la muerte de un felino, el historiador griego Heródoto escribió que era costumbre de los egipcios en torno a los incendios para asegurarse de que ningún gato se fuera a quemar, pues aquello sería considerado una maldición. También se cuenta que a la muerte natural de un gato, la familia en la que vivía entraba en luto e incluso se afeitaba las cejas, como una señal de tristeza. También era costumbre guardar un duelo de setenta días, durante su momificación. Como vemos, eran muchos los honores que recibían los mininos en la religión egipcia, y que fueron aprovechados en la conquista persa de Egipto.
¿Cómo se logró la conquista persa de Egipto?
Son muchos los historiadores han dicho que la batalla de Pelusio habría sido ganada por los persas sin importar las táctica usadas. La realidad es que Cambises II era un gobernante mucho más astuto y con experiencia en la guerra. Por su parte, el joven Faraón Psametik III tenía muy pocas habilidades bélicas, y sabía menos aún de estrategia. Si nos vamos al contexto histórico de ambos personajes, nos encontramos con que el egipcio era apenas un joven, totalmente inexperto y que debía esforzarse para proteger a su reino del imperio Persa. En aquellos años Egipto era ya el único estado que no había sucumbido ante el poder de Cambises II y sus hombres.
Pero la conquista persa de Egipto era tan solo cuestión de tiempo. Cambises II, era el fundador del Imperio persa y heredero de Ciro el Grande. Sus destrezas militares le habían valido el logro de grandes hazañas de guerra, y en la batalla de Pelusio tendría una nueva oportunidad para demostrar sus habilidades. La victoria definitiva sobre Egipto se debió en gran parte al conocimiento de Cambises II del país africano y su cultura.
La batalla de Pelusio se ganó a través de una estrategia muy inusual en la parte de Cambises II: el uso de animales y sobre todo, gatos. Siendo los felinos tan populares y respetados en Egipto, su uso se constituía como un golpe bajo cargado de astucia. El autor antiguo macedonio, Polineo, relata cómo los egipcios aguantaron con éxito el avance persa cuando Cambises II repentinamente cambió de táctica. El rey persa, conociendo la adoración que los egipcios profesaban a los gatos, pintó la imagen de Bastet en los escudos de sus soldados y, además, puso delante de su línea frontal perros, ovejas, gatos y otros animales que los egipcios protegen.
Los egipcios bajo el liderazgo Psametik III, al ver a su propia diosa en los escudos de los enemigos, y temiendo lastimar a los animales conducidos ante el enemigo, se vieron incapaces de atacar, rindieron su posición y se retiraron en una derrota. También existe otra hipótesis, un tanto más cruenta, sobre los resultados de la batalla de Pelusio. Ella narra que los persas no solo pintaron a la diosa Bastet en sus escudos, sino que tomaron gatos de rehenes y los lanzaron con violencia sobre los egipcios, para obtener una especie de fuego de cobertura en sus asaltos. También pusieron en primera línea de batalla a los otros animales venerados y respetados. Aquello causó tal horror en las tropas egipcias que simplemente se vieron obligados a retirarse en desbandada, huyendo hasta la región de Menfis. Así, los persas se proclamaron victoriosos, tras llevar a su terreno las creencias de sus enemigos.
Y tú, ¿Conocías la peculiar historia de la batalla de Pelusio? ¿Crees que la conquista persa de Egipto haya sido lograda solo pintando los escudos con la imagen de la diosa Blastat? ¿O tal vez lanzaron a los pobres gatos por los aires? Si te ha llamado la atención esta historia, no te pierdas el artículo en el que te contamos sobre la espantosa práctica bélica de los cerdos en llamas.